Hubo un tiempo en el que conocer a tu pareja en internet era motivo de burla. Un estigma. Afortunadamente, las cosas han cambiado, se han naturalizado en buena medida y la red se ha convertido en el principal lugar para relacionarse y encontrar pareja.
Según Statista, el portal de estadísticas sobre datos de mercado, el negocio de las citas en internet mueve aproximadamente 3.100 millones de euros, el doble que hace un año. Servicios como Tinder, líder rotundo del mercado con más de seis millones de descargas mensuales, o Badoo han cambiado comportamientos y enfoques a la hora de conocer personas.
Ligar en Internet
Lo cierto es que hunde sus raíces cinco décadas atrás
Aunque citarse con otras personas en internet es un fenómeno contemporáneo, lo cierto es que hunde sus raíces cinco décadas atrás. En 1965, Jeff Tarr y Vaughan Morrill, dos estudiantes de la Universidad de Harvard, crearon el primer servicio de citas computerizado en Estados Unidos.
El invento se dio en llamar Operation Match y prometía identificar la media naranja de otro usuario mediante el análisis de un cuestionario de 75 preguntas. Estaba montado sobre uno de aquellos gigantes ordenadores IBM 1401 y utilizarlo costaba 3 dólares.
Los mensajes de texto
En 1992, Neil Papworth, un desarrollador de telecomunicaciones norteamericano, envió el primer mensaje de texto a un compañero en Vodafone. Los móviles ni siquiera tenían aún teclado (lo tuvo que escribir en un ordenador), pero ese fue el primer paso de una revolución en el mundo del cortejo en red. Desde ese momento, los SMS ganaron una importancia capital en nuestras relaciones humanas hasta ser superados por los servicios de mensajería instantánea como WhatsApp.
Las primeras webs de citas
La aparición y consolidación de internet a mediados de los años noventa trajo consigo también la aparición de las primeras páginas web de citas online como Kiss.com o Match.com, que vieron la luz en 1995. Durante aquellos años, los foros y los chats también fueron el caldo de cultivo perfecto para nuevas relaciones.
Poco a poco, la evolución tecnológica fue propiciando la aparición de servicios que incorporaban vídeo, como Messenger, o la creación de comunidades en torno a intereses comunes, como Fotolog. Ambos son perfectos ejemplos de cómo la tecnología nos ayudaba entonces a relacionarnos en internet. Incluso programas de descargas ilegales como Soulseek, con sus salas de chat por intereses, se convirtieron en lugares propicias para ello.
Aparecen las redes sociales
El salto evolutivo de calidad en el mundo de las citas online llega a mediados de la década de 2000, con la explosión de las redes sociales. Facebook llevaba años allanando el camino, pero plataformas como Instagram, Twitter o incluso LinkedIn han aumentado nuestra exposición pública y por tanto las opciones de conocer a gente nueva. Fueron el primer paso hasta el Tinder de hoy en día.