El enfrentamiento entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, se ha trasladado este Doce de Octubre al interior del Palacio Real de Madrid, donde ambos han participado, después de asistir bajo una intensa lluvia al desfile militar por el paseo del Prado, en la recepción que, con motivo de la Fiesta Nacional, han ofrecido los reyes Felipe VI y Letizia a unas 1.300 personalidades.
“El Gobierno está actuando con contundencia, la diferencia es cómo se ha actuado antes”, se ha defendido Sánchez de los ataques a raíz del caso Koldo recibidos por parte de Feijóo, que le ha pedido la renuncia, y del ultraderechista Santiago Abascal, a los que ha calificado de “Torquemadas”, en alusión a la época de la Inquisición. En este sentido, el jefe del Ejecutivo ha subrayado que su responsabilidad es colaborar con la justicia y ha reiterado que como secretario general del PSOE ya pidió el acta del exministro José Luis Ábalos y procedió a su expulsión del partido. “Lo importante cuando existen casos de corrupción es no esconderlos y asumir la responsabilidad”, ha sentenciado.
“No hay que olvidar cuál ha sido la respuesta a PSOE. Tardamos cinco días en pedir el acta de Ábalos y actuamos con contundencia, prontitud y absoluta transparencia”, ha explicado Sánchez a los periodistas, ante los que ha defendido su acción de gobierno. En los seis años que lleva en el poder, su Gabinete “está haciendo muchas cosas por el país”, ha señalado.
Con todo, Sánchez ha desvinculado el cese del que fue su primer ministro de Transportes de lo ocurrido en Barajas con la llegada de la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, y los demás episodios que el informe de la Guardia Civil está relacionando y ha argumentado que se produjo porque el Gobierno necesitaba un “revulsivo” tras el desgaste sufrido a causa de la pandemia.
“Cuando estás en estas responsabilidades, lo personal me lo quedo para mí”, ha argumentado al respecto, al tiempo que ha planteado aquel relevo como parte de “un cambio en profundidad que necesitaba acompasarse al momento”.
En cuanto a los presupuestos, el presidente ha reiterado que hace dos días dijo a la oposición que quedan mil días de legislatura por delante y se ha mostrado esperanzado de lograr su aprobación: “Desde la investidura el Gobierno ha ganado todas las batallas políticas” que definen su acción legislativa, ha asegurado, recordando que desde el 23-J había voces que señalaban que no se iba a “frenar a la ultraderecha” ni a “formar gobierno” o que la amnistía, la renovación del Poder Judicial o los fondos europeos iban a “descabalgarlo” tras las europeas.
Y sobre el próximo congreso del PSOE, ha augurado que “habrá una renovación”. Para Sánchez, en el horizonte del partido se deben plantear propuestas que retroalimenten el discurso y la acción del gobierno, y para ello prepara una “renovación discursiva y de equipos” en la próxima cita congresual. “Hay mucha unidad en el partido”, ha afirmado pese a las fricciones internas que los líderes socialistas de Castilla y León y la Comunidad de Madrid han evidenciado estos días.
La presencia del president en el 12-O: “Catalunya vuelve”
También ha destacado Sánchez la presencia del presidente de la Generalitat, Salvador Illa, en los actos de la Fiesta Nacional en Madrid, que significan que “Catalunya vuelve” tras catorce años de ausencia. Y el mismo president, que estuvo en una recepción previa cuando era ministro de Sanidad, ha querido subrayar que su presencia en un día como hoy en la capital quiere implicar a Catalunya en un modelo de España “plural y diversa”.