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Meritxell Serret se fue de Bruselas con el máximo sigilo

1-O

Nadie en la delegación de la Generalitat sabía de su marcha

Meritxell Serret se entrega al Supremo para afrontar la causa del 'procés'

Meritxell Serret abandonó Bruselas con el máximo sigilo. Su traslado a Madrid para personarse ante el Tribunal Supremo, que realizó íntegramente en un coche con el que cruzó la frontera de noche, no lo conocía nadie en la delegación de la Generalitat en la capital comunitaria. Ni los más próximos en la delegación, ni su personal de confianza conocía sus intenciones. Quien sí lo sabía era el presidente de ERC, Oriol Junqueras.

El martes pasó a recoger sus cosas por el despacho porque dejaba el cargo para pasar a ejercer de diputada en el parlament, y siguió celebrando algunas actividades vía telemática, aunque desde el miércoles se encontraba en Euskadi. Alegó que no se encontraba bien para que nadie supiera que había abandonado Bélgica. 

La exconsellera Meritxell Serret, huida en Bélgica desde octubre de 2017, a su salida del Tribunal Supremo, tras comparecer este jueves voluntariamente.

Zipi / EFE

Hasta ayer mismo, incluso mantuvo su agenda de reuniones supuestamente para evitar levantar sospechas. Es el caso de reuniones que tenía programadas ayer por la tarde en la delegación, a las que no asistió sin indicar razón alguna tampoco a posteriori.

La sorpresa ha sido absoluta entre los trabajadores de la delegación que se han enterado por los medios de comunicación de que se había personado ante el Supremo. Mertixell Serret era la delegada de la Generalitat hasta esta misma semana, mandato que termina en el momento en que tome posesión de su acta de diputado en el parlament.

Dejaba el cargo al recoger el acta de diputada

El martes recogió sus cosas de la delegación, pero sin comentar que abandonaría Bélgica

Serret fue nombrada delegada de la Generalitat en Bruselas en junio de 2018, cuando ya llevaba varios meses en Bélgica a donde se trasladó junto con Carles Puigdemont, Toni Comín y Lluís Puig para evitar las órdenes de detención que iban a dictarse contra ellos. Al frente de la delegación ha tenido la difícil tarea de pilotar las relaciones con las instituciones europeas en un período de alta tensión por la situación política en Cataluña.

La exconsellera de Agricultura fue procesada por los delitos de malversación de caudales públicos y desobediencia. Sin embargo, desde la sentencia del 14 de octubre de 2019, no se ha dictado ninguna euroorden contra ella. A su departamento no se le atribuyen pagos concretos relacionados con el referéndum del 1-O y los procesados que fueron juzgados en esa misma situación fueron condenados por desobediencia pero absueltos de malversación.

Serret se ha puesto a disposición del Tribunal Supremo para regularizar su situación procesal de rebeldía.