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Monte Igeldo, vuelta a la belle époque

Parques de atracciones

San Sebastián posee uno de los parque de atracciones con más encanto del país

Monte Igeldo, San Sebastián

lorenzobovi / Getty Images/iStockphoto

El monte Igeldo es uno de los mejores miradores de la costa donostiarra. La bahía de La Concha, la isla de Santa Clara y el monte Urgull aparecen como pequeñas miniaturas en el horizonte, en una postal que tiene como sonido de fondo la risa de niños y abuelos que han venido hasta aquí para disfrutar de las atracciones centenarias repartidas por este monte. Aquí se ubica uno de los parques con más encanto del país, que reúne una veintena de atracciones históricas. Inaugurado en 1912, empezó como un casino-restaurante y, después de la prohibición del juego, se convirtió en un parque de atracciones inspirado en la belle époque.

Parque de atracciones en el monte Igeldo, San Sebastián

By Unuaiga rom Wikimedia Commons

Declarado Conjunto Monumental hace cuatro años, el recinto del Txubillo –como se conoce el monte Igeldo en euskera– ha mantenido hasta el día de hoy su espíritu de feria de pueblo, de manera que no hay una entrada única al conjunto, sino que se paga cada atracción por separado, con la idea de que cada uno elija lo que prefiere en cada momento.

También ha mantenido su carácter marcadamente familiar, y, de hecho, nos explican que, más que de padres a hijos, la tradición de venir al parque ha pasado de abuelos a nietos. Dirigido ahora por la quinta generación de la familia que lo inauguró, el parque mantiene la filosofía de renovarse sin fallar a sus raíces. Y les va bastante bien: después del Museo Guggenheim Bilbao, es el segundo recurso turístico más visitado del País Vasco.

Atracciones con historia

La más popular de todas las atracciones –y la primera que se construyó– es la Montaña Suiza. En realidad, se trata de un tren escénico, o scenic railway, pensado para disfrutar del paisaje desde las alturas. Dicen algunos donostiarras que en la época no se podía llamar “montaña rusa” por culpa de Franco, ya que con él “no podía haber filetes, ensaladillas ni montañas rusas”.

Montaña Suiza en el parque del monte Igeldo

By Juanedc de Zaragoza via Wikimedia Commons

Bromas aparte, la realidad es que esta atracción no es técnicamente una montaña rusa. A diferencia de estas, que tienen una estructura de mecano y se pueden trasladar, el tren del monte Igeldo se construyó sobre una estructura fija de hormigón. Como dato curioso, solo queda otra atracción de estas características en el mundo, concretamente en el parque Los Jardines Tivoli, en la ciudad de Copenhague.

Entre las demás atracciones del recinto cabe mencionar el Río Misterioso, de principios de los años treinta, y el Laberinto, que son dos de las más visitadas.

El torreón que todo lo ve

Otro signo inequívoco del monte Igeldo es su Torreón, un faro marino situado a 184 metros de altura sobre el nivel del mar que fue destruido por los carlistas durante la Guerra Civil y reconstruido después, en 1855. Se puede subir hasta lo alto del Torreón, de 26 metros de altura, para disfrutar de unas impresionantes vistas, que van desde el cabo Machichaco, en Bizkaia, hasta las Landas, en Francia.

El Torreón del monte Igeldo

Валерий Дед via Wikimedia Commons

En el trayecto de subida, vale la pena fijarse en las fotografías de principios de siglo que cuelgan de las paredes. Entre ellas aparecen antiguos caseríos, transbordadores del monte Ulía, oficios que ya han desaparecido (como los cesteros) y tradiciones que todavía hoy son vigentes, como los sayos fruncidos para cambiarse de ropa en la playa sin que nadie nos vea desnudos. Imágenes que muestran los cambios sociales y económicos de una ciudad y de su gente.

Viaje en funicular

Funicular centenario en el monte Igeldo,San Sebastián

herraez / Getty Images

Aunque podemos bajar del monte con autobús o taxi, preferimos elegir una opción mucho más “retro”: la de un funicular-cremallera con más de cien años de historia, con icónicos vagones de madera roja que recorren 300 metros de desnivel entre árboles frondosos. Se trata del funicular más antiguo del País Vasco, inaugurado, como el parque, en 1912, y dispone de dos vagones que se cruzan en el punto medio del recorrido. El mejor transporte posible para poner punto y final a nuestra visita y despedirnos, poco a poco, de este encantador monte capaz de transportarnos a otras épocas.

Un hotel con alma vintage

Hotel Mercure San Sebastián Monte Igueldo.

typhoonski / Getty Images/iStockphoto

Las vistas del monte Igeldo también se pueden disfrutar desde el encantador y recién renovado Hotel Mercure San Sebastián Monte Igueldo. La mayoría de las 125 habitaciones de este establecimiento ofrecen vistas panorámicas sobre la bahía de San Sebastián y cuentan con terraza propia.

Dirigido por el chef Kéril Gómez, alumno de la primera promoción del Basque Culinary Center, su restaurante El Torreón rinde tributo al antiguo faro y se especializa en cocina vasca de mercado. El restaurante también forma parte del grupo Euskadi Gastronomika, que promueve los productos locales y de temporada. El Wine Bistro Bar Belle Epoque y el Gastro Bar Karrusel, especializado en pinchos, completan la oferta gastronómica del hotel.

El parque del monte Igeldo fue Declarado Conjunto Monumental