Kate y Aznar, dos conspiraciones
EL PATIO DIGITAL
Gestionar dos teorías de la conspiración simultáneas atormenta a cualquier algoritmo. Una de ellas tiene rápida resolución. La foto de Kate Middleton con sus hijos tomada por el príncipe Guillermo fue retocada. Las agencias internacionales la retiran de sus bases de datos y la “desaparecida” Kate se convierte en stories de Instagram y tuit para lanzar un lacónico mea culpa. Cosas de fotógrafos aficionados. “Ocasionalmente experimento con la edición”. “C.” pide disculpas por “cualquier confusión que la fotografía familiar haya causado”. Seis millones de visualizaciones en dos horas.
Según @chrisshipitv –experto de ITV en los royals británicos–, la foto alimentaba las incógnitas sobre el estado de salud de la princesa de Gales. “Ahora tenemos una nueva ronda de teorías de la conspiración y, quizás peor, una burla generalizada de palacio y un grave problema de confianza en la información que proporciona”. @erregina identifica hasta 17 “rarezas” en la foto y un trol con @Emmm_mmm como nickname logra más de 4.000 likes con sus teorías: “Kate dejó a William por algo que él hizo. Ella no coopera con palacio, se niega a trabajar y por eso William ha recurrido a retocar su imagen en fotografías”. Luchar en las redes contra los bulos es tarea imposible. Así que el reto es minimizar sus efectos. La confesión de la princesa es insólita entre casas reales, aunque choca con el apagón sobre su cirugía y recuperación.
La otra teoría conspiranoica la arrastramos desde hace 20 años y algunos de sus protagonistas no están dispuestos a dejarla morir. No hay asunción de culpas que valga. Las víctimas de los atentados del 11-M fueron de Al Qaeda –lo dicen los expertos, policías, jueces...– y lo siguen siendo de intereses político-mediáticos que insisten en mantener las dudas sobre la autoría del atentado. José María Aznar vuelve a ser tendencia, como cada 11-M, ahora justificándose en un aniversario redondo: “Jamás llegó a manos del gobierno ningún documento oficial que descartase definitivamente la autoría etarra y afirmara sin titubeos la responsabilidad yihadista”.
Junto a esa afirmación distribuida a través de la FAES reprocha que “lo polémico prime sobre lo institucional; el espíritu de división sobre la concordia; y la manipulación mendaz sobre la crítica rigurosa”. Situémonos: izquierda-izquierda, derecha-derecha... @RodolfoIrago saca conclusiones: “El gobierno de Aznar venía de mentir con el Prestige, con el Yak-42 y con la guerra de Irak. En el 11-M, Aznar llegó al súmmum de la indignidad y decide mentir hasta las elecciones”. Perdió. Y ahí sigue.