Grand Hotel Europa

Grand Hotel Europa

A estas alturas de diciembre, la atención se centra en el calendario, que avanza raudo hacia las campanadas de Fin de Año, como impulsado por ese entusiasmo ciego por estrenar. Entretanto, muchas de las noticias que se han sucedido estos días resuenan familiares, un recordatorio de que el tiempo tiene un carácter circular y repetitivo: otra terapia de shock para las finanzas argentinas, otra votación en solitario de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad de la ONU, otro desacuerdo en el tiempo de descuento durante la cumbre del clima por la elección de un verbo (¿mejor reducir o prohibir?), otra excusa del Partido Popular que posterga la renovación del CGPJ u otra novedad editorial de Pedro Sánchez (con la amenaza de un tercer libro, aunque no al estilo del de Yasmina Reza sobre Sarkozy, me temo).

La guinda de este déjà vu informativo es el anuncio de que Putin, en lo que hace pasar por un encomiable esfuerzo de patriotismo y sacrificio por el pueblo ruso, volverá a postularse en las elecciones del 2024. En el juego de asegurarse la posteridad, el mandamás cuenta con el as en la manga de perpetuarse en el cargo. Se suele decir que el poder corrompe, pero también momifica. Y de eso algo saben en Moscú, con dos de sus exlíderes soviéticos embalsamados (Stalin bajo tierra, Lenin en su mausoleo de la plaza Roja), una técnica también exportada a Asia para que preservaran a sus venerados líderes comunistas. ¿No era esta una curiosa manera de abogar por la igualdad?

Novo-ogaryovo (Russian Federation), 11/12/2023.- Russian President Vladimir Putin attends a meeting with judges of the Constitutional Court on Russian Constitution Day at the Novo-Ogaryovo state residence, outside Moscow, Russia, 12 December 2023. Since 1994, every year on December 12, the national holiday Constitution Day of the Russian Federation is celebrated. (Rusia, Moscú) EFE/EPA/MIKHAIL TERESHCHENKO/SPUTNIK/KREMLIN POOL MANDATORY CREDIT

 

Mikhail Tereshchenko / Efe

Un nuevo mandato de Putin augura más distanciamiento de Occidente, a la vez que seguirá financiando crímenes de guerra en Ucrania con los millones de rublos procedentes de su economía extractiva. Para lo segundo se vale del control de los medios de producción y de la opinión pública, mientras confía en la propensión a la fatiga de las democracias liberales que, incluso antes de cumplirse dos años de la invasión, ya dan muestras de sentirse exhaustas.

Así las cosas, imagino que en el marco de la lucha rusa contra la “influencia extranjera” se aprobará en algún momento una ley que obligue a cambiar los nombres de negocios que resulten sospechosos. Podrían empezar con el Grand Hotel Europa de San Petersburgo, el más icónico de la ciudad natal de Putin, para rebautizarlo con otra denominación más acorde con la propaganda. ¿Tal vez Grand Hotel Imperial? Este edificio, emblema de la avenida Nevski, pasó en los noventa por su evroremont (término ruso para “remodelación a la europea”), según la moda de dar a los interiores un aire occidental, como replicando esa aspiración a lo que Gorbachov llamó la casa común europea. Pero la línea que une Grozni, Alepo y Mariúpol atestigua que aquello fue un gesto superficial. 

Un nuevo mandato de Putin augura más distanciamiento de Occidente

Hace unos días, en una ceremonia en el Kremlin, Putin alardeaba en un corrillo de la pujanza de la industria militar rusa, mientras Ucrania, se jactaba, se veía obligada a defenderse con recursos escasos e importados. Su declaración final, acompañada de un brindis, resumía su posición: “No tienen futuro. Pero nosotros sí”.

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La ruleta argentina

Marta Rebón
AME8036. BUENOS AIRES (ARGENTINA), 19/11/2023.- Seguidores del candidato a la Presidencia de Argentina líder de La Libertad Avanza (ultrederecha), Javier Milei, se congregan hoy, en Buenos Aires (Argentina). A la espera del escrutinio definitivo, que se hará durante la semana entrante, la participación de las elecciones 2023 es la menor de los 40 años del retorno a la democracia después de la última dictadura militar (1976-1983) en Argentina. EFE/ Juan Ignacio Roncoroni

En este tramo final del año se celebran plenos decisivos en Bruselas y Estrasburgo con temas cruciales sobre la mesa, como la futura ampliación, el apoyo a Ucrania o las reformas de los tratados para una toma de decisiones más ágil y evitar bloqueos unilaterales. Timothy Garton Ash señala en su reciente Europa: Una historia personal (Taurus) que la UE cometió un error significativo con Rusia al olvidar que la caída de un imperio es un proceso largo y repleto de sorpresas. La regla de oro del “pesimismo constructivo”, que aboga por “esperar lo peor y trabajar por lo mejor”, es fundamental para el proyecto euro­peo, defendido “de todos modos y a pesar de todo” por el académico y columnista inglés.

El penúltimo capítulo de su ensayo está dedicado a Ucrania, en el que algunos nombres propios de quienes estuvieron en primera línea ponen rostro a la tragedia. La convicción y la entereza de un voluntario en el frente le recuerdan las palabras de una oración fúnebre de Pericles: “El secreto de la felicidad es la libertad, y el secreto de la libertad­ es el valor”. No hay ni un solo reto ante la UE que no pase por hacer gala de esa cualidad, la del valor­, que el curtido historiador encontró a flor de piel en las calles de Kyiv o Leópolis.

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