La Policía Nacional ha detenido a dos mujeres como presuntas autoras de un delito de hurto, por la modalidad del hurto amoroso, tras acceder a la vivienda de un hombre, de avanzada edad, y robarle 46.000 euros que tenía guardados en su domicilio de Valladolid.
La víctima echó en falta 14.000 euros y un anillo de oro, circunstancia que comunicó a un familiar, quien pudo comprobar que faltaba ese dinero pero no otras cantidades que el hombre tenía guardadas en la vivienda, ha informado la Policía Nacional en una nota de prensa.
Sin embargo, tres días después la víctima descubrió que faltaban 5.500 euros de un cajón y 26.600 de una caja de zapatos, algo que comprobó también su familiar, por lo que procedieron a cambiar la cerradura de la vivienda.
El hombre se dio cuenta, entonces, de que una de las llaves había desaparecido tras la visita a casa de una mujer a la que había invitado a su domicilio, por lo que se interpuso una denuncia.
Los agentes iniciaron las gestiones de investigación que culminaban, tras laboriosas diligencias de identificación, reconociendo a dos mujeres como presuntas autoras de un hurto que se conoce como hurto amoroso o del abrazo.
Tras pasar a disposición de la autoridad judicial, fueron puestas en libertad.
Hurto amoroso o del abrazo
Las mujeres que llevan a cabo este tipo delictivo operan en zonas y establecimientos de afluencia de personas mayores, seleccionando a sus víctimas de entre aquellas de edad más avanzada, especialmente vulnerables y/o con sus capacidades de autodefensa mermadas.
Las autoras se reparten indistintamente los roles de detección, elección y abordaje de sus víctimas, así́ como el acceso a las viviendas, estableciendo en ocasiones una relación telefónica, con el objetivo de lograr la familiaridad necesaria para que los ancianos consientan el acceso a su domicilio, con la expectativa a veces de mantener relaciones íntimas con ellas.
Al acceder al domicilio, las autoras hacen que los ancianos caminen delante de ellas, para así́ poder dejar la puerta abierta o bien facilitar las llaves del domicilio a la que espera fuera