Lo que sabemos hasta ahora sobre el vertido de pellets de plástico en Galicia
Episodio de contaminación
Voluntarios, asociaciones de ecologistas y los propios municipios afectados llevan días organizándose para limpiar las playas gallegas afectadas por el vertido de millones de pellets de plásticos
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Desde hace varias semanas se conoce de la existencia de un vertido de microplástico, concretamente pélets de plástico, que está llegando principalmente a costas gallegas y amenaza las playas asturianas. Es tal la magnitud de este vertido que ya se le llama “marea blanca”, en alusión a la marea negra del Prestige que llegó hace 21 años a las mismas costas.
Hace ya un mes del derrame y apenas se conocen datos científicos al respecto. No hay ningún informe oficial y se está publicando en diferentes medios y redes sociales mucha información que, en ocasiones, es incompleta o directamente incorrecta. Este artículo trata de aportar datos y ciencia a este desastre medioambiental detallando o aclarando la información dada estos días.
¿Cuándo perdió el buque su carga?
Un buque portacontenedores perdió parte de su carga al caer al mar seis contenedores. Al menos uno de ellos iba cargado de pélets de plástico (comúnmente conocidos con el término anglosajón pellets o nurdles, y en español también se denominan granzas de plástico), pequeñas bolitas de plástico de unos 4-5 mm de diámetro que se utilizan para fabricar diversos productos plásticos, como bolsas o envases.
El buque en concreto era el Toconao, registrado con el número IMO 9627899, que actualmente navega con bandera de Liberia
Según la información dada por las autoridades a los medios, el buque perdió la carga el ocho de diciembre y el primer avistamiento de estos pélets en tierra fue el 13 de diciembre en las playas de Corrubedo, en el municipio de Ribeira (A Coruña, Galicia).
¿Hacia dónde se dirigen los pélets?
Aunque la pérdida de contenedores fue en aguas portuguesas, hasta la fecha no hay ningún indicio de la llegada de los pélets a Portugal.
De momento, la corriente los está arrastrando principalmente hacia el norte, ya que en invierno la corriente predominante tiene esa dirección. En verano será hacia el sur, por eso podría haber para entonces otro repunte de llegadas a costa.
¿Qué sabemos sobre su composición?
De momento no se conoce la composición de estos pélets. Se sabe que fueron fabricados por la empresa Bedeko Europe y los sacos venían identificados como material con estabilizadores de luz UV. Es normal añadir aditivos a los pélets para que tengan ciertas propiedades específicas, y en este caso son más resistentes a la luz UV (algo bastante común). Es posible averiguar su composición con un espectrofómetro FTIR (infrarrojo por transformada de Fourier) en unos pocos minutos.
Se fabrican a nivel mundial unos 400,3 millones de toneladas de plásticos, de los cuales el 45,2 % están compuestos por polietileno (PE) o polipropileno (PP). El hecho de que estos pélets floten (han llegado a la costa flotando) indica que tienen una densidad menor que el agua de mar y, por tanto, no es probable que sean de PVC (policloruro de vinilo) o de PET (tereftalato de polietileno). La probabilidad de que sean de PE o PP es bastante alta.
¿Cuántos pélets hay?
Cada saco encontrado tiene un peso de 25 kilos –según la asociación Noia Limpa– y, en base a nuestros estudios, sabemos que cada pélet pesa en torno a 20 miligramos. Esto implica que cada saco contiene 1,25 millones de microplásticos.
Un contenedor de pélets promedio pesa en torno a las 20 toneladas. En base a estos datos, el contenedor contendría entre 800 y 1 000 sacos, en el caso de ir totalmente cargado con estas partículas (que es lo habitual) y no compartir la carga con otros productos.
En ese caso, suponiendo que sólo un contenedor albergue pélets (y no los seis), transportaría más de 1 000 millones de pélets.
¿Han llegado a otras regiones?
El 5 de enero, el Conselleiro do Mar de la Xunta de Galicia, Alfonso Villares, informó de que los microplásticos perdidos frente a la costa portuguesa ya estaban llegando a las de Asturias y Cantabria. Sin embargo, en la fecha en que realizó dicho comunicado, el punto más al norte que había alcanzado el vertido era la zona de Finisterre.
Varios días más tarde comenzaron a llegar a las regiones próximas a las ciudades de A Coruña y Ferrol. La llegada a Ribadesella, Asturias, se reportó el 8 de enero.
Hay que tener en cuenta que este no es el único accidente de estas características. Llevan décadas ocurriendo en mar abierto. Cada día llegan grandes cantidades de pélets a diferentes puntos costeros de España y de otras partes del mundo procedentes de otros vertidos. Con mucha probabilidad observaremos pélets en cualquier playa española que analicemos.
¿Están compuestos por un material inerte?
Ningún microplástico (ni plástico) es un material inerte. Es cierto que no reaccionan con el agua, ni se pegan al sustrato como haría el petróleo, pero están hechos de compuestos químicos, que tienen en su composición aditivos como los ftalatos o el bisfenol A, que son tóxicos y perjudiciales en caso de ingestión, ya que pueden transferirse al animal que lo consuma. Es un error llamarlos “inertes” porque implica considerarlos no tóxicos y esto no es correcto.
La “marea blanca” es un vertido con muchas características similares a un vertido de hidrocarburos. Es imprescindible actuar en el mar, con barreras de contención que minimicen la dispersión, evitando en lo posible que lleguen a costa, donde será mucho más difícil realizar las labores de limpieza.
Es necesario, además, conocer los modelos de transporte y dispersión para saber dónde centrar los esfuerzos, porque como tantos otros accidentes equivalentes en el pasado, la mayor parte de estos pélets se verán transportados por las corrientes durante mucho tiempo antes de acabar en una playa.
Daura Vega Moreno es Profesora Contratada Doctora de Química Analítica en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation