* Los autores forman parte de la comunidad de lectores de La Vanguardia
Quizás las castañas son la estrella y las más conocidas, pero la estación del otoño aporta muchísimos frutos salvajes que son un auténtico festín para los seres humanos y para los animales.
Ejemplares de granadas salvajes otoñales en el pueblo de Torà.
Como en una eterna primavera, los insectos también se aprovechan no solo de las flores, sino de frutos como las granadas salvajes, como estas que hemos encontrado junto al pueblo de Torà (Solsonès) y que vemos retratadas en Las Fotos de los Lectores de La Vanguardia.
Granadas salvajes otoñales en Torà.
En Cardona, en la comarca del Bages, hemos visto estas escenas de los insectos apurando alimentos de otoño. También las mariposas polinizan en esta estación del año. No toda la gloria es para la primavera.
Mariposa polinizando en otoño.
Festín de otoño.
Como se puede apreciar, sobre todo las abejas, las avispas y las moscas se reparten el banquete de las granadas silvestres y de los otros frutos que les ofrecen los bosques en esta época del año, cuando la vida sigue fluyendo en el medio natural.
Compartiendo el festín de otoño.
Estas otras imágenes muestran el momento de la recogida de las aceitunas arbequinas en el pueblo de Forès, en la Conca de Barberà, donde también encontramos setas en el bosque.
Aceitunas arbequinas.
Recogida de aceitunas arbequinas.
Cazando setas en otoño en el bosque de Forès.
De hecho, las setas son otro de los frutos estrella que nos aportan los bosques en otoño, en especial, el entrañable rovelló. En estas imágenes vemos algunos de los primeros que han aparecido en Sant Llorenç del Munt.
Rovellons en Sant Llorenç del Munt.
En estas otras imágenes vemos cómo el cazador de setas localiza los rovellons en el bosque del Berguedà. Y una vez cazados, todos acaban en el cesto.
Cazando rovellons en el Berguedà. Imágenes de Narcís Serrat
Rovellons del Berguedà ya en el cesto.
El Ripollès es una de las zonas de Catalunya donde más setas se pueden encontrar y más temprano. Aquí vemos tres cestas de rovellons y ceps (boletus edulis), recogidas en Molló.
Setas recogidas en Molló.
Y no podía faltar la castaña pilonga caída del árbol en un parque de Madrid, eclosiona de la corteza de su cáscara y se muestra como si de una perla en su ostra de tratara al reflejo del sol.
Castaña caída del árbol.
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