JxCat estrena marca en el Congreso esquivando el golpe de las encuestas
Elecciones generales
Con siete escaños, firman el suelo electoral del espacio convergente en Madrid
Elecciones Generales 2019 | Última hora de los resultados en directo
Las malas expectativas han jugado a favor de Junts per Catalunya. El sello capitaneado por Carles Puigdemont desde Bélgica y liderado por Jordi Sànchez, en prisión, y su número dos, Laura Borràs, en el ticket electoral, cosechó los peores resultados en el histórico del espacio convergente en la docena de elecciones generales. Sin embargo, la sensación en JxCat era de punto salvado en el último minuto, sobre todo tras los barómetros de campaña y el propio sondeo a pie de urna, ya que la práctica totalidad les hundía hasta un abismo que esquivaron al amasar siete escaños. Así lo admitía la propia Borràs durante los últimos días antes del 28-A: ‘las encuestas son tan malas que sólo podemos mejorar’. Y así fue: pese al récord negativo, driblaron al fantasma de los sondeos. “Es casi un milagro, hemos pulverizado a las encuestas”, repitió ayer la exconsellera de Cultura tras el tanteo final.
Con todo, los posconvergentes, que estrenaban la marca JxCat en unos comicios a las Cortes, no pudieron frenar la tónica que les ha llevado a perder representación en las tres elecciones generales de esta década: de los 16 escaños de CiU en 2011 –con un millón de votos– a los siete de ayer –con medio millón–, pasando por los ocho escaños en 2015 y 2016. Erosión que multiplica su alcance si se compara con la tendencia alcista de su competidor en la escena independentista, ERC, la gran triunfadora ayer en tierras catalanas. Para los republicanos, fueron, de hecho, las primeras palabras de Borràs: “Felicitamos a ERC, que ha ganado las elecciones en Catalunya con un muy buen resultado”, comenzó, antes de subrayar que JxCat se mantiene, cóctel que, aseguran, les deja buen gusto: “El país, que es lo que a nosotros nos importa, ha hecho un gran papel. Nunca antes como ahora habían entrado tantos diputados independentistas en Madrid”, siguió, tras acordarse también de “la meritoria campaña” de Front Republicà.
La pérdida de peso posconvergente en el Congreso no se tradujo en los datos brutos de voto, dado que JxCat también obtuvo su pequeña porción del jugoso pastel de sufragios que repartió el aumento de 14 puntos en la participación en Catalunya: “Los catalanes se han sentido interpelados y se demuestra que estas elecciones iban, sobre todo, de Catalunya”, avisó al principio de la noche la número tres de JxCat, Míriam Nogueras.
JxCat arrancó la carrera electoral con dos objetivos marcados en rojo en su agenda y salió del recuento con uno cumplido y otro no. La cara para los posconvergentes fue conservar representación en las cuatro circunscripciones, dato que no es baladí, porque concede escaño a dos exconsellers presos, Jordi Turull y Josep Rull, cabezas de lista por Lleida y Tarragona, respectivamente, y a quienes los sondeos ponían en duda su entrada en el Congreso. La apuesta de los posconvergentes para dar protagonismo a los presos salió bien y Borràs lo quiso enfatizar, agregando a ERC en la cuenta: “Se ha votado por Jordi Turull, Josep Rull, Jordi Sànchez y Oriol Junqueras”, enumeró.
La cruz para JxCat fue, por contra, quedarse lejos de cumplir el umbral del 15% en las cuatro demarcaciones para garantizar grupo propio en el Congreso, meta que ya se les escapó a CDC tres años atrás y les relegó al grupo mixto. El mapa les dio fuerza en Girona y Lleida, donde superaron el 20%, y les debilitó en Tarragona y, sobre todo, Barcelona, con el 12 y el 10%, respectivamente.
En el horizonte queda la incertidumbre del rol que podrá jugar JxCat en Madrid. Su voluntad de determinar una futurible investidura de Pedro Sánchez con la autodeterminación encima de la mesa queda a expensas de la dirección que tome el PSOE, ante la posible suma entre socialistas y Cs contra la que tanto habían advertido JxCat y ERC. Mirando al otro lado, al PSOE también le alcanzaría con Unidas Podemos, PNV y ERC, sin JxCat. Todo un test de estrés para la unidad de acción independentista.
Antes de cerrar una noche electoral a la que acudieron el presidente de la Generalitat, Quim Torra, y el expresident Artur Mas, JxCat ya marcó los primeros pasos de las futuras elecciones municipales y europeas del 26 de mayo, con la entrada de Puigdemont en la Eurocámara y el músculo local de los posconvergentes en juego: “Es la primera vuelta de un ciclo electoral que continúa. El 26-M tiene dos nuevas ocasiones para que los independentistas hagamos un nuevo gran resultado”, concluyó Borràs.