Hay que agradecer a Nadia Calviño que haya interrumpido sus vacaciones, aunque haya sido por unos minutos, para confirmar que la economía española mantiene, en pleno mes de agosto, la fuerte recuperación que empezó a mediados de marzo. El repunte de los contagios por covid, a causa de la expansión de la variante delta del coronavirus, no ha frenado el desarrollo de la actividad económica del país, salvo en lo que respecta a la llegada de turismo extranjero, que todavía se encuentra en cotas muy bajas respecto al año 2019. Habrá que esperar hasta la próxima temporada para aspirar a lograr la plena normalidad turística.
El dato más positivo dado a conocer por la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y para la Transformación Digital es que el número de afectados por expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) se ha situado por debajo de 300.000 personas, cuando en los peores momentos de la pandemia llegó a superar el millón. La mayoría pertenecen al sector de la hostelería y el turismo. Este hecho coincide con la positiva evolución del empleo, a juzgar por el ritmo de incremento de afiliados a la Seguridad Social que se registra también este mes de agosto y que podría aumentar en 80.000 personas.
La vicepresidenta económica confirma que España mantiene una fuerte recuperación
Prácticamente todo lo que no depende del turismo extranjero parece evolucionar muy favorablemente. Este es el caso, en especial, de las exportaciones dirigidas fundamentalmente hacia países que no han sufrido una crisis turística tan intensa como la de España. En este sentido, los últimos datos disponibles indican que durante el primer semestre las ventas al exterior aumentaron un 23,3%, un porcentaje ligeramente más elevado que las importaciones, lo que permitió reducir sensiblemente el déficit comercial. En concreto este fue un 28,7% inferior al de hace un año.
Todos los indicadores apuntan, según destacó Calviño, que se pueden confirmar los pronósticos del Gobierno y del conjunto de los organismos que prevén que España recuperará en el 2022 el nivel del producto interior bruto (PIB) de antes de la pandemia. Ese es un potente mensaje de confianza al conjunto de ciudadanos y agentes económicos y sociales. Ya se ve claramente la salida a la pesadilla económica que ha supuesto la pandemia. Pero hay que estar muy alerta porque los graves problemas estructurales de la economía española siguen ahí pendientes de resolver. El reto más inmediato, sin embargo, es la eficiente gestión de los millonarios fondos de la Unión Europea, que estos días han empezado ya a llegar con una primera entrega de 9.000 millones de euros.