Respuesta al cambio climático
El cambio climático nos afecta a todos y a todas. El informe especial Calentamiento global de 1,5 °C que ha publicado recientemente el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático ha sido contundente con respecto a las dimensiones de la amenaza a la que nos enfrentamos. Limitar el calentamiento global a 1,5°C, en lugar de 2°C, podría llegar a reducir en cientos de millones el número de personas en riesgo de pobreza y expuestas a desastres relacionados con el clima. Sin embargo, a menos que se produzca una transformación drástica e inmediata de todos los aspectos de la economía, la sociedad y la vida diaria, el mundo superará el objetivo de 1,5°C en tan sólo doce años.
Sabemos además que el cambio climático es injusto. Un porcentaje muy reducido de la población mundial es el responsable de gran parte de las emisiones de gases de efecto invernadero que son la causa del cambio climático. A pesar de esto, son los miembros más pobres y vulnerables de la sociedad –precisamente los que generan menos emisiones a nivel mundial– los que sufren las consecuencias más graves del calentamiento del planeta.
Donde más se nota el impacto del cambio climático y de la creciente desigualdad es en las ciudades. Huracanes, olas de calor, inundaciones y sequías se han convertido en una realidad que se repite cada año en ciudades de todo el mundo. Cuando se producen estos desastres, suelen ser los ancianos, los jóvenes, los ciudadanos excluidos y marginados los que corren más riesgo de perder sus hogares, trabajos e incluso la vida.
Por estos motivos, las alcaldías de Barcelona, Milán y Atenas nos comprometemos a poner en práctica acciones climáticas urgentes que beneficien a todos los ciudadanos por igual. En calidad de líderes de la red de ciudades C40, estamos trabajando para reducir con rapidez las emisiones de gases de efecto invernadero y, así, poder limitar el aumento de la temperatura mundial a 1,5°C. Además, somos conscientes de que las ciudades no pueden cumplir los compromisos alcanzados en el acuerdo de París si nuestras acciones no sirven a su vez para disminuir las desigualdades y ofrecer justicia social a toda la ciudadanía.
Aquí en Barcelona hemos publicado el plan Clima 2018-2030, gracias al cual lograremos cumplir los objetivos que nos corresponden del acuerdo de París. Nuestro plan reconoce la mitigación y la adaptación al cambio climático como metas fundamentales, pero otorga un peso similar tanto a la justicia climática (nos proponemos alcanzar un objetivo de pobreza energética cero para el año 2030) como a la corresponsabilidad y cocreación ciudadanas (por lo que destinaremos 1,2 millones de euros en subsidios a proyectos colaborativos ciudadanos). En la redacción y ejecución del plan Clima, que afecta a la ciudad entera, se ha involucrado una red de más de mil organizaciones que han firmado el Compromiso Ciudadano por la Sostenibilidad 2012-2022.
En Milán hemos puesto en marcha políticas para abordar el desperdicio de alimentos, hemos adquirido autobuses eléctricos y hemos mejorado la eficiencia energética; medidas que han supuesto a su vez mejorar la calidad de vida de nuestros ciudadanos y ciudadanas más vulnerables. Por ejemplo, los restaurantes y las tiendas que donan la comida que no utilizan a organizaciones benéficas pagan un 20% menos de impuesto de residuos. Trabajar codo con codo con las empresas, la sociedad civil y las comunidades es clave para llevar a la práctica medidas climáticas osadas y equitativas en nuestras ciudades.
En Atenas nos hemos comprometido a actualizar nuestro plan de Acción Climática para poder cumplir los objetivos del acuerdo de París en el 2020. Estos cambios forman parte de nuestra Estrategia de Resiliencia para el 2030, que plantea medidas concretas tanto para mitigar el cambio climático como para adaptarse a él. Para nosotros es prioritario, por un lado, proteger a los ciudadanos y ciudadanas más vulnerables de los fenómenos climáticos extremos y, por otro, lograr que las partes interesadas participen en la toma de decisiones más importantes. Fomentar las soluciones basadas en la naturaleza y las infraestructuras verdes y azules en las zonas más desfavorecidas de la ciudad tiene como objetivo ayudar a todas las personas a prepararse mejor para los impactos inevitables del cambio climático.
Nuestro compromiso con una lucha climática valiente y equitativa es patente: 31 ciudades de todo el mundo, que representan a cien millones de personas, ya se han comprometido a fomentar las acciones climáticas inclusivas dirigidas por la propia comunidad. Este compromiso de la red C40 con la equidad servirá para que los ciudadanos vulnerables y con ingresos bajos de todo el mundo se beneficien más de los cambios medioambientales, sociales y económicos. No obstante, sin ayuda no podremos crear las ciudades sostenibles, equitativas y prósperas del futuro.
Pedimos que la Unión Europea sea más ambiciosa en esta cuestión. En primer lugar, es necesario que la Comisión Europea apruebe los objetivos de 1,5 °C y de emisiones netas cero del acuerdo de París como propósitos de su estrategia europea a largo plazo. Estos objetivos sólo se pueden lograr con políticas sociales, económicas y energéticas constantes; aprobando después del 2020 un presupuesto coherente con la acción climática (que incluya medidas para eliminar de forma paulatina los combustibles fósiles) y proponiéndose un objetivo más ambicioso de reducción de emisiones para el 2030.
También pedimos a los estados miembros de la Unión Europea que se propongan unos objetivos climáticos más ambiciosos y que adopten todas las medidas necesarias para garantizar su ejecución, de forma que el acuerdo de París se pueda lograr con rapidez y en su totalidad.
Por último, pedimos a todos los ciudadanos y ciudadanas de la Unión Europea que sean conscientes de la trascendencia que tendrá este momento para la historia. Las decisiones que tomemos en los próximos meses y años sobre la energía que usamos, la manera en la que viajamos, los alimentos que comemos y el tipo de ciudades que creamos determinarán el mundo que heredarán nuestros hijos. Las cuestiones sobre cómo acelerar la acción climática y mantener el calentamiento global por debajo de 1,5°C tendrían que ser primordiales en las próximas elecciones europeas. Que ninguno de los que aspiramos a alcanzar un futuro más sostenible, equitativo y saludable para todo el mundo pierda la oportunidad que se nos ofrece: crear el futuro que anhelamos.