El compromiso del Rey y la Princesa con Catalunya

Análisis

El décimo aniversario de la ahora Fundació Princesa (antes Príncipe) de Girona se conmemora hoy en Barcelona. Será la primera vez en la que la princesa Leonor aparezca oficialmente en Catalunya y su estreno, también, pronunciando un discurso en catalán. Una ocasión, además, para ratificar la vinculación y el compromiso de la Corona con Catalunya a través de los títulos históricos que ostenta la heredera. Todos son motivos felices y, sin embargo, la ceremonia de entrega de premios que tendrá lugar esta tarde y la celebración, mañana, de los diferentes talleres de la jornada para jóvenes Talento atrae a talento se desarrollará en un clima de presión.

No habrá, o será escasa, presencia de representantes de las instituciones catalanas; se anuncian protestas y movilizaciones de grupos independentistas y, por motivos de seguridad, los Reyes y sus hijas, la princesa de Girona y la infanta Sofía, prácticamente no saldrán del recinto del Palau de Congressos de Catalunya donde tendrán lugar los diferentes actos y del hotel adyacente donde pernoctan desde anoche. La visita, además, ha estado precedida de una insólita petición de JxCat y ERC para que la Junta Electoral Provincial impidiera su celebración alegando que interfería en la campaña electoral, petición que fue denegada en razón del carácter institucional de la presencia de la familia real y al hecho, evidente, de que el Rey no tiene adscripción política.

Los Reyes y sus hijas presiden los actos por el 10.º aniversario de la Fundación Princesa de Girona

Desde el ámbito independentista se vienen sucediendo en las últimas semanas los reiterados mensajes en contra del Rey y de la Corona, sustentados por dirigentes políticos y líderes del procés . Hace algo más de un año, las jornadas organizadas por la Fundació Princesa de Girona tuvieron que salir de su marco habitual, el Auditori de Girona, porque el Ayuntamiento de la ciudad, dueño del equipamiento, se negó a alquilarlo a los organizadores. Los premios se tuvieron que entregar en un recinto de hostelería, propiedad de los hermanos Roca y las jornadas se trasladaron a las instalaciones de un hotel de Caldes de Malavella. Durante meses se intentó buscar un camino que permitiera seguir celebrando las jornadas en Girona, pero finalmente la única vía abierta conducía a Barcelona.

La celebración del décimo aniversario ha permitido justificar el traslado y, sobre todo, mantener la irrenunciable voluntad del Rey de seguir acudiendo a Catalunya en todas las ocasiones posibles, como siempre se ha hecho y se seguirá haciendo. Normalidad institucional frente a una coyuntura adversa. La presencia del jefe del Estado en Catalunya ha sido constante en los últimos años, aunque se ha visto afectada por el cada vez más evidente boicot de las autoridades catalanas y por las concentraciones de protesta convocadas por grupos minoritarios.

La programación de los actos de hoy y mañana se cerró hace casi un año y en ningún momento la Zarzuela consideró la suspensión o un aplazamiento. En el horizonte está que el próximo año, las jornadas vuelvan a celebrase en Girona tal y como desea el Rey, a quien lógicamente le hubiera gustado que la primera visita de Leonor a Catalunya se hubiera desarrollado en otro clima y quien, al mismo tiempo, considera que la situación es una buena, aunque dolorosa, lección de cómo afrontar y aceptar situaciones adversas que también las habrá en la vida de la heredera.

Hace poco más de dos semanas, los Reyes y sus hijas estuvieron en Oviedo con motivo de la entrega de los premios Princesa de Asturias. Hubo recibimiento popular en la plaza de la catedral, gaitas y fiesta a las puertas del hotel Reconquista y el camino hasta el teatro Campoamor se llenó de ciudadanos para compartir una fiesta en la que se exaltaba el compromiso y la tolerancia.

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