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La Guardia Civil reconstruye con la madre de Diana las últimas horas de la joven

Sucesos

Los investigadores se han trasladado desde Galicia a la casa familiar en Madrid, donde han permanecido hasta las dos de la madrugada mostrando vídeos de las fiestas a las que asistió la muchacha

Un efectivo de la Guardia Civil junto al cartel de la joven Diana Quer, desaparecida en A Pobra do Caramiñal,

Xoán Rey / EFE

La madre de Diana Quer recibió ayer la por la tarde en su casa de Madrid la visita de los guardias civiles que desde el pasado 22 de agosto tratan de dar con el paradero de su hija, de 18 años. El encuentro, de más de seis horas, sirvió para reconstruir, de nuevo, las últimas horas de la joven. La madre acompañó ese domingo por la noche a su hija en coche hasta el parque del Valle-Inclán de A Pobra do Caramiñal, donde la joven había quedado con un par de amigas para celebrar las fiestas del pueblo.

El encuentro con la Guardia Civil se realizó en el chalet de la urbanización Monte Alina de Pozuelo de Alarcón, en Madrid, donde sigue recluida la madre de la desaparecida desde hace una semana, cuando abandonó Galicia y se trasladó a su casa para poder estar más cerca de su otra hija, Valeria. Esta era la primera vez que los investigadores de la Policía Judicial de A Coruña visitaban la casa familiar de la joven. Ya habían registrado el cuarto de Valeria en A Pobra, y ayer pudieron entrar en su habitación de Madrid, en compañía de la madre, para comprobar si algún detalle les llamaba la atención.

Pese al trámite que los investigadores definen como “rutinario” lo cierto es que mucho tuvieron que preguntar a la madre para que el encuentro se alargara tanto tiempo. Una circunstancia a la que restó importancia el abogado de la mujer, Pedro de Bernardo, quien aseguró que él no estuvo en la reunión y que el encuentro se limitó a un intercambio de datos, en el que si estuvo presente uno de los hermanos de la madre, quien no se ha separado de la mujer en estas tres semanas sin noticias de Diana. Quienes tomaron la voz cantante en el encuentro fueron los mandos que dirigen la investigación, oficiales de la Policía Judicial de la Guardia Civil en A Coruña y de la Unidad Central Operativa (UCO) que colaboran en la resolución de un caso que tres semanas después sigue enredado y sin pistas concretas sobre el paradero de la joven.

Además de las preguntas, los investigadores mostraron a la madre varios vídeos grabados la noche y los días previos a la desaparición de Diana. Imágenes registradas con sus móviles por otras personas que participaron en A Pobra en los festejos de la do Carme dos Pincheiros y que en estas tres semanas ha ido recopilando la Guardia Civil durante los interrogatorios a multitud de testigos. La Policía Judicial también se ha puesto en contacto con los responsables del grupo de rock and roll que actuó en el pueblo la noche antes a la desaparición y al que asistió Diana. “Nos han pedido cualquier material gráfico que pueda revelar la presencia de la joven en compañía de alguien”, dijo el director del grupo musical.

Simultáneamente al trabajo de los investigadores, no cesa la tarea de los especialistas más técnicos que se encargan de cotejar matrículas de coches y números de teléfonos móviles que coincidieron en la misma zona marcada por los dos repetidores a los que aquella madrugada se enganchó el teléfono de Diana.

Un trabajo minucioso que implica muchísimas horas para seleccionar primero esos números de teléfono y esas matrículas y comprobar después, uno por uno, si tienen alguna relación con la desaparición de la joven. La madre de la desaparecida comparecerá este viernes por partida doble en los juzgados de Instrucción número 1 y 2 de Ribeira (A Coruña). En el uno declarara como testigo en la denuncia interpuesta por ella misma por la desaparición de su hija. Tras ella, la jueza irá citando al resto de testigos que ya han declarado en la Guardia Civil. Se trata de un trámite dentro de la investigación judicial. Su declaración en el juzgado dos tiene que ver con su otra hija, Valeria, cuya tutela le fue retirada tras un informe médico enviado por un hospital de la zona que alertaba de que la menor estaba en situación de riesgo. Durante esta última semana la madre ha denunciado, a través de su abogado, que la jueza tomó la decisión, presionada por la desaparición de la hija mayor, tras interrogar durante tres horas al padre y sin la opción de escuchar la versión de la madre.