El crotón es una planta que llama la atención. Tiene unas hojas grandes, de variados colores y una nervadura gruesa y de diferentes tonalidades. Resulta muy decorativa en cualquier hogar y además es muy fácil de cultivar.
Tiene su origen en el sur del Pacífico y existen muchas variedades. Se pueden encontrar con hojas en las que se combina el verde, amarillo, rojo, naranja, crema, rosa y negro, mezclados unos con otros, por eso resulta tan atractiva.
Son plantas resistentes, pero no llevan bien los cambios. Por eso, puede ocurrir que, al traerla de la tienda, los primeros días comience a perder hojas. Sin embargo, no hay que preocuparse, porque con unos cuidados adecuados, enseguida se recuperará y crecerán con intensidad.
Cuidados del crotón
Como muchas plantas de interior, el cuidado del crotón implica riego y humedad adecuados
Como muchas plantas de interior, el cuidado del crotón implica riego y humedad adecuados. Dado que es una planta tropical, le viene bien la humedad, por lo que uno de los mejores consejos -sobre todo ahora que suben las temperaturas- es rociarla regularmente con un pulverizador con agua. No necesita mucho riego, basta con comprobar que la tierra esté seca al tacto y al hundir el dedo unos centímetros. Cuando se riegue, hay que hacerlo en abundancia, pero la maceta debe tener un buen drenaje.
Necesita mucha luz, por eso es bueno situarla cerca de la ventana, pero no ha de recibir la luz directa del sol demasiado tiempo ni a horas centrales del día, o se secará. La temperatura ideal para su buen estado es entre 18 y 25 grados y es importante mantenerla alejada de corrientes de aire y frío, porque por debajo de 15 grados puede perder sus hojas. Se debe abonar en primavera y verano y basta con un fertilizante líquido que vendan en una tienda especializada.
Se aconseja trasplantarla cada dos años aproximadamente, siempre a una maceta más grande, porque puede llegar a medir un metro de altura en algunas de sus variedades. En cuanto a la poda, se puede realizar con unas tijeras especializadas en plantas si se quiere mantener a un menor tamaño o para reducir el follaje. Es importante tener en cuenta que la savia es tóxica, por eso se debe tener precaución al cortar.
En cuanto a las plagas más habituales, son la araña roja, la cochinilla y el pulgón. Tras comprobar su presencia se pueden eliminar manualmente con algodón y rociando agua. Además, existen insecticidas naturales a la venta que pueden prevenir su aparición y acabar con ellas una vez han invadido la planta.