Podemos cree que Sánchez busca una investidura fallida para presionar a Cs y Rivera le insta a pactar con Iglesias
La investidura
El líder del partido naranja sitúa a su formación en la oposición y rechaza volver a reunirse con el presidente en funciones
Pedro Sánchez tiene ya en agenda un debate de investidura programado para el 22 y 23 de julio, tal y como ha anunciado este miércoles la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, tras un contacto telefónico con el jefe del Ejecutivo, que sigue en Bruselas por las negociaciones de la Comisión Europea.
El candidato del PSOE, no obstante, no tiene garantizados los apoyos necesarios para seguir como presidente del Gobierno. Unidas Podemos, a quienes los socialistas tildan de “socio preferente”, creen que Sánchez “camina a una investidura fallida sin negociar nada con nadie para presionar a Ciudadanos”. Al tiempo, aseguran que “no renuncian” a un “gobierno de coalición progresista” este mes de julio, en palabras de su portavoz, Irene Montero.
Además, Montero ha censurado que se anuncie la fecha de la investidura “sin comunicarlo antes a los grupos”, en referencia al menos a su grupo confederal, y ve que se ha cometido una “falta de respeto institucional innecesaria”. La formación morada enmarca todo ello en que “el interés del PSOE es más una investidura fallida que un acuerdo de Gobierno”.
La semana pasada el líder del partido morado pedía paciencia y “confianza” a los suyos y pronosticaba una investidura fallida en julio si el partido naranja se mantenía en su “no es no” y un acuerdo entre Unidas Podemos y PSOE en septiembre.
PP y Ciudadanos empujan a Sánchez al acuerdo con Unidas Podemos
El líder de Ciudadanos, por su parte, ha insistido en el pasillo de la Cámara Baja que su lugar está en la oposición y ha instado al PSOE a “no perder más el tiempo y no marear la perdiz”, sugiriendo a los socialistas que se pongan de acuerdo con Unidas Podemos. “Que negocie con sus socios, con quienes ya gobierna en varias comunidades y ayuntamientos”, ha señalado Albert Rivera.
“No tengo nada más que hablar con Sánchez, ya hemos hablado tres veces”, ha apuntado Rivera sobre la posibilidad de ser citado nuevamente por el presidente en funciones. En la última ocasión rechazó acudir a Moncloa, a diferencia de los populares.
También se ha quejado de que “llevamos más de dos meses perdidos” y ha acusado a Batet de “estar al servicio del PSOE” al programar la investidura casi tres meses después de las elecciones. Asimismo, ha censurado que no haya sesiones de control y ha reclamado que se pongan en marcha las comisiones parlamentarias del Congreso.
Casado señala que los acuerdos de Navarra condicionarán los del Congreso
Pablo Casado, por su parte, ha ofrecido la abstención o el apoyo de Navarra Suma en el Congreso -la coalición de PP, Cs y UPN cuenta con dos escaños que ostentan miembros de la formación regionalista- a cambio de que le dejen gobernar en Navarra. “Lo que pase en Navarra va a condicionar lo que pase en España”, ha señalado el presidente de los populares en una comparecencia junto a Javier Esparza.
En su intervención ha señalado que Podemos “es un partido homologable” mientras que EH Bildu, “no”, al tiempo asociaba a la formación abertzale a ETA. Por ello, apuntaba que si pactaba con el partido morado y otros partidos minoritarios en la Cámara como el PNV o Compromís, la coalición conservadora navarra podía abstenerse o apoyar la investidura para después pasar a hacer oposición. “Sánchez nos tendrá qué decir qué quiere hacer en España y con quién quiere gobernar. No puede pactar con EH Bildu y PNV en Navarra y pedir la abstención a PP y Ciudadanos en el Congreso”, ha rematado Casado, que como Rivera se ha referido a “dos meses perdidos”.
El líder de los populares ha desdeñado que se les presione para una abstención sin que los socialistas desvelen sus planes para España. “Las sesiones de investidura se pactaban, negro sobre blanco”, ha afirmado.