La bronca no abandona el Congreso pese al luto por la tragedia de Valencia
El choque institucional
El PP y Vox se van del hemiciclo tras la decisión de continuar con el pleno
Después de un minuto de silencio en memoria de las víctimas, el Congreso inició ayer un pleno que enseguida se vio teñido por el luto. En plena sesión de control al Gobierno y cuando solo se habían formulado tres preguntas, la noticia de que el número de fallecidos superaba la cincuentena hizo que la diputada popular Esther Muñoz, que se estaba enfrentando a la vicepresidenta Yolanda Díaz con el telón de fondo de las acusaciones de agresión sexual que han provocado la dimisión de Íñigo Errejón como portavoz de Sumar, planteara la suspensión.
El portavoz del PP, Miguel Tellado, pidió la palabra y reiteró la petición, a la que el socialista Patxi López se avino, por lo que la presidenta de la Cámara, Francina Armengol, ordenó un receso, que iba a ser de tres minutos y duró más de una hora, para que la Mesa abordara la situación. No hubo acuerdo allí ni en la junta de portavoces posterior, por lo que se retomó el orden del día prescindiendo solo de la sesión de control, que por más que desde la bancada azul se intentó serenar –“hoy no es el día”, exclamó la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en su intercambio con la popular Cuca Gamarra, a la que apeló a dejar el “rifirrafe político”– se iba deslizando hacia la bronca.
Mientras el PP y Vox defendieron suspender todos los actos, tal como se hizo en el Senado, donde la Mesa acordó por unanimidad levantar el pleno, igual que hicieron los parlamentos autónomos, incluido el catalán, los grupos del Congreso se enfrentaron. Y, al no haber consenso, Armengol optó por la continuidad a partir del punto siguiente: el debate y convalidación del real decreto ley para renovar el consejo de RTVE.
La indignación del PP fue mayúscula y, a la misma hora de la reanudación de la sesión parlamentaria, su presidente, Alberto Núñez Feijóo, convocó a los medios en el escritorio de la Cámara para anunciar que sus diputados abandonarían el hemiciclo ante la “actitud despreciable” del Gobierno y el PSOE. “Hemos parado por un número mucho menor de fallecidos. No entiendo el respeto selectivo a las víctimas. No participo de este tipo de políticas”, argumentó.
“No entiendo el respeto selectivo a las víctimas”, dice Feijóo tras ordenar a los suyos dejar la Cámara
Sin embargo, para los socialistas, aunque luego acabaron decretando tres días de silencio, también en las redes sociales, en señal de respeto a las víctimas, había que seguir trabajando pese al temporal que ha arrasado la Comunidad Valenciana, la Mancha y una parte de Andalucía. “La actividad legislativa continúa, como la labor profesional de cualquier otro trabajador”, justificó Patxi López, el portavoz del PSOE, para quien ante una catástrofe tan extraordinaria, “a quien hay que liberar” de la actividad parlamentaria es al Gobierno, ya que es el que tiene “la obligación de estar actuando y las competencias y la capacidad para hacerlo”.
Ante el choque frontal entre PP y PSOE, los grupos minoritarios eligieron no incrementar el ruido, si bien en los pasillos del hemiciclo, algunos diputados, como Gabriel Rufián, de ERC, aprovecharon para señalar las responsabilidades políticas de la tragedia: “Hay gobiernos que privatizan y desmantelan cuando llegan a instituciones y hay gobiernos que se vanaglorian de hacer eso, y hay empresas grandes que obligan a sus trabajadores a ir a trabajar en mitad de alertas rojas por lluvia, y creo que eso no es sacar rédito de nada, se puede decir ya”.
“Existe la obligación de proteger la vida de los trabajadores”, sostuvo, asimismo, Yolanda Díaz. “Por encima de todas las circunstancias, nadie tiene que trabajar corriendo un riesgo en su vida”, concluyó la ministra de Trabajo. Y la diputada valenciana Águeda Micó, portavoz adjunta de Sumar, terció asegurando que ya habrá tiempo “de pedir responsabilidades políticas”.
Tras la polémica por el mantenimiento de la agenda, y ya sin el PP ni Vox en el hemiciclo, el pleno extraordinario sobre Radio Televisión Española discurrió de forma extraña pero ágil. Entre la reducción del número de turnos de palabra y la notable sintonía general –solo quebrada por el diputado del BNG, Néstor Rego–, el PSOE, Sumar, PNV, EH Bildu, ERC y Junts sumaron fuerzas para aprobar el decreto ley que cambia las mayorías para la elección de los miembros del consejo de administración de RTVE por 175 votos a favor y solo uno en contra.
Apenas terminado el pleno, y con el plazo límite de las dos del mediodía a punto de expirar, el PSOE y sus socios registraron en la Mesa del Congreso una lista de once candidatos a consejeros de RTVE. En ella, figuran el presentador televisivo y excandidato al Parlament por Junts pel Sí y al Senado por CDC Miquel Calçada (conocido como Mikimoto), el periodista y excolaborador de Oriol Junqueras Sergi Sol y el anterior director de contenidos de la corporación, José Pablo López, cesado tras la controversia que generó la incorporación del humorista David Broncano al ente público.
La lista completa quedó así: el citado José Pablo López, la cantautora Rosa León, la directora de comunicación del Ministerio de la Presidencia, Esther de la Mata, y las periodistas Angélica Rubio y Mercedes de Pablos, a propuesta del PSOE; Miquel Calçada, por Junts; Sergi Sol, por ERC; la exdiputada por los comunes Marta Ribas y la periodista María Teresa Martín, vinculada a Comisiones Obreras, por Sumar; el locutor de radio Mariano Muniesa, por Podemos, y la periodista María Roncesvalles Solana, por el PNV. Mientras que Concepción Cascajosa, actual presidenta interina que ha ejercido como consejera, no está entre las candidaturas.
El pacto del Ejecutivo con sus socios impidió que el PP incluyera candidatos propios en la lista del Congreso. De este modo, tendrá que conformarse con ocupar los cuatro puestos reservados al Senado, donde tiene mayoría absoluta. “Mientras España está de luto, el Gobierno y sus socios se reparten el pastel del consejo de RTVE para tener un control absoluto de los medios públicos”, tuiteó Tellado.
A partir de aquí, el calendario oficioso establece que los aspirantes sean examinados en audiencia pública por la Cámara Baja la próxima semana y, luego, sometidos a votación en el pleno del 12 de noviembre.
“La actividad legislativa sigue, como la de cualquier otro trabajador”, argumenta el PSOE
El decreto ley aprobado ayer dispone que la dedicación de los seleccionados sea exclusiva y establece que los nuevos consejeros necesitan el apoyo de dos tercios del Congreso (233 diputados) para ser elegidos en primera vuelta. De no lograr este umbral, bastará con que obtengan mayoría absoluta (176 votos) en una segunda votación.
Finalmente, el Congreso designará entre los consejeros electos a quien asumirá la presidencia de RTVE. Si en la primera votación no logra un mínimo de 233 votos, también podrá ser elegido con mayoría absoluta.