El Re y ha recordado este jueves, en la entrega del premio Pelayo al exministro y jurista Tomás de la Quadra- Salcedo, que el Estado de Derecho, base del sistema democrático, significa también “el sometimiento de los poderes públicos a la Ley, el rechazo de la arbitrariedad y de la discriminación por razón de nacimiento, raza, sexo o religión”. El galardón, que en anteriores ocasiones han recibido, entre otras personalidades del mundo del derecho como Antonio Hernández-Gil, Fernando Ledesma, Gregorio Peces-Barba, Miguel Herrero de Miñón y Emilia Casas, además de la trayectoria en el ámbito jurídico, la contribución a la sociedad española.
El jefe del Estado ha comenzado sus palabras recordando la figura del ex presidente del Congreso Landelino Lavilla, fallecido el pasado mes de abril, que fue durante años presidente del jurado del premio Pelayo, además de haberlo recibido en 2003. En él ha reconocido a los grandes juristas, “cuya labor”, ha dicho, “tiene un profundo significado porque España es un Estado de Derecho pleno y moderno. “El respeto al Derecho”, ha continuado Felipe VI, “es y debe ser siempre insignia, emblema y distintivo de nuestra convivencia como pueblo”.
En su discurso, pronunciado ante representantes de las altas instituciones, el Rey ha recordado que “el Estado de Derecho no puede ser para nosotros algo rutinario, neutro y mecánico; tampoco ajeno a los valores, ni insensible ante las necesidades sociales.” Y, ha añadido que, por tanto, “ debe alcanzar los altos ideales de libertad, justicia, igualdad y pluralismo político inherentes a la dignidad de la persona” . “Ha de impregnar las relaciones entre las personas de cualquier condición, trabajadores o empresarios, pequeñas sociedades o grandes corporaciones, así como también entre los entes públicos, sean administración general del Estado, Comunidades Autónomas o entidades locales “
El Rey se ha dirigido especialmente a los representantes del poder judicial , al señalar que ”la garantía jurisdiccional por los jueces y tribunales de los derechos de cada uno y del cumplimiento de sus deberes viene a ser la coronación del Estado de Derecho, que alcanza su más alta expresión institucional en el Tribunal Constitucional y en el Tribunal Supremo”..Pero a éstos les ha recordado que su misión es “cultivar el sentido humano del derecho, que tiene el alto fin de proteger a las personas para que jamás sean degradadas ni pierdan su dignidad”-
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Al acto, celebrado con las medidas sanitarias indicadas, en la galería de Cristal del palacio de Cibeles, sede del ayuntamiento de Madrid, han acudido Meritxell Batet, presidenta del Congreso; María Pilar Llop, presidenta del Senado; Juan José González Rivas, presidente del Tribunal Constitucional; Carlos Lesmes Serrano, presidente del Consejo General del Poder Judicial; Juan Carlos Campo Moreno, Ministro de Justicia; José Luis Martínez-Almeida Navasqües, alcalde de Madrid; María Teresa Fernández de la Vega Sanz, presidenta del Consejo de Estado; María José de la Fuente y de la Calle, presidenta del Tribunal de Cuentas; Dolores Delgado García, fiscal general del Estado; Francisco Fernández Marugán, Defensor del Pueblo; Antonio Garrigues Walker, presidente del jurado del premio y José Boada Bravo, presidente de Mutua Pelayo, en su condición de anfitrión.