Pedro Sánchez ha venido acompañando en los últimos días el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, aliado con otros multimillonarios como Elon Musk –propietario de la red social X, antigua Twitter-, de un creciente mensaje de alarma contra la “internacional ultraderechista” y contra la “tecnocasta” que a su juicio amenaza desde Estados Unidos los principios y valores europeos. Y el presidente del Gobierno ha querido amplificar este miércoles desde Suiza, en su intervención ante el Foro Económico Mundial de Davos, esta alerta: “Los tecno-multimillonarios quieren acabar con la democracia”.
“Somos una prueba de que la socialdemocracia funciona”, resalta Sánchez ante la élite política y económica mundial
El presidente ha aprovechado su intervención para defender su gestión política y económica progresista frente a la ola conservadora que recorre el mundo. Sánchez ha resaltado que el crecimiento de España “ha sido espectacular” en los últimos años, al convertirse en una de las economías que más crece al tiempo que reduce la desigualdad y las emisiones de gases de efecto invernadero. “Somos una prueba de que la socialdemocracia funciona. Una nación puede tener competitividad y fomentar la justicia social, proteger a la naturaleza, y respaldar un orden internacional basado en el multilateralismo. Tenemos resultados que podemos demostrar”, ha recalcado ante la élite política y económica mundial. “Los que defienden el modelo opuesto no tienen nada, palabras que se quedan en medidas radicales y que nos han llevado en el pasado al caos y que nos volverán a llevar al caos si elegimos esa vía”, ha alertado ante el regreso de los postulados neoliberales y el auge de las derechas.
Pero Sánchez ha preferido centrar su intervención en la amenaza que ahora pueden suponer para las democracias unas redes sociales sin control, dirigidas por multimillonarios con intereses políticos, que han traído “efectos negativos ocultos en los algoritmos, que son como los invasores que se ocultaban en el caballo de Troya”. “Estas plataformas han acabado siendo una concentración de poder y riqueza en manos de unos pocos, al coste de nuestra cohesión social, nuestra salud medioambiental y nuestras democracias”. “Ha llegado el momento de que abramos los ojos: la realidad es que las redes sociales están afectando al sistema democrático en todo el mundo”, ha advertido.
Entre otras cuestiones, ha argumentado, porque “las redes sociales están simplificando en exceso y polarizando el debate público”, de manera que “la sociedad está cada vez más dividida y es más fácil de manipular”. “La redes sociales erosionan nuestras democracias al promover la divulgación de la desinformación con fake news”, ha señalado. “Se están convirtiendo en instrumentos que sustituyen los votos por likes”, ha insistido, mientras un tercio de los perfiles de las redes sociales son bots, que ya generan casi la mitad del tráfico en internet.
Sánchez ha asegurado que ha sido una estrategia premeditada y sistemática, por ejemplo de potencias como Rusia, “que quiere debilitar nuestras instituciones y alterar nuestros procesos democráticos”, pero también de organismos “antisistema” que buscan generar el caos en la sociedad para llegar al poder, “como hicieron los fascistas en el pasado”. “Y también lo han hecho los propietarios de las redes sociales, un pequeño grupo de tecno-multimillonarios que ya no están satisfechos con tener el poder económico casi en su totalidad, sino que también quieren el poder político, socavando a nuestras instituciones democráticas”, ha recalcado. “Lo que cercena la democracia es el poder de las élites, el poder de aquellos que piensan que porque son ricos están por encima de la ley y pueden hacer lo que quieran”, ha insistido. “Los tecno-multimillonarios quieren acabar con la democracia”, ha alertado.
Sánchez propone a la UE acabar con el anonimato en las redes sociales: “En una democracia los ciudadanos tienen derecho a la privacidad, pero no a la impunidad”
“La tecnología que nos iba a liberar, se ha convertido en el instrumento de nuestra propia opresión, y han traído división, mentiras y una agenda reaccionaria”, ha denunciado el presidente del Gobierno. Y las redes sociales, ha indicado, “han acabado en las manos de un grupo reducido de hombres, por cierto solo hombres, cuya riqueza combinada triplica el presupuesto combinado de toda la Unión Europea”.
Ante el alarmante panorama que ha dibujado, el mandatario español ha instado a la Unión Europea a reaccionar para que estas plataformas vuelvan a ser espacios de “diálogo, participación y libertad” que refuercen a las democracias. Y ha anunciado que al respecto trasladará tres propuestas concretas en la próxima reunión del Consejo Europeo en Bruselas, para “adoptar medidas valientes para hacer frente a esta amenaza tan contundente”. La primera es “poner fin al anonimato” en las redes sociales, al no estar vinculados los perfiles a una identidad real. “Así estamos allanando el camino al discurso del odio, la desinformación y el ciberacoso”, ha lamentado. “Esta es una anomalía que no puede seguir siendo así. En una democracia los ciudadanos tienen derecho a la privacidad, pero no al anonimato o a la impunidad”.
De esta manera, la propuesta de Sánchez es obligar a las plataformas a vincular las cuentas de usuarios con una identidad digital europea. Los ciudadanos podrían utilizar apodos o nombres falsos en sus perfiles, pero si cometen un delito las autoridades podrían vincular esa cuenta con una identidad real y hacer que “rindan cuentas” por ello, según ha argumentado. “La rendición de cuentas no es un obstáculo para la libertad de expresión, es un complemento”, ha alegado. “Por cada usuario de red social, una identidad real”, ha demandado.
