El Gobierno ha alcanzado un acuerdo con EH Bildu, al que previsiblemente se sumarán el resto de socios parlamentarios, para modificar los cuatro polémicos puntos que mantenían encallada la reforma de la ley de Seguridad Ciudadana, la conocida como ley mordaza. El acuerdo se centra en la prohibición de las pelotas de goma, la limitación de las devoluciones en caliente, de las sanciones por faltas de respeto a los agentes y desobediencia a la autoridad.
Unas líneas rojas que fueron dibujadas por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, durante las anteriores legislaturas pero que ahora se ven completamente difuminadas para lograr el consenso necesario con el que modificar la norma aprobada en el 2015 por mayoría absoluta gracias a la mayoría absoluta del Partido Popular.
Se desbloquea la reforma
Fueron estos cuatro puntos los que hicieron fracasar precisamente el último intento para reformar la ley en marzo de 2023. Entonces, ERC y EH Bildu votaron en contra de que el texto avanzase en su tramitación parlamentaria al considerarlo “insuficiente” al no retocar los aspectos que consideraban más lesivos de una norma que desde su aprobación hasta finales de 2022 ha sido la herramienta para imponer casi dos millones de multas.
Aquel texto que terminó en papel mojado recogía los avances alcanzados por PSOE, Unidas Podemos, ERC, PNV, Junts y EH Bildu para modificar 36 de los 54 artículos de la ley. Menos los cuatro puntos con los que ahora se han acercado posturas.
Los artículos que más sanciones acaparan
Los artículos a reformar son los que más sanciones acaparan, dejando a un lado el consumo de estupefacientes. La portavoz de EH Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, y el diputado Jon Iñarritu, que han ofrecido los detalles en rueda de prensa, se han congratulado por el acuerdo que permitirá reformar una ley que va camino de cumplir los diez años, con más vigencia durante gobiernos progresistas que conservadores. “Es un gran día”, han incidido.
En cuanto a las faltas de respeto a la autoridad, se modifica el artículo 37 de la norma para recoger que serán infracciones leves los insultos o injurias cuyo destinatario sean un miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, cuando estas conductas no sean constitutivas de delito. El nuevo texto recogerá que la infracción se dará cuando se trate de “expresiones relevantes, sin que pueda considerarse sancionable la sola disconformidad con un mando legítimo”. Además, se dejará sin efectos la multa cuando el sancionado “acceda a retractarse o disculparse” por sus expresiones.
Infracciones leves
La desobediencia pasará de infracción grave a leve, estableciendo que esta deberá ser “manifiesta, clara y objetivable”. Será infracción leve “la resistencia a la autoridad o sus agentes utilizando oposición corporal cuando se trate de la negativa a cumplir una orden legal o ajustada a la legalidad o al ordenamiento jurídico”, y cuando no sea constitutiva de infracción penal.
Alternativas a las pelotas de goma
Otro de los escollos que han salvado EH Bildu y el Gobierno es el uso de material antidisturbios. En el acuerdo se recoge que se termina con el uso de las pelotas de goma, sustituyéndose por “medios menos lesivos”. En la rueda de prensa, Aizpurua e Iñarritu han evitado responder si a su formación les valdría la sustitución de las pelotas de goma por el foam, como ya se hizo en Catalunya o el País Vasco. El Gobierno tendrá el encargo de desarrollar unos nuevos protocolos específicos “de acuerdo con los estándares internacionales”. Se tratará, según queda pactado, “siempre de los medios menos lesivos para las personas, evitando aquellos que causen lesiones irreparables”. El foam ha causado, en alguna ocasión reciente, que algún manifestante pierda un ojo, como sucedió en las protestas del rapero Pablo Hasel.
Devoluciones en caliente
Por último, el Gobierno y Bildu han pactado que en el plazo de seis meses se aborde la modificación de la ley de Extranjería para establecer nuevos criterios para realizar las expulsiones de migrantes en frontera, las llamadas devoluciones en caliente. Una nueva disposición recogerá el compromiso de habilitar lugares en los pasos fronterizos de Ceuta y Melilla para que los migrantes que lleguen a las vallas puedan ser identificados para evaluar sus solicitudes de asilo.
PNV y Junts anuncian enmiendas y Podemos ve un “retoque estético”
La reforma de la ley deberá contar con el beneplácito de los socios de la investidura y las posibles dificultades pueden llegar de Junts y PNV que han anunciado enmiendas, y Podemos, que ve en el nuevo texto un “retoque estético”.
En este sentido, Miriam Nogueras, portavoz de Junts, ha subrayado que su formación “siempre” ha defendido la derogación de esta norma así como una “ley democrática de seguridad ciudadana para Catalunya” y ha avanzado que presentarán enmiendas al texto acordado, porque su partido “negocia, no hacen adhesiones”.
El portavoz del PNV, Aitor Esteban, ha mostrado su malestar por no haber formado parte de las negociaciones, pero ha subrayado que “lo importante es que salga adelante la reforma”, por lo que firmarán la iniciativa. No obstante, ha avisado de que presentarán enmiendas ya que hay dos asuntos que, a su juicio, necesitan una mayor reflexión: el principio de autoridad, que cree que “debe mantenerse porque es fundamental para el orden público y el respeto a las policías”; y el concepto de injurias y calumnias, que debe “acotarse”.
Más crítico se ha mostrado el secretario de Organización de Podemos, Pablo Fernández, quien ha calificado el acuerdo de “retoque estético” porque no deroga la ley mordaza, al tiempo que ha anunciado que votarán en contra si no se incluye la prohibición “expresa” del uso de balas de goma y las devoluciones en caliente. Critica además que quede fuera la derogación de las devoluciones ilegales de personas migrantes.
