Los asesinos de un joven de Murcia emparedaron el vehículo de la víctima para borrar el rastro del crimen
Sucesos
Una oquedad tapiada en una vivienda de Pinoso (Alicante) ocultaba el turismo desguazado | Uno de los tres detenidos por el crimen señala el punto donde enterraron el cuerpo en la Sierra de Yecla y se logra recuperar
Fue una ocultación de pruebas, pero a lo grande. No se trata de una marca batida sino de una acción criminal encaminada a obstruir a la justicia. Los asesinos de un joven desaparecido hace año y medio de Moratalla (Murcia) ocultaron el vehículo que les implicaba en el crimen desguazándolo y emparedando los trozos en una casa que tenía una especie de cueva que fue tapiada para sellar la oquedad convertida ahora en un sarcófago de pruebas judiciales. El coche era de la víctima.
La Policía Nacional ha detenido a tres personas por su vinculación directa con la desaparición de este joven de 35 años, que ahora se sabe que fue un asesinato. Se han arrestado, además, a otros dos individuos acusados de encubrimiento, entre ellos el propietario de la casa de Pinoso (Alicante) donde se hallaron los restos del coche de la víctima.
La localización del cadáver fue la constatación trágica de que la ausencia del joven respondía a una acción criminal
En la misma operación, siguiendo indicaciones de los arrestados, se ha dado con el paradero del cadáver, que hasta ahora permanecía ilocalizado. Su ubicación es la constatación trágica de que su ausencia era debida a un acto criminal.
El cuerpo del joven, recubierto de unos plásticos y enterrado a escasa profundidad en la ladera de un monte, se encontraba escondido en un enclave de la Sierra de Yecla de difícil acceso, por lo que su localización fortuita, de darse, hubiera podido tardar mucho tiempo en producirse.
Las pesquisas que condujeron a la identificación de los posibles sospechosos de la desparición de la víctima se produjeron a raíz de una operación antidrogas iniciada por la comisaría de Yecla (Murcia). Los investigadores descubrieron en una especie de pequeño zulo en la casa de Pinoso, una de las cinco que se registraron inicialmente, donde dieron con un par de piezas de un coche, además de localizar diferentes cantidades de drogas y armas.
Alguno de esos elementos del coche llevaba replicado el número de bastidor. Ese código les condujo al propietario, que resultó ser un joven que llevaba año y medio desparecido.De ese hilo, fueron los investigadores tirando hasta proceder a la segunda oleada de detenciones, aunque dos de los acusados del crimen ya habían sido arrestados en la operación antidrogas.
El emparedamiento es un mecanismo histórico para borrar el rastro de un crimen, pero suele asociarse más con la voluntad de los criminales de hacer desaparecer el cuerpo de la víctima que de ocultar otros elementos de prueba. El descubrimiento de cuerpos incrustados en suelos o paredes de viviendas no es en absoluto una circunstancia ajena a la realidad criminal española ni por supuesto mundial.
En el caso del joven de Moratalla, se recurrió a especialistas de la Policía Nacional en mecánica multidisciplinar, conocidos como el GOIT, Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas, para que revisaran la casa. El GOIT colabora muy frecuentemente con la policía judicial en asuntos de narcotráficos, demostrando sus habilidades para localizar escondites, dobles fondos o mecanismos de apertura de zulos con accesos camuflados.
Estos agentes especiales se ayudaron de una grúa para concluir acabar de abrir el zulo e ir retirando del escondrijo inicialmente tapiado la colección de restos del vehículo con sumo cuidado “pues en ese momento no sabíamos si el cuerpo del chico podía estar allí oculto también, algo que finalmente no fue así”, explican fuentes policiales a este diario.
Los investigadores lograron que uno de los detenidos finalmente confesara. Este arrestado acompañó a los investigadores hasta el punto de ocultación del cadáver en la sierra y allí se iniciaron de inmediato los trabajos forenses para la recuperación del cuerpo y de cuantos vestigios puedan apuntalar las acusaciones.
La Policía Nacional en una nota ha manifestado que “la operación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones”.