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Bernardo Montoya: el amplio historial delictivo del detenido por la muerte de Laura Luelmo

Caso Laura Luelmo

Fue condenado a 17 años por matar a puñaladas a una anciana, asaltó a una joven en un permiso en 2008 y volvió a delinquir en 2015

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Bernardo Montoya, detenido por la muerte de la profesora Laura Luelmo

EFE-Facebook

Bernardo Montoya, el detenido por su presunta relación con el crimen de Laura Luelmo en El Campillo (Huelva), salió de prisión el pasado mes de octubre tras cumplir una condena de dos años y diez meses por dos robos con violencia, según confirman a Europa Press fuentes conocedoras del caso. Previamente, cumplió otra condena de 17 años y nueves meses, en esta ocasión por asesinato y allanamiento.

El detenido quedará bajo custodia de la Guardia Civil, el cuerpo que está al frente de la investigación, ya que aún no hay pruebas definitivas de su implicación con el crimen de Laura Luelmo. Fuentes de la investigación confirman que es el principal sospechoso y que, como tal, será interrogado por los expertos del Instituto Armado, antes de pasar a disposición de la juez de Valverde del Camino, que ha decretado el secreto de sumario.

La UCO de la Guardia Civil custodian la casa número 1 de la calle Córdoba de El Campillo (Huelva), donde vive Bernardo M.. EFE/ Julián Pérez

Trató de huir por el campo cuando vio que la Guardia Civil le seguía

Montoya, trató de huir a pie cuando sospechó del seguimiento que le estaba practicando la Guardia Civil, según han informado uentes de la investigación. El principal sospechoso de la muerte de la profesora de 26 años paró el coche y salió corriendo campo a través cuando se encontraba en la periferia de El Campillo, el pueblo de Huelva donde vivía Laura.

Los agentes le detuvieron por el riesgo de fuga y de destrucción de pruebas. Ahora será interrogado y, posteriormente, pasará a disposición de la juez instructora de esta localidad onubense, que ha decretado el secreto de sumario y el lunes a las 18.40 horas ordenó el levantamiento del cadáver.

La ley fija un máximo de 48 horas antes de que Bernardo Montoya pase a disposición de la juez. En el Puesto de Valverde del Camino se encuentran los especialistas de la Unidad Central Operativa (UCO) que participaron en otros interrogatorios como el de Diana Quer.

Previamente, cumplió otra condena de 17 años y nueve meses, en esta ocasión por el asesinato, obstrucción a la justicia y allanamiento de la vivienda de una anciana de 82 años en Cortegana, a unos 50 kilómetros de El Campillo, el pueblo donde vivían en la actualidad tanto él como la víctima, Laura Luelmo.

Durante su primera condena, confirmada por la Audiencia Provincial de Huelva en 1997, Bernardo aprovechó un permiso penitenciario concedido en 2008 para tratar de agredir a una joven de 27 años que paseaba por un parque de El Campillo, hiriendo al perro de la muchacha de una puñalada. Fue condenado por amenazas por el Juzgado Penal número 3 de Huelva a un año y seis meses.

Adicto a la cocaína y la heroína

Bernardo tiene 50 años (nació en 1968) y es uno los nueve hermanos del clan de los Montoya. Destaca el historial de agresiones contra mujeres de Luciano, gemelo de Bernardo, y que fue descartado como sospechoso de la muerte de Laura Luelmo al estar en la prisión de Ocaña (Toledo) el 12 de diciembre, el día que desapareció la maestra natural de Zamora.

El principal sospechoso de la muerte de Laura Luelmo ingresó en prisión por la muerte de una anciana de 82 años. Los hechos ocurrieron el 13 de diciembre de 1995, cuando Bernardo sufría una grave adicción a la heroína y a la cocaína desde hacía varios años, motivo por el que la Audiencia Provincial de Huelva aplicó en el delito de asesinato una atenuante analógica.

La sentencia explica que Bernardo fue condenado a 17 años de cárcel por asesinar a esta anciana y también le impuso la prohibición de volver al municipio de Cortegana durante un periodo de cinco años por un delito de asesinato, obstrucción a la justicia y allanamiento de morada. Asimismo, la Audiencia le condenó a indemnizar al hijo de la víctima con 72.000 euros en concepto de responsabilidad civil “por los perjuicios causados y derivados del fallecimiento de su madre”.

La Audiencia consideró probado que los hechos tuvieron lugar sobre las 23.30 horas del día 13 de diciembre de 1995, cuando Bernardo Montoya, provisto de un machete “y con la finalidad de acabar con la vida” de la víctima, penetró en el domicilio de ésta “para impedir que pudiera declarar en su contra” en un juicio que se iba a celebrar contra el condenado por delitos de allanamiento de morada y lesiones causadas a la fallecida.

