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Carcasona, una escapada al castillo de la colina

Fin de Semana

Murallas, torres y almenas en una fortificación medieval al sur de Francia

Vistas desde el castillos de Carcasona, en Francia

BrianAJackson / Getty Images

En algún punto entre la fantasía y la historia se alza la ciudad medieval de Carcasona, un castillo en la colina al sur de Francia. La Cité como se conoce la muralla en la cumbre de la colina en Carcasona, ha sido un punto estratégico durante años. Fue territorio de romanos, visigodos y sarracenos, y fue testigo de cruentas batallas mientras las fronteras y las lealtades cambiaban de lado.

Los turistas que entran en la Cité pueden saborear de inmediato un poco mitología al atravesar la puerta, donde se encuentra la reproducción de un busto en honor a Lady Carcas. Se dice que, en el siglo VIII, terminó un asedio, de un año, lanzando un cerdo sobre las murallas de la ciudad para convencer a los invasores de que la ciudad disponía de alimentos suficientes para resistir el embiste, y que podían permitirse el lujo de desperdiciar un animal de este tipo. Cuando la estrategia dio sus frutos, la contenta Lady Carcas tocó las campanas de la ciudad. Sonne significa sonido en francés, así que la ciudad fue nombrada Carcasonne.

Carcasona, una de las ciudades antiguas fortificadas más bonitas de Europa, atrae cada año a millones de visitantes”

Esa historia es tan larga como las imponentes murallas (el nombre en realidad se remonta a la época romana, sobre el año 70 a. C.). El busto es un recuerdo inquebrantable de que el castillo de la “Bella Durmiente” embellece a medida que avanza el tiempo.

A pesar de algunas cursiladas acerca de caballeros en trajes de armadura, hay un montón de razones para visitar este Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y sus 52 torres. Éstas son sólo algunas de ellas.

La historia

La Cité de Carcasona tuvo un período de declive social hasta que, en el siglo XVIII, historiadores y arquitectos se asociaron para salvarla de la demolición. Desde entonces, la reconstrucción de sus antiguas murallas fue minuciosa, poniendo atención en sus detalles. El resultado es una mezcla de pura historia junto a tiendas turísticas que venden espadas de plástico.

Ciudad medieval de Carcasona, Francia

MarcPo / Getty Images

Las dos murallas concéntricas de la Cité cuentan con agujeros de flecha y trampas para animales, donde los defensores podrían arrojar piedras y verter savia hirviendo sobre los invasores.Las visitas guiadas por la ciudad serpentean por calles antiguas, y revelan siglos de historia empapada de sangre entre familias en guerra y facciones religiosas.

Algunas atracciones incluyen la basílica gótica de Saint-Nazaire, que cuenta con 700 años de edad, y cuyas vidrieras fueron desmontados y ocultadas de los nazis en las montañas circundantes. La iglesia se remonta un milenio atrás, y las huellas de su pasado romano todavía son visibles.

El Chateau Comtal de la Cité es una fortificación dentro de una fortificación, la última línea de defensa custodiada por altas torres y una trinchera. El museo ofrece puntos de vista históricos junto con unas vistas que, en un día claro, se extienden hasta los Pirineos.

Cuenta que el renacimiento de la Cité tuvo lugar después de que estuviera en muy mal estado, y también ofrece el único acceso a algunas de las murallas, incluyendo un mirador sobre el teatro centenario. Hay otros lugares interesantes en los que podemos ver pozos con siglos de antigüedad, y el museo de la Tortura.

El campo

Restos de los cuatro castillos cátaros de Lastours, Francia

umdash9 / Getty Images/iStockphoto

Una visita a la ciudad, al sur de Francia, está incompleta sin una excursión a sus viñedos. La región de Languedoc es famosa por su vino, pero también por los restos de antiguos castillos. El más famoso de los llamados castillos cátaros, que lleva el nombre de una secta religiosa que fue objeto de la cruzada de un Papa, es Lastours. El sitio es un corto y encantador recorrido en coche desde Carcasona.

El asentamiento se remonta a 1.500 años atrás, donde todavía se pueden ver los vestigios de cuatro castillos. Un sendero lleva a cada torre, que se asemejan a las piezas de ajedrez, colocadas encima de una colina empinada. En lo alto se obtienen unas vistas de 360 grados de todo el valle. Los restos de un pueblo esperan al final del camino.

La comida

foie-gras francés

AM29 / Getty Images/iStockphoto

No dejes que las horteras tiendas de recuerdos te engañen. Carcasona es el hogar de sofisticados platos franceses. La región es conocida por su cassoulet, un guiso de alubias y carne. El plato se ofrece en la mayoría de los menús de la ciudad.

También se elaboran muchos platos a base de fuagrás y se utiliza mucho el chocolate en los postres. Otra opción es saborear un cono de helado mientras se admiran las vistas.

Sin embargo, comer dentro de las murallas tiene un precio. La mejor oferta se puede encontrar justo más allá, en el centro de la ciudad.