Tres años después de confesar públicamente que padeció cáncer de mama por el que necesitó radioterapia, Ana Rosa Quintana anunciaba este martes que le habían detectado un carcinoma en una mama, aunque “afortunadamente está localizado y no hay metástasis, pero requiere un tratamiento intenso”. Es la segunda vez que la presentadora de Telecinco tiene que pasar por esta misma enfermedad. La primera fue en julio de 2010, pero no se hizo público hasta 2018, ocho años después de que lo superara.
El motivo de dicha confesión: quería compartir su experiencia en el Día Contra el Cáncer de Mama reflexionar sobre la importancia de las mamografías y las revisiones, principalmente a partir de los cincuenta años. “Sigamos con nuestra vida”, emplazaba a quienes aún tenían que superar dicha enfermedad.
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“Hoy voy a contar una cosa que no he contado nunca”, comenzaba diciendo Quintana aquel 19 de octubre de 2018. “Llevo ocho años diciendo ‘sí, no’, pues por pudor, por otros motivos… Pero creo que es importante que yo lo cuente. Es importante porque ya ha pasado. Hace ocho años estaba haciendo este programa y tuve un tumor de mama”, continuaba.
“Era un cáncer de mama in situ, grado 1, era prácticamente nada porque no necesité quimioterapia. Luego tuve un tratamiento de radio, venía aquí todos los días, hacía el programa y luego me iba a la radioterapia. No cogí ni un día de baja”, aseguraba. Y es que Quintana fue diagnosticada con cáncer de mama en julio de 2010, poco antes de marcharse de vacaciones, y aprovechó esos días de asueto para pasar por el quirófano.
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Entre los motivos por los que nunca contó que sufrió esta enfermedad, Ana Rosa relató que no lo hizo porque “tenía niños que tenía seis años y no quería que se asustaran. No lo conté porque mi madre vivía, ya era muy mayor y me prometí que nunca lo diría hasta que mi madre no estuviera”.
Durante su relato, la presentadora se sinceró al decir que también tenía “pudor” en contarlo porque “¿y si vuelve a repetirme? A lo mejor las personas que les has dado un ánimo después les entra miedo”. Sin embargo, la comunicadora también quiso reflexionar sobre la importancia de las mamografías y la prevención: “Es muy importante: yo no me hubiera enterado nunca, porque en el sitio donde estaba no me hubiera aparecido. Fue en una mamografía, en una revisión. Es importante que las mujeres de más de 50 años se hagan revisiones”.
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Durante su confesión, Ana Rosa, visiblemente emocionada, continuó explicando que “en su momento fue un disgusto, lo pasamos muy mal mi marido y yo, teníamos niños muy pequeños. Estaba muy preocupada. Ay dios mío, mis hijos. Pero luego, el pronóstico fue el mejor posible para un tumor de mama”. Pero “decidí que eso no existía. Yo venía. Joaquín estaba sentado a mi lado, no sabía que después de terminar el programa yo me marchaba a darme la radio”.
Ana Rosa también habló de cómo fue el proceso de recuperación: una parte en la sanidad pública y otra en la privada. Y alabó la labor de los médicos en España que “son maravillosos”. Además, la presentadora de Telecinco animó a todas las mujeres “a que se hagan las revisiones; que no tengan miedo; que los cánceres cada día tienen mejor pronóstico. Que sigamos con nuestra vida. Y nuestra vida es trabajar, ser madre, divertirse, vivir y que esto, tal y como es nuestro mundo, pues cualquiera de nosotros en algún momento de su vida va a poder algún tipo de cáncer. Es una enfermedad más”.
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Para terminar, Quintana hizo una petición a todos los medios: “no vuelvan a titular ni a decir, cuando una cosa es negativa, ‘esto es un cáncer’. No, el cáncer es una enfermedad más que tenemos especialmente el de mama las mujeres y que nos tenemos que ayudar unas a otras”.