Ya van dos

Justo dos años después del asalto al Capitolio por los seguidores de Donald Trump cuando este se negó a aceptar la derrota que le dieron las urnas, se produce un nuevo asalto a la sede de la soberanía nacional de un país.

En esta ocasión ha sido en Brasil, donde los seguidores de Bolsonaro, alentados por las declaraciones de su líder, que ponía en duda la soberanía nacional, tomaron por la fuerza el palacio de Planalto y el Tribunal Supremo en Brasilia.

Cuidado con estas cosas. Si se ha dado dos veces en tan solo dos años, y en países distintos, ¿quién nos asegura que no vaya a volver a ocurrir?

Es lo que tiene la polarización que se fragua en los pueblos en los que las declaraciones de sus políticos solo van encaminadas a lograr la derrota del rival saltándose las más mínimas normas democráticas. Como se ponga de moda no aceptar lo que digan las urnas, mal vamos. Aquí llevamos con un Gobierno de Pedro Sánchez desde el 2018 y todavía siguen llamándolo algunos “el okupa de la Moncloa”.

Mario Suárez

Pilas (Sevilla)