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Críticas a la dirección de la CUP por la gestión del acoso denunciado por Mireia Boya

Partidos

Cuatro asambleas locales piden más transparencia al Secretariado Nacional tras las revelaciones de “acoso psicológico” de Mireia Boya

Mireia Boya ante el Tribunal Supremo en una imagen de archivo

Emilia Gutiérrez

Cuatro asambleas locales han exigido más “transparencia” a la dirección de la CUP por el caso de mobbing revelado por la exdiputada Mireia Boya, que la semana pasada renunció a su cargo en el Secretariado Nacional al revelar el “acoso psicológico” de un compañero.

En un comunicado conjunto, las asambleas de Sant Pol de Mar, Canet de Mar, Vilassar de Mar y Sant Adrià del Besòs afirman que “no comparten en absoluto” la reacción de la dirección al anuncio de Boya.

“Nos sentimos decepcionadas al enterarnos de que durante tanto tiempo se han dado casos de acoso psicológico con roles de poder dentro de la organización, sin que haya habido ningún tipo de reacción efectiva por parte de la CUP”, apuntan. Por ello piden más explicaciones a la militancia y “un mensaje de autocrítica sobre qué ha fallado en la política de gestión de los conflictos, las agresiones y los abusos de poder”.

Asimismo, ven que Boya, que ha agradecido el comunicado de las cuatro asambleas, ha quedado “desprotegida” en detrimiento de la persona acosadora, si bien fue ella misma quin obvió revelar su identidad.

Maria Sirvent ha explicado en el Parlament este martes que la comisión nacional feminista trabajará “con el máximo rigor” posible y “desde una lógica reparadora y no punitiva”. Sobre la crítica de las asambleas locales, ha afirmado que se valorará el comunicado y se les dará respuesta, sin entrar al fondo de la cuestión y sin revelar la vinculación del presunto agresor con la formación. A tenor de lo expuesto por Boya, no forma parte de la actual ejecutiva y es un militante con quien trabajó durante su actividad en el Parlament con quien volvió a coincidir en sus tareas como dirigente del partido.

La dirección de la CUP reaccionó en un primer momento lamentando la dimisión de Boya y los motivos que la forzaron, reiterando “su compromiso de seguir trabajando para garantizar espacios seguros y libres de violencias” y reconociendo que no son ajenos a este tipo de problemas.

Además, reveló que se está ultimando un protocolo contra la violencia machista en el seno de la formación, ahora en proceso de enmiendas. Como medida de respuesta dicho protocolo, aun pendiente de su aprobación definitiva, plantea excluir a agresores de espacios compartidos con sus víctimas, obligarlos a hacer formación y en los casos más graves se contempla la suspensión de militancia temporal, la exclusión de listas electorales y de cargos públicos y orgánicos que ocupen o la expulsión definitiva de la CUP.

Después de su carta a la militancia, la también exdiputada de su formación Pilar Castillejo afirmó a Boya en un tuit “ser conocedora de los roles de poder y los comportamientos agresivos” que denunciaba en su carta. “No los sufristes sola”, afirmó Castillejo, que optó por su puesto en el ayuntamiento de Ripollet en vez de seguir en el Parlament a mediados de la legislatura pasada. “Tenemos que ser capaces de cambiar nuestras organizaciones y que sean los agresores y no las víctimas los que tengan que marcharse”, añadió Castillejo.