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Puigdemont rompe su silencio y garantiza su "lealtad" a Aragonès

Catalunya

El expresidente de la Generalitat lamenta la falta de unidad independentista y admite que las negociaciones, de las que se quiso mantener al margen, "no han sido nada fáciles"

Imagen de archivo de Carles Puigdemont en una entrevista 

John Thys / AFP

Era un silencio ensordecedor. Desde el minuto uno hasta la materialización del pacto, durante más de tres meses de tediosas negociaciones, Carles Puigdemont no ha abierto la boca sobre sobre los contactos entre ERC y JxCat que han acabado con la investidura este viernes de Pere Aragonès como 132.º presidente de la Generalitat. Y una vez investido, ahora ya sí, el que fue el 130.º president ha roto su silencio para manifestar su opinión en una carta dirigida a la militancia de Junts.

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Y lo ha hecho queriendo dejar claro, ya de inicio, su "lealtad", y la de todo el partido que dirige, con el nuevo jefe del Ejecutivo catalán. La etapa que viene, ha avisado, llega "cargada de retos" y "la aportación de Junts será determinante".

Con todo, Puigdemont admite en la misiva que "el recorrido hasta el acuerdo no ha sido nada fácil": más de tres meses de tira y aflojas entre republicanos y posconvergentes que por momentos pareció saltar por los aires días antes de que Pere Aragonès y Jordi Sànchez recondujeran la situación para repetir la coalición. "Ha habido grandes dificultades que han puesto en riesgo muchas cosas", reconoce el expresidente de la Generalitat. "Y algunas continúan así [en riesgo]", añade.

Nuevo Govern

El eurodiputado de JxCat tacha de "falsa e inmoral" su presunta voluntad de tutelar a Aragonès desde el Consell per la República

Uno de ellos ha sido el papel del Consell per la República, que él mismo preside. Puigdemont ha cargado duramente contra la "narrativa falsa y perversa" de que su principal preocupación fuera lograr la tutela del Govern y el presidente de la Generalitat. "Es falso e inmoral", critica, afeando que se haya sumado a ello no solo "todo el unionismo", sino también "sectores del independentismo".

Esta es la razón, ha esgrimido Puigdemont, de que pidiera ya desde un inicio no formar parte del proceso negociador y guardar silencio, al entender que ello favorecía el eventual pacto.

Desde Bélgica

Puigdemont deplora que la "desunión" independentista ha sido "más dolorosa que la propia represión"

Puigdemont subraya que para él la "desunión" en el independentismo ha sido "más dolorosa que la propia represión" y su traslado a Bélgica desde otoño de 2017. "Es una de las preocupaciones que más me quitan el sueño, sobre todo esa que ha sido trabajada a consciencia porque la paga toda Catalunya y tiene efectos generalizados".

"La unidad, lo reconozco, es una prioridad tan difícil de alcanzar como de otro modo irrenunciable", insiste el también presidente del Consell per la República, que receta "respeto, confianza y lealtad" mutua entre socios independentistas para avanzar juntos en el proceso de autodeterminación. "Si esto se rompe o se debilita el resultado es el recelo permanente, la parálisis política y, al final, el enfrentamiento. Nada bueno", afea Puigdemont.

Puigdemont

El expresident avisa que la "batalla sin freno" entre fuerzas independentistas "avergüenza internamente" pero además "es muy desconcertante" de puertas afuera

El presidente de Junts admite que a lo largo de los últimos tres años y medio, desde otoño de 2017, esta cadena "se ha ido debilitando hasta romperse", provocando una "batalla sin freno que avergüenza internamente y es muy desconcertante desde fuera, donde nadie sale bien parado".

Es por ello que el expresident lanza un aviso: "El éxito de este Govern no se medirá solo en la obra realizada ni en las políticas desplegadas, se basará también y quizás ahora más que nunca, en su capacidad para restaurar todo aquello que ha sido deteriorado".

Catalunya

Puigdemont avisa que el éxito del nuevo Govern no dependerá tanto de su obra y políticas, sino de la capacidad por recoser el independentismo

En este sentido, Puigdemont recalca que las elecciones catalanas del 14-F "no las ganó ningún partido independentista, ni ERC, ni Junts ni por descontado la CUP", sino que, a su juicio, "el claro ganador fue el movimiento independentista en su conjunto y diversidad", que logró por primera vez superar la barrera del 50% de los votos. "Por lo tanto, ningún acuerdo ni estrategia se puede basar en la hegemonía de un determinado partido", completa.

Aún así, Puigdemont concede a ERC que "el objetivo acordado por el independentismo" es ahora la negociación con el Gobierno español con la autodeterminación y la amnistía como metas. Algo que, dicho sea de paso, el eurodiputado de JxCat cree que sería "mucho más eficaz" abordar habiéndose presentado de forma conjunta en las elecciones. 

Puigdemont

El líder de Junts acepta que "ahora mismo" la estrategia pasa por negociar con la Moncloa, aunque cree que "el Estado no tiene ninguna voluntad"

En cualquier caso, el líder de Junts avisa que "el Estado no tiene ninguna voluntad de abordar con honestidad y ganas un proceso de negociación" y desliza que, sea cuál sea la respuesta, confía que el nuevo Govern "sabrá corresponder a las expectativas del pueblo de Catalunya". Y es que cabe recordar que los posconvergentes han manifestado por activa y por pasiva su total escepticismo en la negociación con la Moncloa, apostando por la vía unilateral.