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Europa embarranca en la protección del medio ambiente

SOER 2020

Las alertas por la pérdida de biodiversidad, la sobreexplotación de recursos y los riesgos para la salud se suman a la de la crisis climática

La desaparición de casi un tercio de las aves comunes en Europa es una de las causas de la gran pérdida de diversidad biológica

VALERY HACHE / AFP

La Unión Europea tiene que cambiar de manera urgente y profunda sus políticas de protección medioambiental si quiere afrontar con éxito los retos que plantean no solo los efectos del cambio climático sino también la alarmante pérdida de biodiversidad, la sobreexplotación de recursos y los riesgos que los abusos ambientales suponen para la salud y el bienestar.

Esa es la principal conclusión del informe quinquenal de la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA) que se presenta oficialmente hoy en Bruselas y que fue avanzado a la prensa en Copenhague. “No solo tenemos que hacer más, sino que también debemos hacerlo de manera diferente; seguir con las mismas políticas de siempre ya no es una opción”, enfatizó Hans Bruyninckx, director ejecutivo de la AEMA.

Diagnóstico

El informe quinquenal de la AEMA señala que solamente se alcanzarán 14 de los 35 objetivos para 2020 y que, si no hay cambios sistémicos, el panorama será peor en 2030

El diagnóstico del informe El Medio Ambiente en Europa: estado y perspectivas 2020 (SOER 2020, por sus siglas en inglés), es contundente. Pese a que la UE ha declarado recientemente su voluntad de liderar la lucha global contra el cambio climático, la brecha entre sus intenciones y la aplicación de políticas se ensancha y se agrava de manera que “no se están logrando progresos suficientes ante los desafíos medioambientales de escala y urgencia sin precedentes” y los objetivos fijados para 2030 y , más a largo plazo, para 2050, no serán posibles “sin un giro rápido y fundamental en el tipo y la ambición de las respuestas de Europa”.

“Europa debe replantearse no solo los procesos de producción y de tecnología sino también los patrones de consumo y estilo de vida”, incide el SOER 2020, que es el estudio medioambiental más ambicioso realizado hasta ahora en el continente.

El transporte es el único sector grande de la economía europea que ha aumentado la emisión de gases de efecto invernadero

JEROEN JUMELET / AFP

El SOER, que se publica cada cinco años desde 1995, debía haber sido lanzado antes de la cumbre por el clima que se celebra en Madrid, pero ha acabado coincidienco con la reunión internacional porque ante la demora en la formación y aprobación de la nueva Comisión Europea que lidera la alemana Ursula Von der Leyen, que ha anunciado una agenda verde que incluye la adopción del Green Deal en los primeros cien días de mandato y la voluntad de convertirse en el primer continente de neutralidad climática, es decir, con un balance cero de emisiones de gases contaminantes.

La conclusión del SOER 2020 apunta a que Europa ha hecho avances, en especial en lo que se refiere a la mitigación de los efectos del cambio climático, la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, la gestión de la contaminación del aire y del agua, o la adopción de nuevas políticas encaminadas al manejo de los desechos de plástico y el fomento de la economía circular. Pero su tren de protección medioambiental circula a una marcha más lenta que la prevista y necesita pasar a una vía de alta velocidad si pretende evitar un descarrilamiento en 2030.

No solo tenemos que hacer más, sino que también debemos hacerlo de manera diferente; seguir con las mismas políticas de siempre ya no es una opción”

Hans BruyninckxDirector ejecutivo de la AEMA

La AEMA ha seleccionado 35 objetivos repartidos en tres áreas (capital natural, economía de bajas emisiones y eficiencia de recursos, y salud y bienestar). Así, para el 2020 se logrará llegar a lo proyectado en 14 áreas, se quedará a medias en otras 14 y suspenderá en 7. Los éxitos se han detectado en las áreas marítimas y terrestres protegidas, las concentraciones de partículas contaminantes en el aire, la gestión de residuos y el uso de energías renovables. El informe señala como áreas rojas la pérdida de especies de aves comunes, la condición de los ecosistemas, el uso de suelo y el estrés sobre los sistemas hídricos.

En cambio, la situación empeora con las prospecciones para 2030. Si se mantienen las mismas políticas y plazos, se cumplirían solamente 2 de los 35 objetivos, en concreto los referentes a la mitigación de los efectos de las emisiones de gases de efecto invernadero y a la adaptación de planes y estrategias para la adaptación al cambio climático. Europa se quedaría corta en todo lo demás y encendería nuevas luces rojas de alerta en el estado de los ecosistemas, sobre todo los marinos, y la contaminación por químicos.

