El Pacma asoma sus garras a golpe de estrategia viral y vídeo denuncias
Elecciones generales
El partido animalista ha pasado en pocos años a contar 1,2 millones de votos y puede lograr por primera vez una representación parlamentaria a tener en cuenta
El Partido Animalista Contra el Maltrato Animal (Pacma) era la principal fuerza extraparlamentaria de España hasta la irrupción de Vox, que le ha pasado por encima en las encuestas de cara a las elecciones generales del 28-A. Pero por primera vez en su historia desde que fue fundado en 2003, el partido liderado por Silvia Barquero tiene serias opciones de conseguir representación parlamentaria. No serán los 37 escaños que como máximo otorga el CIS al partido de ultraderecha, pero pueden ser dos diputados determinantes para las posibilidades de Pedro Sánchez de ser investido y formar un gobierno de izquierdas. Sus opciones se han multiplicado a golpe de estrategia viral y vídeo denuncias en favor de los derechos de los animales, pero también ha tenido que sofocar algunos incendios sobre la marcha.
El Pacma no ha dejado de crecer desde que se presentó a las primeras elecciones en 2004. Por convicción o por descarte de los electores, la formación animalista ha pasado de cosechar 64.947 votos en sus primera concurrencia electoral, a los 1.213.871 votos en los comicios del 26 de julio de 2016. Sólo unos meses antes, en las elecciones del 20 de diciembre de 2015, el partido obtuvo 1.034.617 votos, casi 180.000 menos. Este 28-A, el Pacma podría hacerse con el 1,4% de votos y dos escaños por Barcelona y Valencia.
El éxito de su evolución está marcado por la denuncia animalista, la defensa del medio ambiente y de la justicia social, y en este último aspecto compite por el mismo espacio que Unidas Podemos, por eso la candidatura de Pablo Iglesias ha hecho especial hincapié en la protección animal en los últimos días de campaña. Es un amplio espacio electoral al que incluso Ciudadanos ha lanzado guiños, no en vano, el 40% de los hogares posee al menos uno de los 20 millones de animales de compañía contabilizados en España (7,5 millones son perros), según datos veterinarios.
El Pacma promueve cambios legales para los animales, que combatan el abandono y el maltrato y prohíban actividades como la caza o las granjas industriales. Su objetivo es el “sacrificio cero” a través del fomento de la adopción, la esterilización y prohibición de la venta de animales; el fin de la tauromaquia y festejos populares donde se utilicen animales, y de la caza. En lo social, promueven la necesidad de asegurar el sistema público de empleo, la sanidad y la educación para todos. Y en cuanto a Catalunya son partidarios del derecho a decidir y aplaudirían que hubiera un referéndum, también sobre la monarquía.
Pese al silencio mediático, el partido ha crecido exponencialmente en pocos años y en sus filas no tiene problemas en reconocer que parte de este éxito se nutre del descontento ciudadano con la clase política, pero ponen el acento en la mayor conciencia animalista entre los electores. También la estrategia de comunicaciones virales e impactante se han mostrado eficaces a la hora de remover conciencias entre el público urbano.
El spot de campaña del partido presentado a principios de abril con el lema ‘Únete a la reEvolución’, fue todo un éxito y no hace más que confirmar las buenas expectativas para la formación de cara al 28-A. El vídeo obtuvo más de 1 millón de visitas en menos de 24 horas, según el partido, y en un minuto y 17 segundos, mostraba con dureza las perversión que supone el maltrato animal en nuestro país a través de la tauromaquia o la caza. Toros ejecutados en las plazas, galgos colgados de un árbol en plena dehesa, abandonados o desnutridos se intercalan con mensajes sociales en contra de la extrema derecha y el franquismo, en favor del feminismo, los derechos de los homosexuales o la lucha contra la pobreza y la desigualdad. Todo para denunciar la “involución” de la derecha y, sobre todo, la extrema derecha.
Esta estrategia de oposición a Vox permite al Pacma exponer con naturalidad sus planteamientos, mostrarse tal y como es, como la marca animalista original capaz de colmar la expectativa del público objetivo. En sus comunicaciones de campaña se incide en esta estrategia de denuncia a golpe de imágenes impactantes y conmovedoras sobre las injusticias para con los animales, algo que genera mucha atención entre los electores.
Con ataques directos a Vox y a la tauromaquia, el partido también ha tenido sus momentos de desestabilización. Salieron airosos de la reclamación de la formación de Abascal ante la Junta Electoral Central para que se retirara el spot de campaña, pero han tenido que sofocar fuegos como el producido por unas palabras de la presidenta Barquero, mostrándose dispuesta a pactar incluso con la formación de ultraderecha si prohibía la tauromaquia. La candidata electoral, Laura Duarte, tuvo que desmentir tal conclusión en alguna entrevista, y el Pacma tuvo que interrumpir su estrategia de denuncia para aclarar sus plantes ante los confundidos seguidores.
Barquero aparecía en un vídeo diciendo que podría pactar con Vox si prohíbe la tauromaquia, pero Duarte acusaba a los medios de hacer una lectura sesgada y simplista de una intervención más larga. El plan para sofocar las dudas se ha centrado en resaltar que “no hay un partido que haya hecho mayor apología de la tauromaquia que Vox” y que “ningún otro partido acabará” con tal “barbaries”, ni siquiera Unidas Podemos, que “no tiene nuestro apoyo porque no coincide con nosotros ni siquiera en lo más mínimo”, aseguraba la candidata en una entrevista en Público.
La tarea de mantener a flote la autenticidad y la limpieza del Pacma también se ha visto manchada por las acusaciones de una exafiliada del partido, que en un vídeo tan viral como los del partido en que militó, denunciaba que “Pacma está podrido” por su “falta de coherencia” y de “democracia interna”. Además apuntaba directamente a la presidenta de la formación, a quien achacaba una “ambición desmedida y sin escrúpulos y un ego inmenso muy por detrás de los animales”. La exafiliada aseguraba que “no hay partido más vertical con abusos de poder, totalitarismo, autoritarismo y culto a la líder” en el espectro político español.
Ante tales acusaciones, el partido redirigió sus medios de comunicación hacia la transparencia con un plan para rebatir las “mentiras” sobre Pacma con relación a Vox, al feminismo, los sueldos del partido, el aborto... Un extenso hilo videográfico protagonizado por la candidata contestaba a todo de una tacada.
El hecho de que tuvieran incluso que hablar del aborto fue como consecuencia de otra salida de tono en sus filas. El candidato por Barcelona, Nacho Pascual, dijo en plena campaña que un feto es un ser “sintiente”, una idea que alejaba a la formación del progresismo que procesa. Al respecto, Pacma tuvo que aclarar una postura que resulta descafeinada para el nivel de combatividad mostrado en otras cuestiones. Aseguran estar de acuerdo con la actual ley de plazos y justifican que por eso el asunto del aborto no aparece en su programa electoral, aunque incluyen una medida que garantiza el acceso gratuito a los métodos anticonceptivos a la gente joven y en paro.
Superados los sobresaltos, el partido insiste en lucir exclusividad en la lucha a favor de los derechos de los animales, en garantizar a los electores que no van a ver en otros programas esta pulcritud, motivo por el que consideran que “molestamos a gente muy poderosa con mucho periodista a sueldo”.
El Pacma puede ser una de las sorpresas de este 28-A, pero además de denunciar la involución ajena, deberá aprender a evolucionar como partido porque, como en todo, lo difícil será mantenerse.