No cogeré más taxis

Los últimos tres taxis que he cogido han sido conducidos por chóferes extranjeros que apenas hablan nuestro idioma y que no conocen Barcelona.

El primer taxi tenía que llevarme desde la Diagonal al paseo de Gràcia. Tuve que decirle por dónde tenía que ir. Mi sorpresa fue que bajó todo el paseo de Gràcia por el carril destinado a las bicicletas y los coches que entran o salen de los parkings. Le expliqué que tenía que coger el carril del taxi, pero no me entendió.

El segundo taxi tenía que llevarme al hospital Dos de Maig. El chófer apenas hablaba castellano. Tampoco lo entendía, sólo lo justo para decirme que no sabía dónde estaba el hospital. Puso el GPS, pero creo que buscó mal porque cuando llegamos a la calle Dos de Maig el GPS dijo “ha llegado usted a su destino”. Me había dejado a varias manzanas.

El tercer taxi lo he cogido hoy y mi paciencia ya ha llegado a un límite. El chófer ni hablaba ni entendía castellano. Tenía que llevarnos a Santa Maria del Mar, pero no sabía qué era. No ha puesto el GPS porque no sabía qué poner. Yo iba con una señora de 85 años que acababa de salir del hospital y necesitábamos que nos dejase lo más cerca posible, pero no ha sido así porque era imposible hacerse entender.

Después de esto, he decidido probar el servicio de Cabify.