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San Marino, la gran desconocida de Europa

De viaje a...

La república más antigua del mundo es un diminuto país rodeado en su totalidad por Italia

El castillo de Guaita, la imágen más icónica de San Marino

Hibiscus81 / Getty Images/iStockphoto

Puede presumir de ser la república más antigua del mundo, la única superviviente de las ciudades-estado que dominaron buena parte de la península Itálica durante la baja edad media, pero, a pesar de ello, es uno de los rincones más desconocidos de Europa. Y es que San Marino es un diminuto país de 33.000 habitantes y poco más de 60 km2 -el equivalente a la Gran Manzana-, rodeado en su totalidad por Italia, como si de una isla se tratara.

No suele aparecer como un destino turístico en las grandes guías, aunque resulta una visita deliciosa -posiblemente complementaria- durante un viaje a la Emilia-Romaña o a la Toscana. Sin salida al mar, pero a solo diez kilómetros del Adriático, lo separan 22 kilómetros de Rímini, 130 de Bolonia y alrededor de 180 de Florencia.

Restaurantes y tiendas de souvenirs en el casco antiguo de la ciudad de San Marino

narvikk / Getty Images

Algunas cuestiones previas

La forma más fácil de acercarse hasta este microestado es en automóvil, pero si no dispones de él, no te preocupes, hay autobuses frecuentes desde Rímini y otras ciudades italianas.

A pesar de no ser miembro de la Unión Europea, no esperes encontrar fronteras que dificulten el acceso, porque, simplemente, no existen. Olvídate también del cambio de divisa; San Marino ha adoptado el euro como moneda propia.

Si optas por pasar la noche aquí, podrás elegir entre una interesante oferta de establecimientos, si bien, por sus dimensiones, la mayoría de los visitantes no suelen invertir más de una jornada en recorrer el centro histórico y el monte Titano, sus principales atractivos, reconocidos como patrimonio de la humanidad por la Unesco.

Una de las calles del casco antiguo de San Marino

OljaSimovic / Getty Images/iStockphoto

Una ciudad y tres castillos

El perfil del monte Titano, con sus 739 metros de altura, dibuja la imagen más icónica del país, en cuyas laderas se extiende la ciudad medieval de San Marino, de calles estrechas y edificios históricos. Hermosa y accesible -a tamaño humano-, invita a ser descubierta sin un plan establecido.

Cuenta con tres torres situadas en la cima; tres hermosas construcciones que sobresalen por encima de todo: el castillo de la Guaita -la más importante-, cuyos orígenes se remontan al siglo XI, el castillo de la Cesta o Fratta, desde donde se disfruta de las vistas más espectaculares de la ciudad, y la torre Montale, una edificación más pequeña y apartada, pero igualmente interesante. Su importancia se refleja en la bandera del país, en la que se representan una junto a otra.

Vista del castillo de la Cesta desde la fortaleza de Guaita

Max Ryazanov / Getty Images

Piazza della Libertà

La piazza della Libertá es el epicentro de la ciudad. En ella encontramos el Palazzo Pubblico, la majestuosa construcción de finales del siglo XIX que alberga el Ayuntamiento y la sede del Gobierno.

Es el escenario del cambio de guardia de la Unidad Uniformada de la Guardia di Rocca. Si viajas durante los meses de verano, no te lo pierdas; tiene lugar a partir de las 14:30 horas, cada 30 minutos.

Plaza de la Libertad y palacio Público de San Marino

LucaLorenzelli / Getty Images

Otras construcciones históricas

Además del Palazzo Pubblico, deambulando por las estrechas calles del casco antiguo, descubriremos numerosas construcciones que nos permitirán retroceder en el tiempo: iglesias y conventos del siglo XIV, palacios y otras edificaciones públicas.

Destacan la bella basílica del patrón del país, la de San Marino, que data del siglo XIX, o el teatro Titano, que se remonta al siglo XVIII.

Basílica de San Marino, el templo más importante del país

leonardospencer / Getty Images

Un país de museos

Si te gustan los museos, estás de suerte. A pesar de sus pequeñas dimensiones, San Marino cuenta con un buen número de ellos. No puedes perderte el Museo Estatal, en el Palazzo Pergami, una muestra arqueológica y artística relacionada con la historia de la república, que incluye restos del neolítico, piezas de la edad media y una galería de arte con pinturas de los siglos XIV al XIX.

Si quieres sorprenderte de verdad, acércate hasta el Museo de Curiosidades, una colección de un centenar de excentricidades y rarezas, tales como una trampa de pulgas del siglo XIX, el reloj de la nariz o las uñas más largas del mundo.

Gastronomía

Piadina, una especialidad típica de Sant Marino

Kobako / Wikimedia commons

Viajar hasta San Marino y no aprovechar la ocasión para degustar su gastronomía sería algo imperdonable. Y es que, como su vecina Italia, con la que comparte cocina, sentarse a la mesa supone disfrutar de un festín para los más exigentes.

Además de la típica pasta, y los excelentes quesos, te recomendamos que pruebes la piadina , un tipo de pan plano elaborado con masa de hojaldra de trigo rellena, o la torta tre moni , una especie de gofre bañado en chocolate con claras alusiones a las tres torres locales.

Sin salida al mar, pero a solo diez kilómetros del Adriático, lo separan 22 kilómetros de Rímini, 130 de Bolonia y alrededor de 180 de Florencia