El pantano de Sau, que se ha convertido en el triste símbolo de la sequía en Catalunya, al fin respira aliviado. Gracias a las últimas lluvias, este icónico embalse ha visto cómo su capacidad se ha disparado hasta superar el 40%. Según la información de la Agencia Catalana del Agua, ya se ronda el 42% de la capacidad del embalse.
No hace mucho, la iglesia de Sant Romà de Sau, usualmente sumergida bajo las aguas, asomaba por completo en un paisaje casi desértico. Pero ahora, el agua ya besa la parte baja de sus antiguas piedras y empieza a perder en las profundidades del pantano, lo que marca un cambio drástico y esperanzador en la situación hídrica catalana.
La evolución es muy prometedora
Las lluvias no sólo han beneficiado al embalse de Sau, sino a toda la región. El sistema Ter Llobregat, que abastece de agua a más de 200 municipios de Barcelona y Girona, ha mostrado una extraordinaria recuperación desde marzo, alcanzando el 36,51% de su capacidad. Esto representa el mejor registro del último año y medio y, de mantenerse la tendencia, podría incluso cambiar el actual estado de excepcionalidad hacia una fase de alerta menos severa.
Como consecuencia de esta mejora, el Gobierno ha convocado la Comisión Interdepartamental de Sequía para el próximo martes 18 de junio. El objetivo no es otro que valorar si es posible aliviar las restricciones de agua impuestas en algunas zonas de Catalunya, dada la evolución favorable de las reservas hídricas.
Por otro lado, aunque todos los embalses han registrado mejoras gracias a las lluvias y al deshielo típico de la época, no todos avanzan al mismo ritmo. El embalse de Darnius Boadella, en el Alt Empordà, sigue en fase II de emergencia con sólo el 22,77% de su capacidad, lo que demuestra que la recuperación total es todavía un objetivo lejano.
En contraste, los embalses gestionados por la Confederación Hidrográfica del Ebro, que también abastecen a Catalunya, están en una situación mucho más cómoda, con un 62,55% de su capacidad total. Incluso han tenido que realizar desembalses en las últimas semanas para gestionar el excedente.