Aprende cuándo y cómo plantar tomates con esta guía práctica

Jardinería

Los tomates son unas de las plantas con fruto comestible más agradecidas para plantar en casa. Su cultivo es bastante fácil para cualquier principiante

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Tomateras

Tomateras

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Los tomates son unas de las plantas con fruto comestible más agradecidas para plantar en casa. Su cultivo es bastante fácil y permite disfrutar de este alimento de una forma sana y con un sabor delicioso. Eso sí, para llevarlo a cabo con éxito es aconsejable seguir esta serie de pasos.   

Primeros pasos

Comenzar a plantar los tomates a partir de semillas es sencillo y, además, muy económico. Además, permite elegir entre diferentes variedades que se pueden adquirir en viveros locales. Se necesita, además de las semillas, unas macetas de inicio (más pequeñas) o una bandeja de plástico con diferentes celdas de cultivo, tierra y una botella para rociar agua mediante nebulización. Si se adquieren diferentes variedades, se pueden plantar cuatro o cinco semillas de cada una de ellas. 

Es aconsejable utilizar una tierra especializada de venta en tienda, porque la de un jardín normal que no ha sido esterilizada puede comprometer la salud de sus jóvenes plantas de tomate, lo que podría introducir patógenos dañinos.  Además, la mayoría de las mezclas iniciales de tierra de venta en superficies especializadas contienen suficiente fertilizante para alimentar a los tomates hasta el momento de trasplantarlos al jardín, por lo que no debería necesitar aplicar fertilizante adicional.

Macetas pequeñas y bandejas

Macetas pequeñas y bandejas

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Cualquiera que sea el tipo de contenedor o maceta que use para comenzar a plantar, hay que asegurarse de que proporcione un buen drenaje; si las raíces de sus tomates permanecen demasiado húmedas, serán más susceptibles a enfermedades. 

También hay que asegurarse de que no sean demasiado grandes. Para los tomates, es mejor comenzar con un recipiente más pequeño y trasplantar a un recipiente más grande cuando sea necesario, ya que el exceso de tierra podría dejar la tierra demasiado húmeda. En cambio, cuando se plantan plantones, se pueden utilizar macetas más grandes aunque asegurando siempre un buen drenaje.

Estación

Es importante saber cuándo comenzar con las semillas de tomate, para plantarlas en el mejor momento y obtener la mejor cosecha. Suele ser cuando se acerca el verano, unas semanas después de la fecha de la última helada. 

Tierra

Se recomienda colocar un poco de tierra en la bandeja de semillas o la maceta pequeña. Llenarla sin apretar, y luego golpear suavemente la bandeja para eliminar las bolsas de aire. La tierra suelta permitirá que las raíces de las plantas se extiendan bien, pero la tierra compactada no. Suavemente se alisa la superficie del suelo para nivelarlo. 

Germinación

Planta pequeña del tomate

Planta pequeña del tomate

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Para la germinación, los tomates requieren calor y mucha humedad, condiciones que crean un efecto invernadero. Hay algunas opciones para crear este ambiente. Desde más las más económicas, como una envoltura de plástico que cubra las macetas pequeñas en el caso de las semillas, asegurándose de dejar un poco más de espacio entre la superficie del suelo y la parte superior de las bandejas de semillas, para que los tomates pequeños no se golpeen la cabeza con el plástico inmediatamente después de que broten. 

Es importante quitar la envoltura de plástico poco después de que los brotes asoman la cabeza por encima del suelo, para garantizar la circulación del aire y reducir el riesgo de marchitamiento. Otras opciones son las bandejas de cultivo abovedadas o los terrarios que contienen cúpulas de humedad. 

Clima

Se pueden plantar los tomates y que comiencen a crecer tanto en el interior de la casa como en una terraza o balcón. Hay que procurar que reciba mucho sol cálido en la primavera. El mejor rango de temperatura para la germinación es de entre 18 y 30 grados y se aconseja orientar las plantas completamente hacia el sur, donde reciba luz solar directa, proporcionando luz y calor.

Marcadores de planta

Los marcadores de plantas son buenos si se cultivan varias variedades diferentes de tomates, así como muchos otros tipos de vegetales y hierbas. Además, se aconseja indicar la fecha en que se sembraron las semillas. Se pueden hacer con palitos de helado usados, o puedes comprar marcadores diseñados específicamente para este propósito, ya sea de metal, madera o plástico.

Pulverizar agua

Pulverizador de agua

Pulverizador de agua

Getty Images/iStockphoto

Usar una botella rociadora dos o tres veces al día proporciona un control mucho mayor sobre la cantidad de riego que está proporcionando y ayudará a evitar el exceso de agua. Las macetas demasiado húmedas pueden promover enfermedades fúngicas. El suelo anegado también puede permanecer demasiado frío después del riego, lo que impide la germinación de las semillas y ralentiza el crecimiento de las raíces.

Trasplantar

Una vez que sus tomates pequeños tengan al menos dos o tres conjuntos de hojas verdaderas, se pueden trasplantar a macetas de mayor tamaño. Cuando se retiren los tomates jóvenes, hay que hacerlo sin tirar de los tallos. Se pueden utilizar herramientas como una cuchara que permitan coger la planta debajo de las raíces, así no se dañan.  Cuando la planta sea más grandes y requiera más agua, en lugar del pulverizador se puede utilizar una regadera. 

Los tomates son una de las pocas plantas que crecen bien cuando sus tallos están profundamente enterrados en el suelo. Esto puede provocar la pudrición de otras plantas, pero si se hunde parte del tallo de un tomate en el suelo o lo entierra, los pelos del tallo se convertirán en raíces. 

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Es aconsejable retirar las hojas inferiores de los dos tercios inferiores del tallo y asegurarse de que el tomate todavía tenga al menos dos juegos de hojas sobre el suelo. Y dejar suficiente tallo libre para que haya al menos unos centímetros entre la tierra y las hojas.

Por último, agregar más tierra hasta que quede solo unos pocos centímetros de espacio libre en la parte superior de la maceta, golpeando suavemente la maceta para asentar la tierra. Luego regar. Durante el período de endurecimiento de la planta, se pueden poner al aire libre durante el día durante unas pocas horas a la vez, aumentando lentamente la cantidad de tiempo que pasan al aire libre y la cantidad de luz solar directa y exposición al viento. 

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