“Los propietarios de redes sociales tienen que ser responsables de que los algoritmos puedan envenenar a la población”
Su segunda propuesta, ha continuado, es “obligar a las redes sociales a que abran la caja negra de los algoritmos de una vez por todas”. “Salvaguardas como la moderación del contenido y el fact checking son requisitos que tenemos que cumplir”, ha defendido, en línea con la directiva europea de servicios digitales, y también las sanciones para quienes no lo cumplan. “No sirve de nada todo esto si no hacemos que los propietarios de las redes sociales rindan cuentas, porque son de las personas más ricas y poderosas del mundo”, ha subrayado. Y esta es la tercera propuesta de Sánchez a la UE: “Tenemos que garantizar que los directivos y propietarios de las redes sociales tengan que rendir cuentas si no cumplen con las normas establecidas para estas plataformas”. Lo ha argumentado con un ejemplo: “El propietario de un restaurante es responsable si su comida intoxica a los clientes, y los propietarios de las redes sociales tienen que ser responsables de que los algoritmos puedan envenenar a la población”.
Mientras el Gobierno ha recibido un nuevo golpe de Junts, al confirmar en el Congreso que votará en contra de sus últimos decretos, incluida la revalorización de las pensiones o del salario mínimo y la prórroga del escudo social anticrisis, Sánchez ha arrancado su participación en el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza) defendiendo su gestión económica y política en España, como uno de los pocos líderes progresistas que quedan en la UE ante el cambio de rasante que implica el regreso de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos.
En sendas entrevistas en la cadena CNBC y en Bloomberg, el presidente del Gobierno ha replicado a las críticas de Trump por el gasto en defensa y ha asegurado que España es “un socio fiable” que, además, va a cumplir sus compromisos en este sentido, para llegar al 2% del PIB en el año 2029. “Durante los últimos diez años hemos aumentado un 70% nuestra inversión de la defensa total”, ha recalcado, de manera que España, ha asegurado, ya es el décimo país que más contribuye a la OTAN entre su treintena de miembros. La participación del ejército español en misiones internacionales, ha asegurado, es “muy superior a la media” de la Alianza Atlántica, mientras que la inversión en nuevos equipos se ha elevado un 30%. “Somos un socio confiable, tenemos que mirar a fondo si un país está comprometido o no con la seguridad de los aliados de OTAN”, ha alegado.
“Una guerra comercial no beneficia ni a EE.UU. ni a la UE, y debemos centrarnos en fortalecer nuestra relación transatlántica, que hoy es más importante que nunca”
Y en cuanto a la amenaza de nuevos aranceles expresada por el nuevo inquilino de la Casa Blanca, Sánchez ha defendido el “fuerte vínculo transatlántico” entre la Unión Europea y Estados Unidos, por lo que una guerra comercial entre ambos sería, a su juicio, perjudicial para los dos. “Una guerra comercial no beneficia a ninguno, ni a Estados Unidos ni a la Unión Europea. Una guerra comercial es una especie de juego de suma cero y debemos centrarnos en cómo fortalecer nuestra relación transatlántica, que hoy en día es más importante que nunca”, ha recalcado.
En cuanto a la situación en España, y en espera de poder negociar unos nuevos presupuestos generales del Estado, el presidente ha minimizado que se hayan vuelto a prorrogar en este 2025 y ha recordado que las actuales cuentas públicas las elaboraron su propio Gobierno en la anterior legislatura. “Así que me siento muy cómodo con este presupuesto”, ha señalado. Y ha confiado en un “fuerte desarrollo económico”, con la creación de empleo, el aumento de los salarios y la inversión en los servicios públicos gracias a su política fiscal.
Sánchez ha resaltado que, en los últimos seis años, España ha acometido fuertes reformas estructurales en el mercado laboral, en el sistema de pensiones, en el sistema educativo y con unas políticas fiscales sólidas que han permitido cerrar el año 2024 con un déficit público del 3% del PIB y una reducción de la deuda pública de 20 puntos, “que muchos países envidian”.
Durante su intervención en un coloquio sobre salud global, el mandatario español también ha mostrado su total apoyo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), de la que precisamente Trump ya ha anunciado que Estados Unidos se retirará.
Sánchez también se ha referido públicamente por vez primera públicamente a la sustitución de José María Álvarez Pallete por Marc Murtra al frente de Telefónica, un relevo que ha enmarcado en una decisión adoptada por los nuevos accionistas de la compañía, pero se ha mostrado en todo caso muy confiado en su futuro. “Estamos muy entusiasmados y confiados con el nuevo equipo y, por supuesto, también estamos muy agradecidos con el anterior ceo de Telefónica”, ha señalado, en referencia tanto a Murtra como a Pallete.
En la apretada agenda de Sánchez para este miércoles en Davos –en la que le acompañan la vicepresidenta Sara Aagesen y los ministros José Manuel Albares, Carlos Cuerpo y Óscar López- tiene previstos sendos encuentros con los presidentes de Ucrania, Volodimir Zelenski, y de Panamá, José Raúl Mulino, precisamente uno de los países que ahora se ve directamente amenazado por el regreso de Trump a la Casa Blanca. Además, el mandatario español se ha reunido también con la directora general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Ngozi Okonjo-Iweala, a quien ha trasladado su apoyo “en la defensa del sistema multilateral de comercio basado en reglas”, y tiene previstas citas con los principales directivos de grandes firmas como Arcelor Mittal, Volkswagen, Vestas o Mubadala, un fondo soberano de inversión de Abu Dabi, además de un encuentro con representantes de empresas españolas.
