Grabado con el Monumento a la Paz de Barcelona.
* El autor forma parte de la comunidad de lectores de La Vanguardia
El Monumento a la Paz en Barcelona fue construido en el año 1876 en el centro de la explanada que existía al final de la Rambla de Santa Mónica, una de las distintas ramblas en que entonces se dividía la actual Rambla.
Se alzó frente a las marismas y delante de lo que posteriormente acogería el primitivo edificio de la Junta de Obras del Puerto y en el lugar en el que hoy existe el monumento en honor del navegante Cristóbal Colón.
En aquellos momentos la ciudad estaba cansada de las continuas hostilidades a la que había sido sometida por el gobierno central. Por ello, al finalizar la tercera guerra carlista, el Ayuntamiento quiso celebrar de una manera simbólica su alegría.
Con la construcción del Monumento a la Paz, se quería dejar atrás toda la injusticia y sufrimiento de las tres guerras sufridas en los últimos años.
Monumento a la Paz, en Barcelona, en 1876.
Las autoridades municipales decidieron celebrar una fiesta por la paz y encargaron la construcción del monumento a Antoni Rovira i Trias, arquitecto ya conocido por ser el ganador del concurso convocado para la urbanización del Eixample y que, además, fue el creador del cuerpo de bomberos de la ciudad.
Posteriormente, fue el arquitecto que proyectó los mercados municipales de San Antonio y de la Concepción, así como el antiguo museo de geología del Parque de la Ciudadela.
El Monumento a la Paz tenía una altura aproximada de 18 metros, compuesto por cuatro volúmenes que iban decreciendo a medida que iba ganando altura. Para su construcción se empleó el yeso y la madera lo que daban a entender su carácter provisional.
En la base estaban representados los escudos de las provincias españolas. Le seguía otro volumen, en que estaba esculpido el escudo de Barcelona. Habían colocado figuras representativas en cada uno de los cuatro lados alusivas al mundo del trabajo, la industria, la agricultura y el comercio.
En el tercer volumen se podía leer la frase "El Ayuntamiento Constitucional de Barcelona a la Paz". Le seguía una columna con la inscripción real A XII y remataba el monumento una figura femenina con los brazos abiertos.
Monumento a la Paz, en un cuadro de la época.
Fue inauguración el 28 de febrero de 1876, con una gran fiesta ciudadana. Con este acto por parte del ayuntamiento se intentaba promocionar la ciudad, tras el derribo de las murallas y la urbanización del Eixample, lo que para algunos propició que fuera designada como sede de la Exposición Universal de 1888. Este evento causó un cambio general en toda la ciudad.
El Monumento a la Paz fue derribado en 1885 para construir en su lugar el nuevo monumento a Cristóbal Colón que, desde entonces, ocupa un sitio preferente en este lugar en reconocimiento del "descubrimiento" del nuevo mundo.
En la actualidad hay voces que abogan por su desaparición alegando que posteriormente a su descubrimiento muchos españoles se enriquecieron con motivo de la esclavitud de los indígenas que habitaban aquellas tierras.
Pese a la desaparición del Monumento a la Paz por la construcción del dedicado a Colón, Barcelona no lo olvidó y la plaza adsorbió para sí el nombre de la Puerta de la Paz, una señal inequívoca del talante del pueblo barcelonés.
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