Qué hacer si viajas a Londres este agosto

Cuando llega el verano, los viajeros españoles no solo piensan en tumbarse en la playa, tomar el sol y descansar, hay muchos que prefieren el bullicio de las ciudades. Londres es un buen ejemplo. Es la escapada más popular fuera del territorio, sin duda uno de los destinos estrella para este mes de agosto. Las razones son diversas: aprender inglés, por temas laborales, ir de museos, comprar compulsivamente o, simplemente, para disfrutar de una de las ciudades más interesantes del planeta.

El clima es ideal este mes – la temperatura máxima suele ser de 23º y no llueve mucho - y las opciones para disfrutar de sus calles son muchas. Los festivales en la city se multiplican durante los meses de verano, en las terrazas y las azoteas al aire libre se está de lujo, y darse un paseo por los jardines de la capital británica es un verdadero placer. A continuación te sugerimos cinco ideas para que puedas exprimir la ciudad al máximo:

El palacio de Buckingham abre sus puertas

Como cada verano (entre julio y septiembre), la familia real británica coge vacaciones y deja su residencia en Buckingham para mudarse, temporalmente, al castillo de Balmoral en Escocia. Es el momento ideal para visitar los salones del Estado, las caballerizas Reales, la Galería de la Reina o los impresionantes jardines del palacio. El valor del contenido es espectacular y cuenta con la Colección Real (Royal Collection), forma da por obras de arte y pinturas de artistas como Rubens o Rembrandt, esculturas, porcelana fina o muebles antiguos de enorme interés.

Además, no hay que perderse el exterior y darse un largo paseo por sus deslumbrantes jardines, que cuenta con 150 mil metros cuadrados perfectamente cuidados, donde puedes encontrar 350 especies de flores, 200 árboles y un lago precioso.

Ver cine al aire libre

Lo último que apetece cuando uno viaja a Londres en verano es encerrarse. Pero si nos gusta el cine, una excelente idea es coger una silla y una manta, y elegir película, sea clásica, de aventuras o de estreno, no importa, la capital británica tiene muchos escenarios al aire libre: en los jardines de un palacio, en una azotea o en la orilla del río.

De hecho, este verano 2019 el programa de proyecciones es mejor que nunca; ahí van tres recomendaciones: en el Rooftop Bar de Bussey Building en Peckam, donde se puede ver una película mientras te tomas una copa ; o las Time Out Movies on the River, junto al río y con la pantalla gigante en la cubierta de un barco, que además hace un recorrido por el Támesis ; o, por último, la plaza interior de la monumental Somerset House del centro se convierte en una gran sala de cine durante 14 noches de agosto.

Busca una playa

El que piense que no hay playas en Londres, se equivoca rotundamente. Tiene algo similar, las urban beaches (playas urbanas) y sí, haberlas haylas. Está claro que no son playas como las de Baleares o Canarias, pero consiguen al menos dar la sensación de que uno no está sumergido en una ciudad. Te aportan un poco de espíritu veraniego.

Entre las más conocidas, Dock Beach en los muelles reales, con piscina para niños incluida; Neverland London, un verdadero paraíso tropical con food trucks para devorar una buena porción de pizza o tomarse un cóctel; y The Beach, en Brent Cross, con 350 toneladas de arena que se esparcen a lo largo de 2.500 metros cuadrados, lo que la hace ideal para compartir en familia.

El carnaval de Notting Hill

Es curioso ver cómo cambian las cosas en pocos años. Hace 50 años Notting Hill era un barrio poco aconsejable. No se veían apenas turistas por allí. En esa época llegaron los inmigrantes afrocaribeños, brotaron todo tipo de conflictos, y comenzó la mala fama de la zona. Sin embargo, los vecinos se inventaron un carnaval de verano como alternativa al desorden, y ¡bingo!: a partir de entonces, el último fin de semana de agosto, se celebra el que es uno de los carnavales más llamativos del planeta y el festival callejero más grande de Europa.

Se respira el aire multicultural de la ciudad londinense. Hay que resaltar especialmente el desfile de disfraces, que es una maravilla y tiene lugar el lunes para poner la guinda a los festejos.

Un picnic en Hyde Park

Para los londinenses el picnic es algo más que extender un mantel en medio de una pradera. Cuando sale el sol, se convierte en una especie de ritual. Miles de oficinistas se reparten por los parques con un sándwich, algo con lo que refrescarse, y desconectan completamente de sus tareas. A escasos minutos de Oxford Street, se encuentra uno de los parques sin duda más conocidos del centro de la ciudad: Hyde Park.

Es una acertadísima decisión acercarse en verano y, con una cesta de picnic, sentarse bajo la arboleda de Kensigton Gardens y relajarse. Y eso no es lo único que se puede hacer, también es posible asistir a las interesantes exposiciones de Serpentine Gallery, pasear a lomos de un caballo o darse un chapuzón en el Serpentine Lido, un lago en pleno parque.

Música clásica en el Proms

Éste es uno de los eventos más esperados del verano. Este año, los tradicionales Proms -un ciclo de conciertos diarios de música clásica organizados por la BBC- comenzaron el 19 de julio y acabarán el 14 de septiembre. Los amantes de la música clásica están de suerte. Conciertos de todo tipo, en diferentes ubicaciones de la ciudad, entre las que destaca el prestigioso Royal Albert Hall.

Desde solos de piano a recitales de ópera, hasta oír las orquestas filarmónicas más importantes del panorama internacional. Este año se han programado tributos a Mozart y Bach, así como actuaciones de jazz y soul. Además, los precios son bastante asequibles, pudiéndose encontrar entradas por 7 libras por cabeza, incluso algunas de las actuaciones son de acceso gratuito.

Teatro en Regent´s Park

Aquí tenemos otro de los acontecimientos esperados del verano en la capital inglesa, donde el auténtico protagonista es el teatro de Shakeaspeare al aire libre, aunque también hay obras de otros autores como Dickens. Se celebra desde el año 1932 y se han interpretado piezas de la categoría de Romeo y Julieta, Jesus Christ Superstar, Henry V, Macbeth, The Crucible, The Taming Of The Shrew o Into The Woods.

Aparte de la calidad de las obras que allí se representan, es de justicia destacar el escenario: el romántico Regent´s Park, en la parte norte de la ciudad. Por cierto, no muy lejos está el London Zoo, el parque zoológico más antiguo del mundo.

Tomarse un helado

Entre visita y visita, es recomendable detener la caminata durante un momento, asomarse al mostrador de una heladería y elegir un delicioso cucurucho que nos refresque.

En Londres hay muchas opciones. El insigne repostero Jordi Roca nos sugiere ir a Chin Chin Labs. Estas heladerías londinenses (hay una en Camden y otra en Soho) cuenta Jordi, “elaboran sus helados con nitrógeno líquido y son muy buenos”. Cuenta con excelentes valoraciones y críticas por parte de los usuarios de Tripadvisor y, en muchos casos, se recomiendan los clásicos de chocolate y vainilla, además de otros sorprendentes sabores como el del melocotón a la parrilla, el de sandía y eneldo o el de café y tabaco. Y, sobre todo, muchos dicen que bañarlo en chocolate caliente es imprescindible.