¿De verdad que Reino Unido prohibirá los coches de gasolina, diésel e incluso los híbridos en 2035?
Crisis climática y automoción
Boris Johnson intenta reforzar su imagen ambientalista internacional en el inicio de los preparativos de la cumbre del clima prevista para diciembre en Glasgow
Las críticas internas e internacionales contra el escaso compromiso climático del actual gobierno británico, con su primer ministro Boris Johnson a la cabeza, parece que están teniendo impacto... Aunque de momento sólo sea de palabra (de boquilla, según los más críticos con el líder de los tories).
Boris Johnson no se ha destacado en los últimos años por ser un líder en la lucha contra la contaminación y la defensa del clima. De hecho, hasta hace unos años -sobretodo cuando ejerció como alcalde de Londres-, Johnson había sido considerado como uno de los políticos internacionales más alineados con los denominados negacionistas del cambio climático.
Las cosas empezaron a cambiar en 2016 y hace un par de meses, en uno de sus primeros discursos como primer ministro, Johnson afirmó que liderará un plan para que Reino Unido sea neutral en carbono en 2050.
El primer ministro británico subió la apuesta el pasado martes en un discurso en el Museo de Ciencias de Londres, en el acto inicial de los preparativos para la cumbre del clima de Naciones Unidas (COP-26) prevista para el próximo mes de diciembre en Glasgow.
““Tenemos que luchar por reducir nuestras emisiones de CO2”, afirmó Johnson. “Como país y como sociedad, como planeta, como especie, ahora debemos actuar”.
La propuesta del gobierno británico, todavía no planteada formalmente y pendiente de consulta con los sectores afectados, sería de prohibir la venta de vehículos nuevos con motores de gasolina, diésel o híbridos “en 2035 o antes si fuera posible una transición más rápida”, según ha indicado la agencia Reuters.
Hasta ahora, el proyecto del gobierno británico de neutralidad en carbono para 2050 apuntaba la posibilidad de prohibir la venta de nuevos automóviles de gasolina o diésel en 2040. Como era de esperar, diversas empresas del sector del automóvil han criticado el anuncio -aunque sea sólo preliminar y pendiente de consulta- afirmando que pone en peligro miles de puestos de trabajo.
Destitución de una voz crítica
La semana pasado el gobierno de Boris Johson destituyó de forma fulminante a Claire O’Neill, funcionaria del ministerio de Energía encargada de una parte importante de los preparativos de la posición de su gobierno en materia climática de cara a la COP-26.
O’Neill había manifestado en diversas ocasiones que el gobierno británico sigue sin concretar las acciones necesarias para confirmar su compromiso con el Acuerdo de París.
Tras su destitución, Claire O’Neil concretó su ataque indicando en una entrevista en la BBC-4 que el primer ministro Boris Johnson no tiene liderazgo ni compromiso en temas ambientales. La destituida llegó a sugerir que Johnson no entiende realmente el cambio climático.
Pese a las críticas y la incredulidad de algunos sectores, la organización no gubernamental Tansport and Environment (T&E) ha felicitado al gobierno británico por esta iniciativa.”El anuncio es un paso esencial hacia el objetivo de lograr cero emisiones netas para 2050”, indica esta organización en su página en internet.
También afectaría a todos los híbridos
Uno de los detalles más novedosos del anuncio del gobierno británico es que la posible prohibición de venta de vehículos nuevos afectará también a los híbridos (autocargables o enchufables), en anuncios anteriores sólo se hablaba de gasolina y diesel.
En este apartado de los híbridos, Transport and Environment también se muestra satisfecha. ”Acogemos con beneplácito la claridad de que no hay un papel a largo plazo para los llamados híbridos de autocarga o plug-in y que a mediados de la década de 2030 todas las ventas de vehículos nuevos deberían ser de cero emisiones en el tubo de escape”, afirma esta organización habitualmente muy exigente con los controles de emisiones contaminantes y de dióxido de carbono.
Greg Archer, director del Reino Unido en T&E, destaca que, “este es un objetivo audaz que muestra un compromiso serio para limpiar los autos y camionetas del Reino Unido”.
“El gobierno ahora debe implementar rápidamente las regulaciones necesarias para que esto suceda al exigir a los fabricantes de automóviles que vendan un número creciente de automóviles con cero emisiones cada año hasta que se complete la eliminación. Reglas claras, con sanciones disuasorias para las compañías automotrices, son la mejor manera de asegurar que se alcance el objetivo”, ha afimado Greg Archer.
Más información en ‘La Vanguardia’
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