La superficie helada del Ártico, en su segunda extensión más reducida
Registros por satélite
La extensión de hielo se pierde a un ritmo del 13,3% por década: la banquisa ocupa ahora 2,5 millones de kilómetros menos que la media
Costa de Hornsund y Bellsund, al sur de la isla Spitsbergen en el archipiélago de las Svalbard (Norway), a unos 1.000 kilómetros del polo Norte
El hielo marino que cubre el océano Ártico probablemente ha alcanzado ya su extensión mínima anual, cifrada en 3,74 millones de kilómetros cuadrados. Esta extensión mínima de hielo es la segunda más reducida en una serie de registros que dura ya 42 años de observaciones por satélite (se inició en 1979). Es un nuevo dato que refuerza la tendencia a la baja a largo plazo en la extensión del hielo en el océano Ártico, según informa el Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo de la Universidad de Colorado Boulder (EE.UU.). El casquete polar marino podría desaparecer prácticamente los veranos dentro de algunos décadas.
La extensión del hielo marino comenzará ahora a aumentar estacionalmente durante el otoño y el invierno.
Mario Chaparro
Una fuerte disminución del hielo marino del Ártico a principios de septiembre redujo la extensión de esta superficie a menos de 4 millones de kilómetros cuadrados. Posteriormente, el derretimiento diario comenzó a moderarse, hasta alcanzar una extensión mínima estacional de 3,74 millones de kilómetros cuadrados.
Normalmente, la extensión mínima se alcanza hacia mitad del mes septiembre (entre el 11 al 19 de septiembre.La extensión del hielo comenzará a aumentar durante el otoño y el invierno.
No obstante, no puede descartare que un cambio en los patrones del viento o un período de deshielo al final de la temporada pueda aún hacer que la extensión del hielo baje ligeramente.
El año 2012, referencia, el récord
El récord de superficie helada más reducida sigue siendo el del año 2012. En comparación con los datos el año 2012, este año hay más hielo en el mar de Beaufort, pero menos en las regiones de Laptev y en el este de Groenlandia.
La superficie de hielo de este año, establecido el 15 de septiembre, superó en 350.000 km2 la extensión mínima récord alcanzada el 17 de septiembre de 2012, pero se sitúa en 2,51 millones de km2 por debajo de la extensión mínima promedio para el período 1981 a 2010, que es equivalente a dos veces y media la superficie de España.
Tres períodos
La tendencia general a la baja en la extensión mínima de 1979 a 2020 es del 13,4% por década en relación con el promedio de 1981 a 2010, aunque con un reparto desigual.
No obstante, los valores de extensión mínima en estos 42 años de registro por satélite se pueden dividir en tres períodos de 14 años. Las extensiones mínimas en los últimos 14 años de la serie temporal son las 14 más bajas en toda esta serie.
Los tres períodos muestran una tendencia a la baja.
El período intermedio, de 1993 a 2006, muestra la tendencia descendente más pronunciada del 13,3% por década, en relación con el promedio de 1981 a 2010. El período inicial, de 1979 a 1992, tiene una tendencia a la baja del 6,4% por década, mientras que el período más reciente de baja extensión, de 2007 a 2020, tiene una tendencia a la baja del 4,0 por ciento por década.
Otro efecto del calentamiento
Greenpeace advierte que la “rápida desaparición del hielo marino es un indicador más de la crisis climática que tiene consecuencias en todo el planeta y recuerda que, frente a la crisis sanitaria y socioeconómica que estamos viviendo, la lucha contra el cambio climático debe ser una obligación imperativa de los gobiernos”.
Ruta en el buque MS Fram, Hurtigruten entre los hielos enfrente a St. Jonsfjorden, al oeste de la isla de Spitsbergen
“Para evitar los peores impactos del cambio climático, solo hay una vía, reducir drásticamente las emisiones de forma urgente a la vez que protegemos y restauramos los ecosistemas”, ha declarado Tatiana Nuño, responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace España .
Mientras tanto, en la Antártida, la extensión del hielo marino está ahora muy por encima del promedio y dentro del rango de las diez extensiones de hielo más grandes registradas, lo que subraya su alta variabilidad de un año a otro. El máximo anual de hielo marino antártico suele ocurrir a finales de septiembre o principios de octubre.