Cómo cuidar un lirio, la icónica flor de lis que embellecerá tu casa

Jardinería

Son unas flores grandes y llamativas, cultivadas a partir de bulbos, que tienen seis pétalos lisos o llamativamente marcados que se asientan sobre un tallo alto con hojas estrechas y largas

¿Conoces la sabiduría, belleza y fe del lirio azul?

Flor de lirio blanco

Flor de lirio blanco

Getty Images/iStockphoto

Pocas flores más regias que un lirio. Su representación heráldica, la flor de lis, fue el emblema de la Casa Real francesa y, posteriormente, de la española. Son unas flores grandes y llamativas, cultivadas a partir de bulbos, que tienen seis pétalos lisos o llamativamente marcados que se asientan sobre un tallo alto con hojas estrechas y largas. Los hay de muchos colores, como rosa, dorado, rojo, naranja y blanco. Hay diferentes especies de lirios. Los más conocidos son los asiáticos, los de Pascua, orientales, de trompeta, tigre y los lirios de gorra de turco. 

Los bulbos deben plantarse en otoño, un mes antes de que comience el frío y las heladas. De esta forma tendrán raíces en primavera y florecerán desde principios de verano hasta el otoño, según el tipo. La profundidad debe ser tres veces que la altura del bulbo y se debe colocar en un agujero con la punta hacia arriba. La siembra profunda estabilizará la planta y mantendrá frescos los bulbos de los lirios cuando las temperaturas suban. 

Cuidados

Durante el crecimiento hay que mantenerlos con mantillo para que sus raíces estén frescas y regarlos a menudo

Nada más sembrarlos, se debe regar abundantemente. Necesitan de 6 a 8 horas de luz solar directa al día, porque si se les coloca a la sombra, los tallos intentarán inclinarse hacia el sol y se caerán. Durante el crecimiento hay que mantenerlos con mantillo para que sus raíces estén frescas y regarlos a menudo. Que la tierra esté húmeda pero no mojada. 

Se puede utilizar un fertilizante líquido alto en potasio cada 2 semanas desde la siembra hasta 6 semanas después de la floración. También se aconseja aplicar una capa delgada de compost cada primavera, seguida de una capa de mantillo. Sólo florecen una vez por temporada y no se debe retirar las hojas hasta que se hayan marchitado y se hayan vuelto marrones en otoño. Así se nutre el bulbo para las floraciones de la próxima temporada.

Flor de lis en heráldica

Flor de lis en heráldica

Getty Images/iStockphoto

Las principales plagas y enfermedades son el moho, un problema, especialmente en primavera, los virus, propagados por pulgones, los escarabajos rojos, babosas y los caracoles. Lo mejor en estos casos es limpiar la planta con frecuencia y utilizar un insecticida ante los primeros indicios. 

Si se corta la flor para decorar, hay que evitar cortar más de un tercio del tallo, porque puede reducir el vigor y la longevidad de la planta. Hay que elegir aquellos con capullos que estén a punto de abrirse, mostrando un poco del color de la flor. Los brotes superiores se abrirán a medida que los inferiores se desvanezcan.

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Es una flor con mucho polen, pero se puede reducir cortando los estambres en el centro de la flor. Antes de colocarla en un jarrón, hay que retirar las hojas inferiores de los tallos para que no queden bajo el agua. Pueden durar dos o más semanas, pero hay que cambiar el agua cada pocos días. Si se quieren mantener más tiempo en buen estado se puede echar vitaminas en el agua.

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