La defenestrada plaza de Antonio López

La Mirada del Lector

El monumento y espacio dedicado al empresario nació y acabó envuelto en polémica por su dudosa actividad

foto XAVIER CERVERA 04/03/2018 El Ayuntamiento de Barcelona ha retirado este domingo la estatua del empresario y mecenas Antonio López y López, primer marqués de Comillas, con un festejo en la plaza homónima de la Via Laietana. “Hizo fortuna en las Américas, en el siglo XIX, con el tráfico de esclavos y esclavas que traía desde las costas africanas hasta Cuba”, defiende el consistorio. Circo, música en directo, chocolate y pirotecnia han protagonizado la “fiesta ciudadana” que el gobierno municipal había encargado a Els Comediants, a la que han asistido alrededor de 200 personas. Una gran grúa ha retirado sin dificultades –como ya ensayó la víspera– la estatua de piedra del pedestal, entre salvas de coloridos cohetes. El primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, ha asegurado en los parlamentos previos que la retirada constituye “un acto de reparación con todos aquellos que se han sentido ofendidos en la ciudad” por la presencia del controvertido indiano. Entidades y colectivos como Stop Racismo solicitaban desde hace años la supresión de referencias a López en el nomenclátor y el arte público de la ciudad, operación que empezó ya en 2010 con el rebautizo de la calle Marquès de Comillas con el nuevo nombre de Ferrer i Guàrdia. No obstante, el veto municipal a López también ha ofendido a otros sectores, como los capitanes de la marina mercante y destacados políticos de Cantabria, que han expresado duras críticas contra la decisión del ejecutivo barcelonés. El destino de la estatua, que fue limpiada este miércoles a manguerazos, es el almacén del Museu d’Història de Barcelona, para preservarla pero sin “la función de ejemplaridad” del monumento, ha matizado el gobierno municipal. Allí hará compañía a la Victoria del Cinc d’Oros y el Franco ecuestre del castillo de Montjuïc. La jornada también ha servido de inauguración de dos paneles informativos sobre la historia de la plaza y sobre las ‘Bullangues

El Ayuntamiento de Barcelona retiró la estatua del empresario y mecenas Antonio López y López, primer marqués de Comillas.

Xavier Cervera

* El autor forma parte de la comunidad de lectores de La Vanguardia

La defenestrada plaza de Antonio López, en Barcelona, que vino a sustituir a la antigua plaza de San Sebastián con motivo de la reforma de la ciudad antigua y la apertura de la Vía Layetana, fue inaugurada a principios del siglo XX.

Se realizó por motivo de conectar el Eixample al mar y la ejecución de la Vía Layetana, cuyo recorrido empezaba en la plaza de Urquinaona y finalizaba en la unión de los paseos de Isabel II y de Colón.

La decisión de construir la plaza a nombre de Antonio López ya tuvo infinidad de problemas en el momento de tomar la decisión.

Antonio Víctor López y López de Lamadrid, que había nacido el 12 de abril de 1817 en la población de Comillas, con edad juvenil tuvo un grave altercado en su pueblo y por tal motivo con 14 años, en 1831, tuvo que emigrar a Cuba.

En Cuba, cosechó una importante fortuna entre sus negocios legales y los que le penalizaron el resto de su vida de negrero y la trata de esclavos. Todos supusieron su regreso a España con tan solo 38 años y una fortuna incalculable.

En España, desempeñó la faceta de empresario, banquero, senador y mecenas, lo que le supuso que Alfonso XII le concediese en 1878 el título de Marqués de Comillas y Grande de España.

Esta aportación a la ciudad fue la causa de su reconocimientos por parte de las autoridades que no solo le dedicaron la plaza, sino que, con motivo de la urbanización de la montaña de Montjuïc con motivo de la Exposición de 1929, bautizaron la avenida que pasa por delante del Pueblo Español, como la avenida del Marqués de Comillas.

Anuncio de la salida de un barco de Antonio López.

Anuncio de la salida de un barco de Antonio López.

Jesús Fraiz Ordóñez / http://labarcelonadeantes.com/

Para unos Antonio López fue un gran hombre de negocios que tenía la capacidad de iniciarlos y producir beneficios, que posteriormente los invirtió en la ciudad y era lógico que tuviera este homenaje.

En la parte trasera del monumento situado en la plaza se encontraba una glosa haciendo referencia a ferrocarriles, barcos, tabacos y bancos, en todos estos apartados Antonio López triunfó en nuestra ciudad.

Cuando el ayuntamiento hizo la propuesta de dichos honores al Marqués de Comillas, el primero en oponerse fue su cuñado, conocedor de la forma de cómo había comenzado en Cuba.

Según su cuñado la familia había sido víctima del despojo de todas sus posesiones y que él aprovechó esta base para realizar la enorme fortuna que poseía y que había acumulado desde veinte años antes de su muerte.

Monumento a Antonio López en 1890.

Monumento a Antonio López en 1890.

Jesús Fraiz Ordóñez / http://labarcelonadeantes.com/

"Antonio López empleaba en su comercio las rentas de nuestra familia y mandaba a mi padre las cuentas que le convenían, fingía pérdidas extraordinarias dejando embaucado a mi padre con la expectativa de negocios extraordinarios", declaró su cuñado, que se opuso a la concesión de homenajes.

Según él, Antonio López no poseía ninguna de las virtudes que se le atribuían y si alguno dudaba de sus palabras que fuera a comprobarlo y visitara la Casa Ardiaca, en la que encontrarían informaciones del periplo americano de Antonio López y López que para muchos fue un auténtico negrero.

Según su cuñado, Antonio López no poseía ninguna de las virtudes que se le atribuían

"¿Quieren saber el comercio que hacía mi cuñado? Traficaba con carne humana, era un comerciante de esclavos, compraba negros a bajo precio y después los revendía en los sitios que faltaba mano de obra. Cuando llegaba un barco con esclavos los compraba y los llevaba en el sitio que consiguiera revalorizar su valor", apuntó.

Realmente esta es una historia que representa a dos versiones muy diferentes, y haría falta poder recabar mucha información para poder ver la verdadera realidad del asunto y seguro que aún así costaría saber con certeza toda la verdad.

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La estatua de Antonio López, en el momento de ser retirada.

Xavier Cervera

La inauguración del monumento y la plaza tuvo lugar el 21 de septiembre de 1883. La Vanguardia, en su página 9, entonces editada a una sola columna daba el anuncio de los actos a celebrar con motivo de las fiestas de la Mercè.

Las voces que desde varios sectores abogaban por la retirada del nombre de la plaza y de la estatua de Antonio López tuvieron su fruto en el 4 de marzo de 2018, cuando quitaron la estatua del pedestal en que se encontraba.

En la actualidad la plaza está dedicada Idrissa Diallo, un ciudadano del mundo que llegó a España en diciembre del 2011 saltando la valla de Melilla.

Idrissa fue detenido y trasladado al Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Barcelona. Dos semanas después murió en el hospital donde había sido trasladado por una insuficiencia respiratoria.

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