Vamos a acabar con la concepción bananera del gobierno, de las instituciones y de la ley”, prometió en la Carballeira de San Xusto, centenario robledal de Cotobade, en Pontevedra, Alberto Núñez Feijóo.
El líder de la oposición no ve otra salida a la “decadencia” a la que Pedro Sánchez ha llevado a España que la dimisión del presidente y la convocatoria de elecciones, apenas un año después de las últimas generales. “Dimitir y convocar son los dos únicos verbos que debería conjugar” el jefe del Ejecutivo, dijo Feijóo, aunque no lo hará porque le faltan la “integridad” y la “honestidad” necesarias.
Tras glosar los logros en los objetivos del año pasado, cuando el cónclave de inicio de curso se celebró en Soutomaior, el presidente del PP se fijó para este llegar a la Moncloa: “Una mayoría de españoles no están dispuestos a caer en las trampas de los falsos relatos del Gobierno. Si estamos todos a una, el cambio llegará”, prometió.
La financiación de Catalunya será el ariete de la oposición en su pertinaz campaña de desgaste
Cuando se presente ese momento y termine el “tiempo de descuento” en el que se halla el Ejecutivo de izquierdas, es decir, cuando “el independentismo pite el final del partido”, el líder del PP se comprometió a estar preparado: “No creo que sea bueno ser presidente del Gobierno sin haber estado en la oposición”, afirmó, haciendo de la necesidad virtud y reivindicando, una vez más, su insuficiente victoria en el 2023.
“En el partido de ida ya sabemos lo que pasó: ganamos, pero ellos recurrieron a cambios tramposos de las reglas y a la compra de voluntades. Eso no volverá a ocurrir. Volveremos a ganar, y ganaremos con la ventaja suficiente para gobernar”, exclamó ante los dos mil militantes congregados en el ancestral bosque gallego.
“El PP seguirá defendiendo lo que ha dejado de defender el PSOE: la igualdad frente a los privilegios”, sin “venderse por nada ni por nadie”, continuó el jefe de la oposición, que, sin aludir ni una vez a la amnistía por el proceso independentista, centró su discurso en la financiación singular pactada en Catalunya por PSC y ERC.
Y es que en el reparto de recursos entre los distintos territorios del Estado ha de prevalecer la igualdad y la solidaridad, defiende el PP, que ante la eventualidad de que alguno de sus gobiernos regionales, como se ha planteado para la infrafinanciada Comunidad Valenciana, opte también por una negociación bilateral, dejó claro, con la presencia en el acto del valenciano Carlos Mazón, su unidad de criterio. “España es plural y diversa”, asumió el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, pero descartó que “hablando separadamente con todos o con alguno” vayan a conseguir dividir al partido.
“Galicia no va a renunciar a nada de lo que le corresponde. No se tomará ninguna decisión que perjudique al conjunto. Nadie va a conseguir que nos peleemos por los restos del banquete del independentismo”, auguró Rueda antes de dar paso a Feijóo, que el próximo viernes reúne en Madrid a todos sus barones para tratar de fijar una posición común. De momento, ayer, además del anfitrión y el valenciano, solo estuvo en el mitin campestre el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco.
“Yo no sé cómo acabará el PSOE”, aseguró Feijóo sobre el adelanto del congreso federal decidido por Sánchez. “Tiene pinta que con la purga de todo el que le tose”, vaticinó, y, pese a que el PP tiene pendiente el suyo y actualizar su programa, presumió de presidir “un partido unido y con principios”.
Lee también