Recomendaciones

Europa debe replantearse no solamente los procesos de producción y de tecnología sino también los patrones de consumo y estilo de vida

La radiografía del SOER 2020 es especialmente crítica con la pérdida de la diversidad biológica, la política agrícola de la UE, la contaminación acústica y las emisiones de gases en el transporte, el único gran sector industrial que ha aumentado la emisión de gases de efecto invernadero desde 1990 casi un 30%, lo que lastra el avance general, pues las emisiones se redujeron un 27% desde ese año.

“El actual sistema de transporte no permitirá conseguir la neutralidad climática en 2050”, se lee en el informe. Este sector, que sigue anclado en el uso de combustibles fósiles, representó también el 33% del consumo final de energía de toda la UE. El transporte por carretera sigue generando tres cuartas partes de esas emisiones y se ve agravado por el uso de diesel, que se eleva a un 72%. “Es el único sector de la economía donde crecen las emisiones”, asegura Hans Bruyninckx.

Denuncia

El impacto del alarmante nivel de pérdida de biodiversidad es tan catastrófico como el cambio climático

Europa cosecha otro suspenso en biodiversidad, con índices tan desfavorables como los presentados cinco años atrás. El deterioro del estado de conservación afecta al 77% de los hábitats y al 60% de las especies. Según el SOER 2020, “el impacto del alarmante nivel de pérdida de biodiversidad es tan catastrófico como el cambio climático”. A modo de ejemplo, en los últimos 35 años, la UE ha perdido un 32% de sus aves comunes y un 34% de las mariposas de pradera.

“La agricultura es otro sector donde las políticas medioambientales no han dado resultados, incluidos los intentos de poner estándares ecológicos en la Política Agrícola Común (PAC)”, resume el director ejecutivo de la AEMA, que identifica a las prácticas insostenibles en la agricultura como la principal amenaza a la biodiversidad y el capital natural en Europa.

Las prácticas agrícolas de la UE en el uso de suelo son criticadas en el SOER 2020

Sean Gallup / Getty

La UE está en la senda adecuada para cumplir con las metas marcadas para 2020 respecto al descenso de gases de efecto invernadero, que se han reducido un 22% en los últimos 27 años, y el uso de energías renovables, que supone el 18% del total. Pero el optimismo se evapora de cara al 2030. “El consumo de energía sigue creciendo y hoy es un problema que tiene que ser afrontado en serio si queremos alcanzar la neutralidad climática en 2050”, valora François Dejean, experto en mitigación de cambio climático de la AEMA.

“Igualmente, para obtener la neutralidad climática necesitamos casi un 100% de uso de energías renovables y tenemos que pasar del ritmo de crecimiento del 1,1% anual al 4 o 5% para lograrlo en 2050”, añade Dejean en la presentación para la prensa en Copenhague.

Asignatura pendiente

El transporte es el único sector de la economía donde crecen las emisiones de gases de efecto invernadero y amenaza la meta del continente de neutralidad climática para 2050

Pese a los progresos en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, solamente tres países, Grecia, Portugal y Suecia, conseguirían mantener el ritmo adecuado para cumplir las metas del 2030. España, junto a Croacia, Francia, Hungría, Italia y Eslovaquia, es uno de los países del grupo de siete que podrían ser cumplidores también si aplican políticas adicionales.

La AEMA actúa como un organismo de presión para la adopción de políticas medioabamientales en Europa pero suele aportar pocas recomendaciones concretas y rehúye la comparación estadística de países. Su efectividad depende de la capacidad de influir en Bruselas y, según el director de la AEMA, Hans Bruyninckx, la recién nombrada Comisión Europea es la más receptiva que ha habido hasta ahora y la que ha prometido dar prioridad a una agenda verde.

El consumo de energía sigue creciendo y es un problema que debe ser afrontado en serio”

François DejeanExperto en mitigación de cambio climático de la AEMA

Así lo ha confirmado el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, en el comunicado oficial de lanzamiento del SOER 2020: “El informe va a darnos el ímpetu que necesitamos al inicio de este ciclo de cinco años en los que aprobaremos el Green Deal y llevaremos a término una agenda de transformación”.

Europa espera. El tiempo corre. Y los métodos de control de daños y de eficiencia energética precisan ser sustituidos por nuevos sistemas de producción, hábitos de consumo y prioridades económicas para sacar a la UE de su atasco medioambiental.

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