Tierras áridas y estériles, desiertos de arena y roca, lugares sin agua y sin un ápice de vida salvo por los oasis, esos descansos naturales que aparecen de la nada y que dan una tregua para un cruel e inhóspito entorno. Descnansar, reconfortarse y seguir camino.
La naturaleza siempre nos sorprende con la capacidad de crear vida en lugares que parecen imposibles, las aguas subterráneas, acumuladas por la poca lluvia, afloran a través de los lagos y manantiales y hacen posible que animales y plantas se reproduzcan dentro de estos espacios verdes, en algunos, incluso se han creado asentamientos humanos permanentes.
En ciertos oasis, el desierto es sólo un espejismo”
No penséis que son un espejismo, estos son algunos de los ejemplos más bonitos del planeta que pueden visitarse.
Oasis Umm al-Maa en Libia
En las dunas de Ihhan Ubari, en Libia, se encuentra el lago Umm al-Maa (apto para el baño), que se traduce como ‘madre de las aguas’. Un oasis que es un regalo de la naturaleza en mitad de un mar de dunas, palmeras datileras y juncos forman un exuberante vegetación que nos recuerdan que, aquí, hubo el antiguo lago, que llegó a cubrir una superficie del tamaño de Inglaterra, pues hace unos 200.000 años esta era una región húmeda y fértil.
Oasis Chebika en Túnez
Escondido en el interior de un cañón del Atlas de Túnez, ubicado a unos 50 kilómetros al norte de Tozeur, aparece este oasis de montaña conocido por ser escenario de películas como el Paciente Inglés y Star Wars. Fue un lugar estratégico que controlaba el paso de muchas rutas, perolos habitantes abandonaron el lugar por unas riadas en 1969 y, todavía hoy, se pueden ver los restos de lo que fue la antigua población de Chebika.
Sin embargo, el lugar sigue habitado por algunos vendedores que viven del turismo. No hay que olvidar el bikini para darse un baño en alguno de sus pozas.
Oasis del lago de la Media Luna en el desierto del Gobi
Un pequeño oasis en forma de media luna surge de las arenas del desierto del Gobi, uno de más grandes del mundo. Sobre el lago Yueyaquan, al sur de la ciudad de Dunhuang, también conocido como lago Crescent, que debe su nombre a su forma de media luna, es un verdadero reclamo turístico ya desde los tiempos de la famosa Ruta de la Seda.
El lago mide alrededor de 218 metros de largo por 54 de ancho y se encuentra camino a la extinción, ya que ha bajado notablemente su nivel de agua. Junto al lago pagoda y las famosas cuevas de Mogao, también conocidas como las cuevas de los Mil Budas, declaradas patrimonio de la humanidad por la Unesco.
Oasis Siwa en Egipto
A tan sólo 50 km de la frontera libia, esta fértil cuenca, situada a unos 25 metros bajo el nivel del mar y rebosante de olivos y palmeras, acoge a unos 25.000 habitantes al oeste de Egipto. Tiene unas dimensiones de 80 kilómetros por 20, y posee unos 200 manantiales, templos antiguos, un lago de sal, aguas termales e impresionantes dunas. Sus habitantes viven en casas de barro y han logrado conservar su idioma el siwi -un dialecto bereber- , además de gran parte de la cultura amazigh.
Oasis Wadi Bani Khalid en Omán
El Wadi Bani Khalid se encuentra a 200km de la capital de Omán, Muscat, y abarca una larga serie de montañas y aldeas que se encuentran cerca de un wadi, lo que se traduciría como río que solo lleva agua en los períodos de lluvias, en este caso lleva agua todo el año. Hay una serie infraestructuras turísticas por el valle, ya que es lugar muy frecuentado, especialmente los fines de semana, en la que la gente se acerca a bañarse en las piscinas naturales.
El contraste ente el agua y las gargantas formadas con rocas de tonalidades marrones lo hace especialmente bonito. Se pueden encontrar tiendas, algunas cafeterías y lugares para hacer un picnic al lado del agua.
Oasis Ein Gedi en Israel
Es un oasis situado muy cerca del mar Muerto en Israel, no sólo es un oasis originado por un manantial sino también una reserva natural protegida y un parque arqueológico. Se encuentra rodeado de una vegetación exuberante que contrasta con las maravillosas dunas del desierto. Además, goza de una gran reputación como balneario, y los turistas acuden aquí para disfrutar de los manantiales de aguas termales.
Sus aguas frescas hicieron posibles los asentamientos humanos hace 5.000 años, y todavía hoy se pueden encontrar restos históricos y arqueológicos de sus primeros habitantes.
El agua es vida, en el oasis la vida gira en torno a este preciado líquido que marca la diferencia entre la vida y la muerte”