De este modo, el encausado entró en la vivienda de la víctima “a través del hueco de una de las ventanas de la casa, cuyo cristal abrió de un empujón”, y, una vez en el dormitorio, “se agazapó detrás de la puerta de la habitación”. “De forma sorpresiva e inopinada, y sin mediar palabra, acometió” a la mujer con el machete que portaba al entrar la víctima en dicha habitación.

Bernardo le asestó a la anciana una puñalada en la región dorsal, cayendo la mujer al suelo, tras lo que el condenado “se abalanzó sobre ella y le propinó otras seis puñaladas en el cuello”, que le causaron la muerte.

Jóvenes del instituto de la localidad onubense de Zalamea la Real colocan carteles en repulsa por la muerte de Laura Luelmo. FE / Julián Pérez

El amplio historial delictivo del clan de los Montoya

El clan de los Montoya se ha visto involucrado en diferentes altercados. En abril de 2008, una joven de 27 años fue atacada por un hombre cuando paseaba con su perro por un parque de El Campillo, a unos 30 kilómetros de Cortegana. La joven consiguió que no se consumara la agresión, en parte gracias a su perro de la raza pastor alemán, que recibió una puñalada de 15 centímetros.

Fuentes penitenciarias consultadas confirman que en 2010 el Juzgado de lo Penal 3 de Huelva condenó a Bernardo Montoya por estos hechos a la pena de un año y seis meses. El interno quebrantó otro permiso cumpliendo la condena por el asesinato de la anciana de Cortegana.

Fue entre diciembre de 2009 y octubre de 2010, fecha en la que volvió voluntariamente a la prisión. Por este quebrantamiento, en su historial penitenciario consta una condena de 180 días que se ejecutó en 2013.

Bernando Montoya abandonó la prisión definitivamente en una primera ocasión en marzo de 2015. Transcurrieron tres meses hasta que, en junio de ese año, volvió a cometer en otros dos robos con violencia contra mujeres.

El Juzgado de lo Penal 3 de Huelva volvió a condenarlo, en esta ocasión a dos años y diez meses, quedando en libertad en octubre de 2018. Dos meses después, el 18 de diciembre, fue detenido de nuevo por la Guardia Civil por ser el principal sospechoso de la muerte de Laura Luelmo.

Llevaba apenas dos meses en libertad

Bernardo Montoya, de 50 años, llevaba apenas dos meses en libertad tras cumplir dos condenas, según consta en los registros penitenciarios. La primera fue por matar en 1995 a una anciana de 82 años en Cortegana, a la que abordó en su casa asestándole varias puñaladas. El caso lo instruyó un juzgado de Aracena. Meses después de cumplir esta condena, ingresó de nuevo en prisión por dos robos con violencia.

El presunto autor del crimen residía en una casa en la calle Córdoba, justo enfrente de la joven, concretamente en una antigua vivienda que tiempo atrás fue propiedad del clan familiar de los Montoya. Bernardo tiene 50 años (nació en 1968) y su familia es originaria de Badajoz.

Bernardo Montoya es hermano gemelo de Luciano, quien despertó las sospechas, aunque fue descartado por los investigadores ya que este segundo estaba el día 12 de diciembre, cuando desaparece Laura, interno en la prisión de Ocaña (Toledo) por el asesinato de otra mujer. Luciano obtuvo un permiso, pero fue el lunes.

Vecinos de la localidad onubense de Zalamea la Real durante la concentración en repulsa por la muerte de la Laura Luelmo. EFE / Julián Pérez

Golpe en la cabeza

Este martes, 24 horas después de que un voluntario alertara de que había descubierto ropa de mujer, llevando a la Guardia Civil a encontrar el cuerpo de la maestra natural de Zamora, agentes del Instituto Armado han desplegado un amplio dispositivo en la calle de El Campillo donde vivía de alquiler la joven.

Los agentes de la Guardia Civil están desplegados desde el mediodía en la calle Córdoba, donde vivía la joven, concretamente en el número 13. Se están practicando registros tanto en el domicilio de Laura Luelmo como en el de la familia de los hermanos Montoya, justo en frente de la primera vivienda.

El cuerpo de Laura presenta en la primera inspección ocular un fuerte golpe en la cabeza, además de otras señales de aparente violencia que deben contratarse con la autopsia que confirme las circunstancias que rodearon a su muerte, según han informado a Europa Press fuentes de la investigación.

Además de este golpe, los especialistas estudian otras señales de violencia con la duda aún de si son muestras de la agresión que causó la muerte de Laura o si son signos de la manipulación que sufrió el cuerpo para tratar de ser escondido.

Su hermano gemelo también cuenta con un amplio historial de violencia contra las mujeres

La Guardia Civil, en la calle Córdoba de El Campillo (Huelva). EFE/ Julián Pérez