‘El Hormiguero’: Melendi habla sin tapujos sobre sus adicciones en el pasado

La semana comenzaba el pasado lunes en El Hormiguero con la entrevista de uno de los coaches de La Voz de Antena 3. El cantante asturiano presentaba su nuevo disco, llamado 10:20:40 , pero gran parte de la charla con Pablo Motos estuvo centrada en su vida y en concreto en agitado pasado con las drogas. Por suerte, ahora está superado.

El presentador, que también tuvo un pasado muy movido, quiso abordar uno de los temas que persiguen al cantante desde el inicio de su carrera. Su recordado disco Sin noticias de Holanda, lleno de letras dedicadas a ciertas sustancias, provocó que la leyenda le persiga con los años, aunque su forma de vida haya cambiado mucho desde entonces.

Motos le recordó que el equipo de El Hormiguero había vivido en directo su transformación. El valenciano le dijo que por sorpresa “un día llegaste formal”, refiriéndose a que en sus primeras visitas al programa, cuando todavía se emitía en Cuatro, le conocieron con su recordado look con rastas.

Sobre el consumo de ciertas sustancias, el asturiano explicó que no fue muy complicado abandonar el hachís y la marihuana, ya que le llegaron a provocar paranoias en algunos momentos. Además, comentó que con el tiempo “uno va cambiando de opiniones” y que las cosas que antes hacía ahora no las comparte.

Aunque lejos queda aquella época, el invitado de El Hormiguero confesó que, aunque ahora no comparte esas actitudes, no se arrepiente de nada de lo que hizo en sus primero años. Sobre su situación actual, opina que los 40 “es la mejor edad del ser humano”, dejando claro que se encuentra en un gran momento.

Otro de los aspectos recordados de su vida son las supersticiones, un capítulo por el que Motos quiso preguntarle. El artista no le dejó acabar la pregunta y le interrumpió diciéndole que ya había superado eso. “En cuanto te quitas unas y ves que el cielo no se desploma sobre tus cabezas, ya te las quitas todas”, explicaba.

Lejos de zanjar ahí el tema, el conductor del programa recordó que su invitado tenía una extraña fijación con las matrículas de los coches, las cuales tenía que sumar y según si el número fuese par o impar, debía girar hacía un lado u otro con su coche. Por suerte ahora puede conducir sin ese hándicap.

También quiso recordar los problemas que tenía a la hora de ver algún programa o serie en su casa. “Tenía también la archiconocida de que yo no podía subir el volumen de la televisión más alto de los años que tuviera”, decía entre risas. “La única ventaja es que con el paso de los años, según te vas quedando sordo, puedes ir subiéndolo”, aseguraba.