La inteligencia artificial necesita la computación cuántica
Nueva era
Analistas y profesionales sostienen que la alianza entre sistemas multiplica el alcance de las tecnologías más prometedoras
La computación cuántica es un campo emergente que aprovecha los principios de este tipo de mecánica para llevar a cabo cálculos complejos a velocidades inimaginables con los ordenadores clásicos. A diferencia de los bits convencionales, que solo pueden expresarse de dos modos —0 y 1—, los bits cuánticos —qubits— pueden existir en múltiples estados simultáneamente.
Esta propiedad única es la que está cambiando las reglas de la inteligencia artificial. Los sistemas dependen en gran medida del tratamiento de grandes volúmenes de información en tiempo real, lo que comporta realizar complejas operaciones matemáticas. Pues bien, ninguna otra solución como la computación cuántica responde de una manera tan eficiente a esta necesidad.
Gracias a esta innovación, los algoritmos de aprendizaje automático son más competentes y resolutivos. Lo son, por ejemplo, en el reconocimiento de imágenes o en el procesamiento del lenguaje natural, dos de los grandes retos de la quinta revolución industrial en todo tipo de sectores y actividades.
Lo mismo sucede con otro par de tareas encomendadas a la inteligencia artificial, como la planificación de rutas —por tierra, mar y aire— y la asignación de recursos y personal. El aprendizaje automático cuántico es un subcampo en el que se combinan la computación y la inteligencia artificial.
Ciertos desafíos que hasta ahora parecían imposibles de superar podrían solventarse con esta tecnología, según apuntan los analistas. En este aspecto, el catálogo de promesas es abundante. Así, en las redes neuronales cuánticas se plasma la sinergia entre la computación cuántica y la inteligencia artificial.
aceleración exponencial
Nunca antes fue tan fácil dar con patrones ocultos o correlaciones en amplios conjuntos de información
Los qubits son empleados en este caso para trabajar con datos a un ritmo que supone una aceleración exponencial. Nunca antes fue tan fácil dar con patrones ocultos o correlaciones en amplios conjuntos de información. Los ingenieros están pensando cómo esquivar las actuales limitaciones de hardware y las restricciones debidas a factores ambientales.