En el bullicio de la Puerta del Sol y el ir y venir de turistas, los disfraces de muñecos forman parte del paisaje urbano de la capital. Ahí están, día tras día haga frío o calor, personajes infantiles que se mueven entre selfies y monedas. Minions, Spiderman, Peppa Pig, Mickey Mouse… todos compitiendo por la atención de los más pequeños y la paciencia de los padres. Y de Álex de la Iglesia.
El director contó en Late Xou que durante la grabación de una de sus películas el equipo llevó sus propios muñecos, ocupando temporalmente el territorio de estos peculiares trabajadores. La decisión no fue bien recibida por todos. Uno de ellos, disfrazado de Bob Esponja, se sintió desplazado y decidió acercarse al director para exigir explicaciones.
Rodaje en la calle
Bob Esponja perdió la paciencia
Según contó De la Iglesia en Late Xou con Marc Giró, el encuentro fue todo menos convencional. “Se me acercó, le di la mano y le dije que admiraba su trabajo porque era importante para mis hijas”, relató el director. Pero lo que parecía un gesto de cortesía se convirtió rápidamente en algo mucho más turbio.
Al parecer, ese trabajador no tenía muy buen día. “Y ese me dice: Odio al cine español, me gustaría matarte”. Palabras que podrían haber paralizado a cualquiera, pero no a De la Iglesia, acostumbrado a lidiar con personajes singulares tanto en la ficción como en la vida real.
Sin perder la calma y con toda la naturalidad posible, el director respondió: “¿Te importa apartarte? Me matas luego, que estamos rodando”. La frase, con su humor negro característico, marcó el final de un momento tan surrealista como los mundos que el cineasta suele construir en sus películas. Finalmente, la tensión se disipó y la sangre no llegó al río.