Un pasajero que viajaba de Madrid, España, a Caracas, Venezuela, a bordo de un avión de la aerolínea Plus Ultra, generó una escena de pánico en pleno vuelo al querer abrir la compuerta de la aeronave.
El hombre, cuyos datos no trascendieron, tuvo que ser detenido por otros pasajeros y por parte de la tripulación. Antes del incidente se había peleado con otra persona y luego se abalanzó contra la puerta del avión. Un tripulante reaccionó para detenerlo y se rompió una pierna en el intento.
Por precaución
El pasajero estuvo acompañado en todo momento de dos personas de la tripulación hasta que aterrizó el avión
El pasajero terminó atado durante el resto del vuelo. Presentaba síntomas de alteración mental y, por ese diagnóstico no fue detenido, sino internado al llegar a la capital de Venezuela. El vuelo fue este sábado y los videos del episodio se hicieron virales en redes.
Momentos antes de intentar abrir la puerta del avión, el pasajero estaba discutiendo con quien viajaba sentado a su lado. Era el comienzo de una escena digna de una pesadilla. El hombre pareció sentirse inquieto. Comenzó a gritar y golpear a la persona de la butaca contigua mientras estaba dormida, por lo que la tripulación lo reubicó en otro asiento donde no pudiera molestar y estuviera vigilado por los aeromozos, con poder de policía para actuar en situaciones que presuman un riesgo al vuelo.
Fue en este momento cuando el hombre se dirigió de repente hacia una de las puertas del avión para intentar manipularla y abrirla. El por qué de ese intento no ha sido revelado. “¡Párenlo, párenlo!” y “¡abrió la puerta!” fueron algunos de los gritos de pasajeros atónitos y asustados por la secuencia que se dio mientras el avión cruzaba el océano Atlántico. Muchos decidieron filmar lo que sucedía.
Un grupo de pasajeros se abalanzó sobre él y parte de la tripulación también forcejeó con el hombre, que no respondía a los gritos ni órdenes, para que se calmara y desistiera en sus maniobras peligrosas. Finalmente, el temerario pasajero fue neutralizado, atado y llevado al fondo del avión donde, custodiado, pasó el resto del vuelo.
Hasta que el mismo llegó a su destino, el pasajero estuvo acompañado “en todo momento” de dos personas de la tripulación y tumbado en el suelo para evitar que provocara otro posible altercado o que se autolesionara, según el relato oficial de la compañía.
Desde la aerolínea aseguraron que, a pesar de los “lógicos momentos de incertidumbre” vividos por los pasajeros, la seguridad del vuelo y de quienes viajaban no se vieron “comprometidas en ningún momento”. Tal vez los testigos no sintieron lo mismo.