Macron y la cumbre cubista

Cuaderno de Madrid

Macron y la cumbre cubista

Emmanuel Macron quiere visitar el Museu Picasso de Barcelona una vez concluida la cumbre hispano-francesa del próximo jueves. El presidente tiene un especial interés en la exposición temporal sobre el legado del marchante de arte Daniel-Henry Kahnweiler, enamorado del cubismo y gran promotor de la obra de Pablo Picasso y de otros artistas de vanguardia que dieron brillo a París entre las dos guerras mundiales. La exposición reúne más de cien obras de distintos autores que nutrieron la colección particular de Kahnweiler y que hoy enriquecen los fondos del Centro Pompidou. Macron quiere darse un baño de Picasso en Barcelona antes de regresar a los baños de vapor de París. El día 19 será una jornada caliente más arriba de los Pirineos. Si la situación política en España es complicada, la de Francia no le va a la zaga. Todos los sindicatos han convocado una jornada de huelga en protesta por la subida progresiva de la edad mínima para la jubilación, de los 62 a los 64 años en 2030.

Macron acudirá al museo acompañado por los medios de comunicación franceses que se desplazarán a Barcelona para informar de la cumbre. El presidente contemplando la pintura cubista: esa será una de las imágenes de la jornada. El Eliseo tiene mucho interés en la conmemoración del cincuenta aniversario de la muerte de Picasso, fallecido en la localidad de Mougins (departamento de los Alpes Marítimos), el 8 de abril de 1973. Los gobiernos de España y Francia han pactado un programa de actividades con más de 40 exposiciones en distintos países y dos congresos académicos.

El presidente francés quiere visitar el Museu Picasso al concluir la cumbre de Barcelona

La cumbre se podría haber celebrado en Málaga, ciudad natal de Picasso, pero Pedro Sánchez insistió en Barcelona. Correspondía a la parte española escoger el lugar de la reunión, puesto que la última cumbre bilateral se celebró en Montauban, la ciudad francesa en la que murió y se halla enterrado Manuel Azaña. Málaga presentaba otro inconveniente: en 2017 ya fue sede de una reunión de alto nivel entre los gobiernos de España y Francia, encabezada por Mariano Rajoy y François Hollande. Además de un temario, cada una de esas cumbres tiene una atmósfera, un acento. En Málaga, Rajoy dispuso que la Legión rindiese honores e interpretase los himnos nacionales de ambos países. No será así en Barcelona.

La parte francesa no puso ningún inconveniente a que la reunión se celebre en la capital catalana, conscientes del significado político de la elección de Sánchez. “Ningún inconveniente, al contrario”, han reafirmado esta semana fuentes de la embajada de Francia en España. No hay ningún temor. La oficialidad francesa se abstiene de comentarios políticos y observa con manifiesta “indiferencia” la manifestación convocada por distintas organizaciones y entidades independentistas en la avenida de la Reina Maria Cristina, para protestar por la celebración de la cumbre en Barcelona, iniciativa que consideran una “provocación” de los gobiernos español y francés.

Pablo Picasso y Daniel-Henry Kahnweiler

Picasso y el marchante David-Henry Kahnweiler, ataviado con unas trenzas

Jacqueline Picasso

Esta convocatoria, apoyada por Esquerra Republicana, ha sido desdramatizada por la decisión del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, de participar en la cumbre en tanto que anfitrión. En un alarde táctico que roza los confines de la física cuántica, ERC estará en dos escenarios antagónicos al mismo tiempo: protestando contra la “provocación” hispano-francesa y saludando diplomáticamente a Macron y Sánchez. “Partido de lucha y de gobierno”, se decía en los años setenta. Esquerra es así y eso irrita muchos a las demás ramas del independentismo, sobre todo a la rama originaria de Convergència, que en estos momentos jugaría gustosamente el mismo papel si pudiese y no hubiese tomado la alocada decisión de abandonar el Consell Executiu de la Generalitat.

Hay consternación por el doble juego de ERC. La publicación digital Vilaweb comparaba ayer a Aragonès con Giulio Andreotti, en el plano del cinismo, lo cual delata un notable desconocimiento de la política italiana en los años duros. Será interesante ver qué candidatos a la alcaldía de Barcelona acuden a la manifestación del jueves, tras conocerse la interesante encuesta que publica hoy La Vanguardia sobre las elecciones municipales en Barcelona el próximo mes de mayo.

Dos días después de la cumbre de Barcelona se celebrará una manifestación en Madrid para exigir la cabeza de Sánchez por su política respecto a Catalunya. “¡Gobierno ilegítimo!”. La bandera la lleva Vox, que prepara una segunda moción de censura. El Partido Popular deberá decidir si se suma de manera visible al frente bolsonarista español. Tercera foto de Colón.

Al día siguiente, domingo 22, cumbre franco-alemana en el palacio del Elíseo. Emmanuel Macron y Olaf Scholz intentarán restablecer el liderazgo franco alemán en una Europa que vuelve a ser cubista. El marchante David-Henry Kahnweiler, protector de Picasso, era judío alemán. Logró sobrevivir.

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