La localidad de Alcarràs (Segrià) acogerá el mayor complejo solar fotovoltaico de Catalunya si prosperan los nueve proyectos presentados a la Generalitat por las empresas Solaria e Ignis. El grueso de estos proyectos se sitúa en una finca de 800 hectáreas propiedad de la empresa Vall Companys y la previsión es que puedan producir electricidad equivalente al consumo de 258.000 personas.
La empresa Solaria impulsa cinco de estos proyectos (230 MW), tres de los cuales ya están en información pública, mientras que Ignis suma los otros cuatro restantes (200 MW), todos ya en información pública.
El alcalde defiende el plan: “Obtendríamos ingresos para no tener que subir los impuestos en 10 o 15 años”
Este complejo solar permitiría dar un gran impulso a la energía fotovoltaica en Catalunya, pues prácticamente aportaría la misma potencia solar que la que ahora está instalada (431 MW) aunque básicamente concentrada en tejados fotovoltaicos (autoconsumo).
Los terrenos de Alcarràs son adecuados no solo por el elevado número de horas de fuerte insolación sino por tratarse de solares llanos donde se reducen los movimientos de tierras. En gran parte, la zona sirve ahora a las necesidades de disponer de espacio para dejar los purines.
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Los terrenos elegidos están calificados como suelo agrícola de baja capacidad de producción, por lo que legalmente esta catalogación facilita que puedan acoger plantas de energía. De hecho, el decreto del Govern de implantación de las renovables solo veta las instalaciones fotovoltaicas en terrenos de alto valor agrícola.
Jordi Janés, alcalde de Alcarràs (Junts), expresó su opinión favorable a estos proyectos, pues “se sitúan en un gran latifundio de Alcarràs” y no hay ninguna afectación agrícola o ganadera para el municipio ni elimina puestos de trabajo o arriendos, pues se concentra en un único propietario. Janés lo ve con buenos ojos también dada la actual situación, que califica de “guerra de precios energéticos”, todo lo cual hace especialmente necesaria y “oportuna” esta fuente de energía limpia.
El decreto del Govern de implantación de las renovables solo veta las instalaciones fotovoltaicas en terrenos de alto valor agrícola
El alcalde Janés apoya decididamente esta iniciativa considerando también que aportará importantes beneficios para la localidad, en concepto de impuestos. “En caso de que todo esto prospere, durante unos 10 o 15 años no tendríamos que subir los impuestos”, señala.
Según sus estimaciones, el conjunto de los nueve proyectos permitirá ingresar 1,5 millones por el impuesto sobre construcciones, instalaciones y obras (ICIO).
A todo ello, habría que sumar 450.000 euros al año por el impuesto de actividades económicas y otro tanto por el IBI de propiedades rústicas. Estos dos últimos tributos supondrán ingresos anuales “durante los 25 años de la vida de la placas fotovoltaicas”.
El proyecto aún debe superar la fase de evaluación ambiental y la tramitación urbanística mientras que la intención es ofrecer en una semanas un 20% a la participación del proyecto a los municipios de este entorno. El proyecto de Solaria incluye una línea de alta tensión de 220 kV (por Albatàrrec y Lleida) y discurrirá de manera elevada y comportará en principio una declaración de utilidad pública con unos 130 afectados.
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Los proyectos de Solaria contarán con una inversión de 96 millones de euros, sumando las plantas fotovoltaicas (81 millones de euros), las subestaciones (8,7 millones) y las líneas de evacuación (6,3 millones), si bien el importe total totaliza 178 millones si se incluye la propuesta de Ignis.
“Daríamos empleos directos a más de 1.000 personas durante las obras, y más de 20 puestos de trabajo fijos adicionales vinculados a las tareas de mantenimiento y operación”, dice Lluís Valle, director de proyectos de Solaria.
Planta solar en un campo de amapolas
Reducir los nitratos
Otra ventaja aducida por el alcalde de Alcarràs, Jordi Janés, para avalar las plantas solares, es que, gracias a ellas, “se podrá reducir la aportación de nitrógeno en el subsuelo, que ya está muy sobrecargado”.
En el terreno se cultivan cereales y alfalfa; y, por sus características, para ser productivo, se requiere el empleo de gran cantidad de agua y la aportación de nitrógeno. “Las muestras del subsuelo ya indican un alto nivel de nitrógeno químico”, sostiene el alcalde.
El plan se completaría con la construcción de una planta de compostaje para producir biogás a partir los purines (100.000 metros cúbicos).
Lluís Valle, director de proyectos de Solaria, indica que el complejo solar en su globalidad permitiría evitar la emisión a la atmósfera de unos 172.000 toneladas de CO2 al año, equivalente al que generan unos 86.000 coches al año.
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