El Respetado Camarada Kim Jong Un, Líder Supremo de Corea del Norte, ha emitido una orden para que las autoridades provinciales tomen medidas preventivas inmediatas contra el aumento de suicidios que hay entre la población. Cada vez hay más en aquel bonito país asiático. Tan solo el año pasado, el 2022, el número de gente que se ha quitado la vida ha aumentado un 40% en relación con el año anterior.
Según el Servicio Nacional de Inteligencia surcoreano, que no les quita el ojo de encima, hay varias explicaciones, todas basadas en la pobreza extrema y el hambre que sufren. Para dejar claro que no piensa dejar pasar ni uno más, Kim Jong Un ha declarado de forma oficial que el suicidio representa “un acto de traición contra el socialismo”. Poca broma.
En el mundo hay varios países donde el suicidio es ilegal. Siria, Gambia, Ghana, Kenia, Nigeria, Tanzania, Uganda, Nepal, Omán, las Bahamas... Nicolas Cage, por ejemplo, que tiene una mansión en las Bahamas, tiene que vigilar no suicidarse cuando está en aquel país, porque la ley lo considera ilegal.
Kim Jong Un no piensa dejar pasar ni un suicido más
A todos estos países (y otros que no menciono por falta de espacio) se añade ahora Corea del Norte. Pero en Corea del Norte manda Kim Jong Un y ya sabemos cómo las gasta, y más si, como ha dicho, considera que el suicidio es “un acto de traición contra el socialismo”.
Teniendo en cuenta que en la soi-disant República Popular Democrática de Corea hay pena de muerte (que, además, se lleva a cabo públicamente, para aleccionar a la ciudadanía), es lógico suponer que la traición al socialismo comportará ese castigo final. O sea que, si estás ahí y por lo que sea decides suicidarte, sepas que, una vez lo has hecho, cogen tu cuerpo, lo juzgan (o no) y lo llevan ante un pelotón de fusilamiento para matarlo de nuevo, hecho que no solo me parece terrible sino también un poco redundante.