"Estoy viva y guerrera". Julia Otero ha anunciado este miércoles que ha superado el cáncer que padecía tras ocho meses luchando contra la enfermedad. La presentadora ha usado las palabras del bioquímico Carlos López-Otín en su libro Egoístas, inmortales y viajeras para confirmar que "ya no tengo 'egoístas'" en el cuerpo, pero ha señalado que "ya sabéis que son 5 los años que deben transcurrir para dar el asunto por zanjado".
La comunicadora ha compartido una publicación en su Instagram en la que ha lucido un cambio de look con el pelo más corto y ha reconocido que es causa del tratamiento. "Pelo debilitado pedía tijeras, y sí, más delgada. Os contaría la dieta tan exitosa, pero casi mejor que no la probéis nunca. Falta ya poco para la vuelta a Onda Cero y a Julia en la Onda", ha escrito.
Otero ha querido aprovechar el mensaje en redes para dar las gracias a todas aquellas personas que se han preocupado por su salud durante todo este tiempo. "Mi gratitud infinita por tantos mensajes llenos de ánimo y cariño. Como para no curarse", ha declarado.
La palabra cáncer da miedo, pero a las cosas hay que llamarlas por su nombre"
La presentadora, de 61 años, confesó que su enfermedad había sido diagnosticada tras un control rutinario, y desde entonces, se ha sometido a los tratamientos recomendados por los médicos especialistas que llevan su caso.
"La palabra cáncer da miedo, pero a las cosas hay que llamarlas por su nombre", insistía la locutora a sus seguidores en el que fue su último programa, fuerte y decidida, asegurando que solo iba a estar fuera "unos poquitos meses". Y parece que finalmente será así.
Durante estos meses, la locutora ha estado compartiendo con sus seguidores algunos detalles de cómo avanzaba su recuperación, desde su celebrado cumpleaños a cómo los paseos al aire libre habían favorecido enormemente su evolución.
Eso sí, en todo este tiempo, no dejó de mantener contacto con su equipo del programa y, asé, el pasado 21 de junio se puso al frente de los micrófonos por un día, en el que arrancaba con una emotiva declaración de ‘amor’ a las ondas, tras dedicar tantas horas de su vida.