Meritxell Serret se fue de Bruselas con el máximo sigilo
1-O
Nadie en la delegación de la Generalitat sabía de su marcha
Meritxell Serret se entrega al Supremo para afrontar la causa del 'procés'
Meritxell Serret abandonó Bruselas con el máximo sigilo. Su traslado a Madrid para personarse ante el Tribunal Supremo, que realizó íntegramente en un coche con el que cruzó la frontera de noche, no lo conocía nadie en la delegación de la Generalitat en la capital comunitaria. Ni los más próximos en la delegación, ni su personal de confianza conocía sus intenciones. Quien sí lo sabía era el presidente de ERC, Oriol Junqueras.
El martes pasó a recoger sus cosas por el despacho porque dejaba el cargo para pasar a ejercer de diputada en el parlament, y siguió celebrando algunas actividades vía telemática, aunque desde el miércoles se encontraba en Euskadi. Alegó que no se encontraba bien para que nadie supiera que había abandonado Bélgica.
Hasta ayer mismo, incluso mantuvo su agenda de reuniones supuestamente para evitar levantar sospechas. Es el caso de reuniones que tenía programadas ayer por la tarde en la delegación, a las que no asistió sin indicar razón alguna tampoco a posteriori.
La sorpresa ha sido absoluta entre los trabajadores de la delegación que se han enterado por los medios de comunicación de que se había personado ante el Supremo. Mertixell Serret era la delegada de la Generalitat hasta esta misma semana, mandato que termina en el momento en que tome posesión de su acta de diputado en el parlament.
Dejaba el cargo al recoger el acta de diputada
El martes recogió sus cosas de la delegación, pero sin comentar que abandonaría Bélgica
Serret fue nombrada delegada de la Generalitat en Bruselas en junio de 2018, cuando ya llevaba varios meses en Bélgica a donde se trasladó junto con Carles Puigdemont, Toni Comín y Lluís Puig para evitar las órdenes de detención que iban a dictarse contra ellos. Al frente de la delegación ha tenido la difícil tarea de pilotar las relaciones con las instituciones europeas en un período de alta tensión por la situación política en Cataluña.
La exconsellera de Agricultura fue procesada por los delitos de malversación de caudales públicos y desobediencia. Sin embargo, desde la sentencia del 14 de octubre de 2019, no se ha dictado ninguna euroorden contra ella. A su departamento no se le atribuyen pagos concretos relacionados con el referéndum del 1-O y los procesados que fueron juzgados en esa misma situación fueron condenados por desobediencia pero absueltos de malversación.
Serret se ha puesto a disposición del Tribunal Supremo para regularizar su situación procesal de rebeldía.
Iñigo Iruin, histórico abogado de la izquierda abertzale
Logró encarcelar a Rodríguez Galindo
El abogado Iñigo Iruin (San Sebastián, 1953) es un histórico abogado -con una gran reputación entre las esferas judiciales de la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo- por su tarea profesional en juicios de terrorismo contra la banda terrorista ETA o la izquierda abertzale, entre los que destaca el caso Lasa y Zabala o el caso Bateragune.
Ha defendido también a Arnaldo Otegi y en su labor política -desde que en 1984 fuese elegido diputado de Herri Batasuna en las elecciones al Parlamento Vasco- fue partícipe de las conversaciones entre ETA y el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
Considerado uno de los rostros más influyentes de la izquierda abertzale -junto a nombres como Rufi Etxeberria, Arnaldo Otegi y Rafael Díez Usabiaga-, el abogado de 67 años consiguió tras su paso por el Senado (entre 1989 y 1993) encarcelar a Enrique Rodríguez Galindo -recientemente fallecido- como responsable del secuestro y asesinato de Lasa y Zabala.
Es el autor de los estatutos de Sortu, que fueron presentados en un acto donde se rechazó el uso de la violencia -incluida la de ETA-, y realizó la defensa para la legalización de Bildu.