El día que comenzó el año cinco
La celebración de la Pascua Militar fue, ayer, el primer acto presidido por el Rey en el que será el año del quinto aniversario de su proclamación. Cinco son ya las ocasiones en las que Felipe VI ha estado al frente de una celebración que conmemora la toma de Maó a los ingleses por la Armada de Carlos III. El monarca ilustrado es, para el actual Jefe del Estado, su antepasado histórico preferido. Así lo certifica la elección del cuadro que cuelga en la pared donde se encuentra la mesa de su despacho y que aparece a sus espaldas siempre que el rey Felipe se fotografía en su mesa de trabajo como hizo el 3 de octubre del 2017 cuando grabó el mensaje sobre Catalunya.
Carlos III es quien, para intentar congraciarse con los catalanes que se las tuvieron con su padre, Felipe V, eligió entre sus aliados a varios apellidos catalanes como el virrey Manuel Amat, al que mandó a Perú; Antoni de Campany, a quien encargó repoblar Sierra Nevada con población centroeuropea; Antoni Sañez Reguant, que ordenó el sector pesquero, o Pere Virgili, a quien se debe la primera red sanitaria. Personal catalán, ilustrado e influyente en la corte. A Felipe VI le gusta la historia de quienes ocuparon su lugar, aprender de los errores y pensar que los aciertos también son historia. Le bautizaron con el nombre del primer rey Borbón de España, pero él eligió al cuarto (hijo del primero) para reivindicar el papel de la Corona en el impulso de las reformas.
Si a Carlos III se le debe la celebración de la Pascua, a su biznieta Isabel II le corresponde el haber elegido un pabellón de la Marina, rojigualdo, como bandera de España. Se van a cumplir ahora 175 años, y el Rey lo recordó ayer en su discurso. Isabel II siguió siendo tratada como reina, aunque en su exilio del palacio Castilla, en París, mientras su hijo Alfonso XII era rey de derecho en España. De esas difíciles relaciones familiares también tomó nota el actual Rey, dispuesto a darle un papel a su padre, el rey Juan Carlos, aunque este año no se ha repetido la presencia del anterior jefe de Estado en la Pascua Militar. Tras el homenaje por el 40.º aniversario de la Constitución que tuvo lugar el pasado 6 de diciembre en las Cortes, el padre del Rey volverá a integrarse en la agenda oficial, pero no en celebraciones institucionales. Esta semana mismo, junto a los Reyes y la reina Sofía, el rey Juan Carlos asistirá a la entrega de los premios del Deporte.
Tras la Epifanía, como sucede con los escolares, la agenda real vuelve a tomar cuerpo superadas las fiestas. En esta ocasión, además, el primer acto del año (Pascua Militar, al margen) ofrece varias lecturas. Mañana, el Rey presidirá en Madrid la entrega de los despachos a los nuevos jueces, un acto que tradicionalmente se celebraba en Catalunya habida cuenta de que la Escuela Judicial se encuentra en Barcelona, concretamente en los accesos a la montaña del Tibidabo. El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), organizador del acto, ha argumentado la decisión de cambiar el lugar de entrega de los despachos en razón de la conmemoración del 40.º aniversario de la Constitución, que supuso la creación del CGPJ, pero el acto no tendrá lugar en la sede principal del Consejo, ubicada en la calle Marqués de la Ensenada, de Madrid, sino en la sede de la Real Academia de la Lengua, elegida por el órgano judicial en función de las obras amparadas por
la RAE como el Diccionario español jurídico o el Libro de estilo de la justicia.
En la última entrega de los despachos a nuevos jueces, celebrada el pasado 9 de abril en el Auditori de Barcelona, no estuvo presente ningún representante de las instituciones catalanas, ni Generalitat, ni Parlament, ni Ayuntamiento de Barcelona. El entonces ministro de Justicia, Antonio Catalá, amagó con llevarse el acto de entrega a Madrid. La actual ministra, Dolores Delgado, así lo ha dispuesto, y el resultado es que se cae de la agenda uno de los actos fijos del Rey en Barcelona. Ayer en el palacio Real no se habló de Catalunya, pero estuvo presente un rey, Carlos III, que intentó acercar los catalanes a la Corona.